"Querida, nunca entendí para qué servían los castillos... hasta que nos volvimos todos tan demócratas".

sábado, 1 de enero de 2011

Louella Parsons dijo...

Mi querido SANS-FOY,

Fue una contrariedad que no pudieras acompañarnos anoche durante la velada de Fin de Año pero me resigno a aceptar tus nuevos compromisos con los Bollington.

La cena resultó un éxito salvo por la glotonería y mala educación de lady Georgina, insoportable prometida de mi primo William, que se sirvió casi toda la lengua escarlata, -especialidad de la señora Muffwatter que, por alguna razón todavía por descubrir, decidió que sólo la prepararía una vez al año-, dejando en la fuente una montaña enorme de huevo hilado que tuvimos que comer como si fuera pasto para conejos.

No entiendo, querido Eugène, cómo esta gente tan distinguida resulta a veces tan poco refinada.
Uno empieza descuidando la cortesía y termina sin acudir a St. Paul`s el día 1 de enero, como ha ocurrido esta mañana con Georgina y mi primo.

Y como es tradición en Parsons Manor, antes de sentarnos a la mesa, descorchamos el champán en la cocina, con los criados, y tras agradecer la lealtad y desearnos todos los parabienes, advertimos que hasta Muffwatter sonrió un poco.

Feliz Año, dear.
Yours,
Lou

1:35 PM