"Querida, nunca entendí para qué servían los castillos... hasta que nos volvimos todos tan demócratas".

domingo, 21 de noviembre de 2010

ASUNTOS ÍNTIMOS



Louella Parsons dijo...

LOU, querida: ese infantil resentimiento que obceca tu mente no va nada bien con tus preciosos vestidos nuevos
(He estado husmeando accidentalmente en tu guardarropa... y espero que no estés pagando a crédito)



Mi querido SANS-FOY,

¿Cómo me has podido traicionar de esta manera? ¿es esta la manera en que se comporta un gentleman?
Sabes que te adoro, Eugène, y por eso podía soportar con resignación tu actitud de indolencia mientras duraba tu estado de idiotez transitoria pero considero de todo punto intolerable que hayas husmeado en mi armario con tu lady Bo, sin mi consentimiento.
Querido, una dama se compra los vestidos para sorprender a los demás, ¿qué voy a hacer ahora si todo el condado conoce mis nuevas toilettes?, y lo que es peor, ¿y si tu insulsa Bo me copia? y ya que estamos, ¿dónde se disfraza tu Bo?
Y para más ofensa, me hablas de ¡¡crédito!!. ¿cuándo un Parsons ha tenido necesidad de utilizar algo tan ordinario como un crédito?.
Te lo advierto, querido, esta vez no serán ranas vivas pero prometo vengarme por vuestro horrible comportamiento.

Lou.

1:27 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...

LOU, QUERIDA.
No te pongas así. Lady Bo no tiene nada que ver en esto.
Fue Mary Tipton -que, desde la muerte de su anciana tía Honoria, nada en soberanos y guineas y se revuelca luego en diamantes- la que me pidió como recuerdo unas instantáneas de Parsons Manor. Concretamente, de tu guardarropa.

Como se ofreció a pagar el revelado, y a añadir cincuenta machacantes por la molestia... pensé que bien podía hacerle un favor a la pobrecilla. (Bueno... pobrecilla es un epíteto que ya no le cuadra en absoluto)

Si vas a ofrecer sacrificios a Némesis por eso, allá tú, querida. NECESITO esas cincuenta libras: Estamos a 21, y hasta el 30 no recibiré el estipendio que Mme. la Comtesse me racanea con maternal solicitud.
Algunos tenemos responsabilidades, ¿sabes?

No te imaginas cómo se pone Porridge si no recibe su estipendio semanal, cosa que ha de producirse puntualmente los Viernes entre seis y seis y media de la tarde.
Su lealtad feudal se esfuma y su comedimiento verbal se transforma en torrentes de expresividad céltica.
No querida, no puedo permitírmelo.

Por cierto: si tus vestidos de fiesta son verdaderamente deslumbrantes, tu lencería asustaría a Hildegard von Bingen.
¡Dios Santo, LOU...! ¡Una mujer de mundo no puede seguir comprando sus cositas íntimas en Mercería Charito, Novedades!

Hay un lugar llamado Paris ¿sabes?
Los niños vienen de allí... y también algunos adminículos que hacen particularmente placentera su fabricación.

2:08 PM
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Wilbur Porridge dijo...

¿El día de caza, dices? Pues transcurrió dentro de la más estricta normalidad. Mi señor bajó a desayunar impecablemente vestido con su nuevo traje de tweed y sus polainas (aunque debo decir que me pareció algo atrevida la pluma con la que adornó su sombrero). En el comedor se dedicó a charlar animadamente con los asistentes, y, cuando todos salieron al exterior para iniciar la jornada, se retiró discretamente al dormitorio para meditar hasta la hora del almuerzo.

Al principio Mr. Lacoste. se desenvolvió realmente bien, teniendo en cuenta que era su primer día de caza. Uno de sus disparos consiguió alcanzar uno de los patos de madera usados como reclamo, y con otro despertó a un faisán que dormitaba en unos arbustos cercanos. En un momento dado Lady Parsons le presentó a su prima Cordelia, y a partir de ahí Mr. Lacoste perdió todo su aplomo: su siguiente disparo voló la petaca de Lord Sheperdspie justo cuando se la llevaba a la boca para echar un trago.

7:01 PM

sábado, 20 de noviembre de 2010

EL POLLO Y LA ANACONDA



Louella Parsons dijo...

Mi querido SANS-FOY,

Has dicho cosas horriblemente feas de mi prima Cordelia, impropias de un caballero y que sólo te las consentiré por mantener nuestro pacto de reconciliación…. hasta nuevo aviso.
Pretendes que todas las mujeres sean como tu lady Bo y, eso, querido Eugène, no es posible. Algunas tienen aficiones y estudios.

Afortunadamente, Perry Lacoste acudió a la cacería vestido como manda la etiqueta inglesa pero dejemos los detalles jugosos de la cacería para la cena.
Ahora debo atender a mamá que se ha quedado en estado de shock al ver espachurrados sus rododendros bajo las piedras del muro que el viento ha tirado esta noche.

Yours,
Lou
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Monsieur de Sans-Foy dijo...

Pretendes que todas las mujeres sean como tu lady Bo y, eso, querido Eugène, no es posible. Algunas tienen aficiones y estudios.

LOU, querida: ese infantil resentimiento que obceca tu mente no va nada bien con tus preciosos vestidos nuevos
(He estado husmeando accidentalmente en tu guardarropa... y espero que no estés pagando a crédito)

Lo que estás tratando de hacer con el bueno de Perry es algo que Murchison, Murchison & Slotkins calificarían como criminal purposes:
Todo lo que dije sobre tu prima Cordelia está pasado por el estricto filtro de una educación católica y mojigata.
Si hubieras oído la versión de McGrog, anoche, enen El Pollo y la Anaconda, te habrías hecho una idea cabal de los sentimientos que tu prima inspira en el género masculino.

(Ciertamente, la cerveza Guinness se parece más al suero de la verdad que el Pentotal).

2:15 PM

sábado, 13 de noviembre de 2010

AMOR Y TIROS



Louella Parsons dijo...

Querido SANS-FOY:

Ya está todo preparado para la cacería.
Los puestos serán asignados por rango, como siempre se ha hecho en Parsons Manor.

Como sabrás, nuestro querido Perry Lacoste carece de cualquier título pero por fortuna, el conde de Enniscorthy ha cancelado la invitación (aunque no lo digan, estos irlandeses prefieren los salmones a los patos) por tanto, su puesto lo ocupará Perry.

He pensado en mi prima Cordelia para acompañarle. Es una magnífica tiradora y conoce a todos los asistentes lo que le será de gran utilidad a Lacoste para confraternizar con ellos mientras les sirven el brunch. Sólo espero que Perry no acuda vestido para jugar al croquet.

Como a ti no te gustan los tiros, lady Bo, tú y yo esperaremos a que regresen los cazadores jugando al brigde en el saloncito azul. Es un rincón encantador y será una excelente oportunidad para arreglar el desgraciado incidente de la rana viva en la sopa de lady Bo.
Conociendo lo orgullosa que soy, querido Eugène, espero que te hagas cargo de mi enorme sacrificio.

Os espero impaciente.
Lou

12:59 PM
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(Cousin Cordelia)

Monsieur de Sans-Foy dijo...

Santo Dios,LOU...
¿Tu prima Cordelia? ¿La bizca?
¿Es eso lo que estás tramando para el bueno de Perry?
Querida... ten un poco de caridad cristiana.

Intentaste encajársela a Clarence Hard-Pudding y escapó al Transvaal. Al pobre Cornelius Sweaty-Paddle le entraron arrebatos místicos -o eso dijo- y se largó al Sinaí...
Dios bendito, Lou... ¿Quieres despoblar Londres de hombres casaderos?

Creo que te dejaré a solas con Harriet y el brigde y me colocaré con Porridge en mi puesto de tiro.
Si McGrog va a estar de secretario de Rainer, procura instalarlos lejos. Recuerda que el año pasado Porridge y él se pasaron todo el santo día robándose faisanes.

See you soon

Eugène

1:31 PM
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(Grace)

Wilbur Porridge dijo...

Mi muy estimado Sean:

Ayer, de nuevo, Miss Bollington manifestó ciertas dudas acerca de la forma en que manejo los asuntos domésticos del señor. En esta ocasión el asunto tratado fue la limpieza, y a tal fin fui convocado al salón verde, donde Miss Bollington se dedicó a enumerar una serie de deficiencias. Y allí, sin dejar de hablar, se dedicó a vagar de un lado a otro de la estancia, a pasar el dedo índice por la superficie de los muebles y objetos, a contemplarlo a continuación con un mohín de disgusto, y a alzar finalmente los ojos al cielo. Y estarás de acuerdo conmigo en que es normal que el polvo se acumule en algunos objetos que no son habitualmente utilizados, como ocurre con los libros de la biblioteca del señor y demás elementos decorativos. Pero, cuando intente exponerle estos argumentos, ella me cortó, y, agitando ante mis narices el mismo índice que le había servido para comprobar la pulcritud de los muebles, me dijo que era evidente que las costumbres de la casa se habían relajado de una manera insoportable, que las cosas no podían continuar de ese modo, y que, en resumen, no estaba dirigiendo apropiadamente la casa de, en sus palabras, “su pichoncito”, que, también en sus palabras, se merecía lo mejor.

Consultado el señor al respecto, ha accedido a regañadientes a aumentar la magra dotación de sirvientas de la casa. Es por eso por lo que ahora me pongo en contacto contigo. He oído que recientemente Mrs. Milford ha despedido a Grace, la encantadora doncella de ojos de color esmeralda. Según tengo entendido, la medida, juzgada excesivamente severa por todo el personal masculino de la casa, se ha fundamentado en la reiteración de una conducta excesivamente liberal con dicho personal. Por eso me gustaría que me proporcionaras una dirección para ponerme en contacto con ella. En caso de que aún no haya encontrado trabajo, estaría muy interesado en contratar sus servicios. Y, en atención a la urgencia de la situación, estaría dispuesto a anular las malas referencias que, en su caso, Mrs. Milford pudiera aportar.

Sigue con salud.

W.

9:53 PM
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(Miss Eileen)

Monsieur de Sans-Foy dijo...

Querida LOU:

¿Sabes qué? Tengo una nueva ama de llaves.
Porridge lleva una semana martirizándome con su célebre rostro abatido.
Desde que Harriet frecuenta mi humilde nidito, los estándares de orden y limpieza se han incrementado exponencialmente, lo cual, al parecer, le priva de horas que antes dedicaba a otros quehaceres (ignoro cuales).

Con su habitual constancia persuasiva, me ha hecho ver la conveniencia de contratar un ama de llaves, preferiblemente irlandesa.
Él mismo se encargó de localizar una excelente candidata. Siguiendo sus sugerencias, me puse en contacto con el padre McNamara, quien, con su energía habitual, manifestó que tenía una candidata aún mejor que la de Porridge, y prometió encargarse del asunto.

Dado mi natural perezoso, encontré irresistible su ofrecimiento.
Miss Eileen llegará hoy de Tipperary.
"A ese perillán tuyo le va a encantar", dijo el padre McNamara, muerto de risa. Ignoro qué le hacía tanta gracia.

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Louella Parsons dijo...

Mi querido SANS-FOY,

Veo que te tomas muy a la ligera un tema tan trascendente como el del servicio y me veo en la obligación de aconsejarte que cualquier cambio que decidas introducir en el orden de los criados, debe contar sin duda con la supervisión de tu querida madre.
Eugène, me hago cargo de tu perfecta idiotez para dirigir estos asuntos y otros de cualquier naturaleza desde tu compromiso con lady Bo y por eso insisto en que madame la Comtesse debe encargarse de este delicado asunto del ama de llaves.

11:52 PM

sábado, 6 de noviembre de 2010

AMORES CONCERTADOS




Louella Parsons dijo...

Mi querido SANS-FOY,

Me siento abrumada por la soledad.
Hace eternidades que no vienes a visitarme.
Comprendo tu enfado. La última vez que viniste a cenar con tu prometida lady Bo, ordené que le sirvieran sopa fría de rana.
Lo sé, no fue elegante, es más, fue absolutamente indecoroso, pero tu desconocida y dolorosa indiferencia hacia mi desde tu compromiso, me hace perder el control y no sé cómo comportarme.
No tengo necesidad de decirte que una amistad entre lady Bo y yo se me antoja algo remoto, pero querido Eugène, ¿cómo puedo remediar mi falta de educación?
Yo apenas le he tratado para conocer sus delicados gustos y su insulsa conversación me impide atisbar alguna afición o interés en su vida.

Me temo que esta vez tendré que confiar en tu nulo instinto masculino para que me orientes.

Yours,
Lou.

1:22 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...

Mi pequeña LOU:

Lo de la sopa fría de rana habría podido pasar, si no hubieras metido una rana viva dentro.
Desde que éramos niños, nunca has sabido detenerte a tiempo.

Recuerdo cuando cavamos aquél hoyo en el jardín para cazar al reverendo Foxtrott... Tú te empeñaste en llenarlo de serpientes. Afortunadamente, las serpientes son más bien esquivas en South Wessex, y tuvimos que llenarlo de gallinas de Cornualles... pero el Reverendo Foxtrott nunca lo ha olvidado.
(Y las gallinas tampoco: ¿te has fijado cómo se ponen cada vez que se acerca un alzacuellos?)

En fin, querida... Nuestra amistad está por encima de estos pequeños contratiempos. Y lamento decirte que mi compromiso con Lady Bo, también.

Si prometes contener tu resentimiento dentro de los límites de la Convención de Ginebra, persuadiré a Bo para que vuelva, (y por Dios que espero que se le pase esa manía por la vida saludable y la gimnasia sueca. Si pretende en serio que cambie mis huevos con salchichas y mis crucigramas del Times por gachas de avena y flexiones en el jardín... el amor es realmente ciego)

Besos, my dear. Dile a McGrog que vaya haciendo acopio de salchichas.

1:56 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...

En otro orden de cosas, LOU, QUERIDA:

No sé si ha llegado ya a tus oídos la última bomba social:
Peceval Lacoste, nuestro Perry, ¡ha roto definitivamente con Florence Biscuit!
Pienso lo mismo que tú: ya era hora. Una mujer que te llama cariñito en público debería ser condenada al ostracismo social, por muy sobrina que sea del Arzobispo de Canterbury.

No sé lo que viste en ella, le decía yo ayer.
-Muchas cosas... que no tenía, me respondió.

Bueno, LOU. No pierdas un momento. Hay mucho trabajo por hacer:
Este Perry será un diplomático brillante, pero en lo que a mujeres se refiere, es un perfecto papanatas.
No podemos dejarle solo en un momento así: las solteras de Londres se arrojan al agua a su paso, como los cocodrilos en las películas de Tarzán.

Te lo diré sin rodeos: He pensado en Gunilla Hilfiger, la prima de Rainer.
Después de jugar infructuosamente a las tabas con aquél saco de huesos de Florence Biscuit, Perry necesita una mujer-mujer, (y aquí entre nosotros, lo de Gunilla es una cadera perpetua)

Una alianza Lacoste-Hilfiger sería ventajosa para ambas familias. Sólo necesitan un empujoncito.

Pon a trabajar esa preciosa cabecita tuya. Dicen que los pares del Reino trabajan para hacernos felices... pero yo confío más en la iniciativa privada.

Besos

Eugène.

2:42 PM
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Perry Lacoste dijo...

¡Diablos, qué terrible resaca! nunca debí trasegarme aquellos ultimos whiskeys de una sola destilación en aquel tugurio al que me arrastró Eugène, con tan buenas intenciones como malas artes (¡utilizar como anzuelo al bueno de Charly O´Brian disfrazado de espléndida señorita insinuante...!).


¡Maldición! cuanto más me duele la cabeza, más me acuerdo de mi dulce Florence. Ni sobrio, ni ebrio, entiendo porque una dama puede abandonar a un caballero con tanta iniciativa en el mundo de las actividades lúdicas, debería, por el contrario, sentirse encantada con él. Tal vez la influencia anglicana de su tío, realmente no me miraba con los ojos de la fe, sea la causa de su doloroso abandono.

En fin, unicamente me queda olvidar ¿podré hacerlo? , de momento me voy a toda velocidad a refugiarme al cottage de Lucilla y Casper.

7:10 PM
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Louella Parsons dijo...

-Muchas cosas…..que no tenía.

Ja, ja…siempre he dicho que nuestro Perry era un prodigio…..de ingenuidad.

Así que…. han roto. Por fin una buena noticia en este abismo de desdichas.

However, my dear Eugènè, considerar la posibilidad de algún tipo de acercamiento a Gunilla, es algo perfectamente ridículo y disparatado. No y no.

Gunilla está imposibilitada para sentir cualquier afecto por nadie, salvo por ella misma. Además, su excesiva antipatía y su folklórica forma de vestir no son las de una dama de nuestra posición, querido. No y no.

La última vez que nos visitó en Parsons Manor, se empeñó en matar un pollo para cenar. Lo hizo y sólo pudimos cenar el caldo que pudo preparar Muffwater con los restos del pobre animal. Ni Muffwater se atrevió con ella. No y no.

Nuestro Perry necesita una mujer que le merezca.
Elaboremos un plan de acción, querido, y dejemos esos pintorescos experimentos familiares que tanto te gustan para nuestros enemigos.
Empecemos por invitarle a cazar el próximo domingo a Parsons Manor.

Yours,
Lou

7:47 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...

LOU, my dear:

¿Cómo que no y no?

Reconozco que Gunilla Hilfiger no es exactamente una muchacha a la moda: Con esas trencitas y su imponente figura, recuerda más bien a Brunilda en "la cabalgata de las Valkirias". Pero tiene cualidades que las mujeres no podéis entender.
Por ejemplo, una renta de 80.000 libras al año.

Por otra parte, nunca olvidaré cómo arregló mi paralelo Holland & Holland del 375, ¡con una horquilla para el pelo!
Es el tipo de cosas que enamoran a un hombre. Las chicas no podéis entenderlo.

Belive me, darling: Perry y ella serían MUY felices. Démosles una oportunidad.

8:35 PM
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Ebenezer McGrog dijo...

Otoño en Parsons Manor

La niebla oculta el brillo dorado de los robles y los rebaños emprenden el regreso a los apriscos acompañados de ladridos lejanos. Es hora de recogerse.

9:04 PM