"Querida, nunca entendí para qué servían los castillos... hasta que nos volvimos todos tan demócratas".

viernes, 30 de abril de 2010

LA NOCHE DE LAS SALCHICHAS LARGAS


(Frau Gertrud Glutenfinger, de la charcutería "Die Schöne Müllerin")

Rose Downstairs dijo...
Ha estado ud inmenso, Sr. McGrog. Ha mantenido la verticalidad a pesar de recibir la tremenda descarga eléctrica de la fraü. Quién iba a pensar que era un modelo experimental de cyborgwoman de la DKW Corporation. Es ud. todo un titán. Déjeme, déjeme que le aplique un poco de reflex en los biceps que es muy bueno para las contracturas musculares. ¡Es ud. un héroe, Sr McGrog! ¡Todo un Aquiles de los Highlands!

10:20 AM
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Ebenezer McGrog dijo...
El ataque dio comienzo con puntualidad. Debo destacar, ante todo, el comportamiento valeroso de Rose y del pequeño Arnold, cuyo ánimo y determinación no decayeron en ningún momento y fueron esenciales para la victoria.

Nuestra súbita irrupción por el doble fondo de la alacena y el sonido guerrero de la gaita ejercieron un efecto paralizante sobre el enemigo que nos proporcionó una ventaja inicial apreciable. Sin embargo, hay que admitir que, una vez superada la sorpresa, el enemigo se batió con fiereza germánica. La Fräulein emergió de las sombras como Grendel, el monstruo de Beowulf, y sus voces de mando hubieran helado la sangre del más curtido veterano.

Pero la fortuna sonríe a los audaces. El duelo a sartenazos entre Rose y la valkiria por encima de las mesas y los fogones merece pasar a los anales de Parsons Manor, y los impactos del tirachinas de Arnold sobre el cuarteto tirolés resonaron en la noche como el tableteo de una Vickers. Por su parte, el llamado “Edelweiss” apareció vestido de primera doncella por alguna torcida razón y dio muestra de su perfidia tratando de estrangularme infructuosamente con el cordel de atar el roast-beef. Un certero golpe de cornamusa bastó para dejarlo fuera de combate.

Al término de la refriega la zona de cocinas ofrecía un aspecto similar al de la campiña de Flandes en 1916. Me temo que la reparación de los desperfectos será onerosa.

Los prisioneros han quedado a cargo del sargento Blops –no sin cierta inquietud por mi parte. Sólo queda añadir que, justamente en el instante en que el furgón policial se alejaba apareció el criado de Monsieur de Sans-Foy con una espingarda yemení entre las manos y gritando: “sujetadme o no respondo”. Rose, educadamente, le hizo saber que su aportación era de agradecer pero “ya no resultaba necesaria”

Y eso es todo Milady. Me honra poder comunicarle que “the day is yours” y la casa ha quedado libre de presencia extranjera, si exceptuamos a Su Excelencia el barón.

2:38 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Lou, querida:

¡Albricias!
Veo que estás de nuevo al mando.
Camino de Parsons Manor, Porridge y yo nos hemos cruzado con la horda germánica, que se dirigía al pueblo en el coche del sargento Blops...
Iban algo apretaditos, (el sargento, sobre las rodillas de Frau Glutenfinger)

He tenido que apear a Porridge para cargar con Rainer, camino de Londres:
No deja de llorar...
¿Qué vamos a hacer con este muchacho?

(Por cierto: mientras enfilábamos el camino de salida, Arnold Fitzwilliams ha conseguido introducir en el habitáculo del Bentley dos aerolitos de considerable tamaño.
Alguien debería hablarle de la Convención de Ginebra: al menos, de lo relativo al personal no beligerante)

Ciao, darling. Te dejo a Porridge. Tiene instrucciones para ayudarte a afrontar el regreso de la señora Muffwater (o eso creo)

Eugène de Sans-Foy

8:20 PM

jueves, 29 de abril de 2010

LA CALMA ANTES DE LA TORMENTA



Ebenezer McGrog dijo...
Vayamos a los hechos, Rose. La situación es crítica: la Sra. Muffwater se ha ausentado en confusas circunstancias y una horda germánica se ha infiltrado en Parsons Manor tomando el control de la zona de servicio. El grupo está capitaneado por una fräulein de proporciones paquidérmicas al frente de cuatro turbios individuos ataviados de tiroleses. Uno de ellos, el que llaman Edelweiss, ejerce las labores de lugarteniente y contrarresta su aspecto poco varonil con una taimada astucia.

La espera de refuerzos -sí, hablo de Porridge, en momentos como éste “cualquier” ayuda es apreciable– no puede demorar la toma de decisiones. Esta noche, releyendo a Clausewitz y los Comentarios a la Guerra de las Galias, he recordado que los grandes generales atienden a las enseñanzas de la Historia. Y de eso, aquí, tenemos para dar y tomar: has de saber, Rose, que esta casa se alza sobre las ruinas de una fortaleza normanda, cuyos sótanos conectan con la zona de cocinas a través de un pasadizo secreto al que se accede desde un falso panel situado en la cámara de mapas. Mi plan es sencillo: consiste en efectuar un ataque relámpago de madrugada a través del pasadizo, y, aprovechando el sueño del enemigo, maniatar a la caudilla y neutralizar al cuarteto bávaro con los instrumentos que encontremos a nuestro alcance. Afronto la operación con moderado optimismo ya que el pequeño Arnold se ha ofrecido voluntario y yo, después de mucho cavilar, he aceptado su ofrecimiento (siempre le digo a Milady que este muchacho llegará a Par del Reino si antes no da con sus huesos en un presidio).

11:45 AM
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Rose Downstairs dijo...
¡Qué emocionante Sr. McGrog! Nunca me imaginé que formar parte de la plantilla de Parsons Manor como Gobernanta luxury class residente fuera tan excitante. Voy a tener aventuras para contar a mis sobrinos para dar y tomar. Y hablando de tomar, tenga ud cuidado. La idea de la blitzkrieg contra los teutones me parece fantástica, pero cuídese mucho de la fraü que es de cuidado. Ayer vi con mis propios ojos como vencía sin despeinarse a todos sus subordinados en una tanda de pulsos simultáneos y luego fue capaz de derrotarles en la revancha a soka-tira en modalidad "arrancada" (a golpe de riñón). Más tarde hizo unas series de "levantadas" de nevera a mano cambiada y terminó con unas katas de capoeira a ciegas con las que destrozó todo el alicatado de la cocina. Una bárbara. ¡Una auténtica walkiria!

4:43 PM
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Ebenezer McGrog dijo...
Hora H: 2:00 a.m. Equipo ligero de campaña y media ración. El ataque comenzará a los sones de Scotland The Brave. Deberá ser, en la medida de lo posible, fulgurante y brutal. Yo abriré la marcha y tu irás detrás, Rose: te sugiero que practiques con el tomahawk hasta la noche. Arnold cubrirá el avance con su tirachinas.

"Media legua, media legua,
Media legua ante ellos.
Por el valle de la Muerte
Cabalgaron los seiscientos"

6:50 PM
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Rose Downstairs dijo...
Sr. McGrog, ¿cree que estaremos de vuelta para la cena o debemos pertrecharnos con unos sandwiches de pepino y roastbeef con manteca de cacahuetes por si se alarga la jornada? Se lo digo porque si me meto en faena luego a ver cómo voy a coger el bazooka con las manos llenas de grasa.

Otra cosa: ¿le parece que lleve la cofia de camuflaje tipo selva o la de motivos del desierto?

10:35 PM

miércoles, 28 de abril de 2010

FIN DE LA PESADILLA



Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querida...
¡Estamos salvados!

Con la inestimable ayuda de Porridge y mi olfato de sabueso, creo haber resuelto el desagradableAsunto Sauerkraut:

¿Hace cuánto tiempo que no VES a la señora Muffwater?
Sí, sí... Sé que la has oído refunfuñar en la cocina... pero, ¿La has VISTO últimamente?
Con su caracter de górgona, nadie, salvo Mildred, la esfera, se atreve a penetrar jamás en sus antros subterráneos. Incluso McGrog se comunica con ella por el interfono.

PUES BIEN: Ocurre, señores del Jurado, que esta semana se celebra en Baconham Palace, Yorkshire, la famosísima Feria del Cerdo...
¿Y qué es lo que más le gusta de este mundo -aparte del ron- a la señora Muffwater ? ¡Una buena carrera de cerdos!

Largas pesquisas, en las que han intermediado –no del todo desinteresadamente- corredores de apuestas y entrenadores de cerdos, nos pusieron sobre la pista:
La señora Muffwater se largó el Lunes a Yorkshire, y no piensa volver hasta el Sábado por la tarde.
¿Urdió la fuga ella sola, o con ayuda de otros?
Las evidencias, querida Louella, señalan irrefutablemente a tu Rainer como auxiliador necesario.
¿Y quién diantres está entonces en mi cocina, te preguntarás?
También para eso tenemos respuesta:
¡La impostora es Frau Gertrud Glutenfinger, propietaria de la charcutería “Die Schöne Müllerin”, quien fue traída en secreto por tu Rainer, a fin de satisfacer en él oscuros e inconfesables apetitos carnales! ( de carne de cerdo, para ser exactos)

El asunto es grave, sin duda... pero, si maniobramos con premura, aún podemos salir airosos:

Como primera medida, te sugiero que envíes a McGrog a despejar la cocina, manu militari, de toda presencia enemiga.
Liberado el teatro de operaciones, debes encargar a Rose que asuma, con caracter interino, las altas funciones de la señora Muffwater. (Cuando ésta vuelva, tendrá mucho que callar... y si refunfuña, será por lo bajinis).
Como colofón y moraleja del asunto, me atrevo a proponerte una ininterrumpida sucesión de menús de pescado... proscribiendo estrictamente todo ingrediente porcino:
Creo que tu Rainer aprenderá para siempre quién lleva los pantalones en Parsons Manor.

De nada, querida...
Lo demandó el Honor y obedecimos.

Yours faithful

Eugène de Sans-Foy

10:09 AM
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Louella Parsons dijo...
Me dejas estupefacta, mi querido SANS-FOY.

¿Feria del Cerdo?

Nunca había oído hablar de nada tan ridículo.

¿Y dices que Muffwater se ha trasladado hasta Yorkshire para asistir a esa horrible carrera sin consultarme y ayudada por Rainer?

Querido Eugène, creo que en este penoso asunto debo actuar sin vacilación y aunque no tendré en cuenta alguna de tus recomendaciones como trasladar a Rose a la cocina (¡oh querido, estaría perdida sin ella en este océano de traiciones!) o una dieta a base de pescado (a Rainer le encantan los arenques), sí creo que debo tratar este grave incidente con McGrog, el único que no ha perdido la cabeza en esta casa.

Recuperaré mi posición en esta casa, Eugène y pondré a cada uno de los traidores en su sitio y te confieso, querido, que el de Rainer, está todavía por decidir y puede que se encuentre en Metternich.

4:40 PM

martes, 27 de abril de 2010

NEVER SURRENDER!



Louella Parsons dijo...
Mi querido SANS-FOY,

Siento que estoy perdiendo en control en Parsons Manor.

Desde que mamá se declaró inútil para cualquier decisión doméstica (y de cualquier otra índole) tuve que ser yo la que asumiera semejante responsabilidad.

Como te imaginarás, este cometido exige un trabajo extraordinario y, a veces, me siento desfallecer pero me digo a mi misma que una Parsons no debe amilanarse ante la perspectiva de escalar una enorme montaña y dignamente me recompongo.

Pero con lo que no contaba era con confabulaciones entre Rainer y la Sra. Muffwater.
Como lo oyes.

Sabes que a Muffwater siempre le tuve un miedo espantoso y nunca me he atrevido a cuestionarle un menú.
Su absoluto dominio del área cocina y anexos-, incluidos proveedores de víveres, afiladores de cuchillos y otras especies necesarias para la cocina de Muffwater-, es incuestionable e indestructible.

El caso es que, mi querido Eugène, Rainer y Muffwater se han aliado.

Desde hace algunas semanas en Parsons Manor cenamos todos los días ”sauerkraut”, esa horrible e indigesta col fermentada, comida favorita de Rainer, que todavía no he descubierto si es plato principal o acompañamiento de algo.

Muffwater dice que es muy saludable y que nos conviene a todos. No hay nada más que decir.

Querido, lo que no es saludable es mi existencia en esta casa.

5:40 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...

Querida LOU:

Estoy francamente aterrado por tus noticias.
¡Sauerkraut!

¡Mi sangre normanda se rebela!
¿Para eso expulsamos a la Inquisición Española?
¿Para eso se marchitó la flor de nuestra juventud sobre los verdes campos de Francia?
¿Para eso combatimos por tierra, mar y aire?

¡Sauerkraut! ¡Dios Santo!
¡No en nuestra Isla!

El asunto es de tal gravedad que recabaré toda la ayuda posible.
Espero que Porridge nos asista con su proverbial clarividencia. Incluso estoy dispuesto a acudir al tío Seamus, ese oráculo rural (y pesetero).

De momento, te sugiero que le confíes tus cuitas a McGrog.
Últimamente le encuentro algo propenso a hacer economías (sospecho que las pastas mordidas que nos sirven con el té no son responsabilidad exclusiva del pequeño Arnold)
Apela a su patriotismo. Por ahí quizá consigamos algo.

Y encomiéndate a Dios y a San Jorge:
Rule, Britannia!
¡Venceremos!

5:56 PM
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Rose Downstairs dijo...
Vaya, la deutschefever alimentaria invade Parsons Manor. Sauerkraut, Chucrut, Steckrübeneintopf, Kohlrabi, Spätzle, Knödel, Mehrkornbrot, Apfelschorle y de postre tarta Selva Negra. Así me explico yo que la otra noche Milady se encaminase a su habitación marcando un perfecto y marcial paso de la oca…

6:16 PM
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Ebenezer McGrog dijo...
Sígueme, Rose, no tenemos un segundo que perder. He excavado un hoyo en el calvero de la tejeda y me propongo rellenarlo con todos esos tarros de bazofia goda antes de que el barón despierte de la siesta. Y ni una palabra de esto a Milady. Será un secreto entre nosotros: la delgada línea roja.

6:31 PM
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Rose Downstairs dijo...
Sr. McGrog, también tendremos que destruir todo el cultivo de coles que el prometido de Milady tiene de tapadillo en el cobertizo que hay junto al invernadero. Pero habrá que tener cuidado de no despertar a los temibles pastores alemanes que el señorito Rainer se trajo de su querida tierra germana para cuidar de que nadie le robara una sola col de su plantación. Tendremos que idear un plan para deshacernos de ellos. Estoy pensando que Mary Schelling-Dron me habló el otro día de ciertos pollos cargados con hormonas que obran maravillas en cuanto a desviaciones de los hombres en su natural ser de machotes…

7:05 PM

domingo, 25 de abril de 2010

Ebenezer McGrog dijo...
- Rose, recuérdale a la Sra. Muffwater que "esa repugnancia verdosa" se llama moho y forma parte de la creación al igual que el rododendro o las perdices. Tengo entendido que algunas tribus de Saskatchewan lo utilizan por sus virtudes curativas, y creo que el joven Dr. Fleming anda interesado en el asunto -no me extrañaría que ese muchacho llegara lejos.

Todo esto viene a cuento porque acabo de rescatar del cubo de la basura medio plumcake perfectamente apto para el consumo humano. Basta con raspar un poco con el cuchillo -¿ves?- y ya está.

6:28 PM
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Rose Downstairs dijo...
¡No, no! ¡No lo haga, Sr. McGrog! No le quite el moho al plumcake, que forma parte de un nuevo producto transgénico híbrido de bizcocho y cabrale's cheese con el que intentamos abrir una línea de mercado alimentario que llamaremos "La alhacena de Parsons Manor"…

6:37 PM

sábado, 24 de abril de 2010

Ebenezer McGrog dijo...
Celebro que el percance del Duque de Edimburgo no haya tenido consecuencias graves. Recuerdo haber comentado con su cochero que no me parecía adecuada la disposición de los ponis en el tiro.

10:13 AM
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Louella Parsons dijo...
LOU, querida:

Sé que andas liadísima en Londres, comprando tus modelitos para Ascott y los bailes de Primavera.

--

¿Ascott?

No, Eugène, este año no acudiré a Ascott. Te parecerá extraño pero he decidido restringir mi presencia en tantos actos públicos.
Súbitamente, me he sentido como un estúpido ornamento en estos eventos sociales en los que todos te miran para luego despellejarte sin piedad.
Y honradamente, querido, me estremece la idea de llegar a estar “muy vista” como las aburridas gemelas Poppins o la insufrible Mary Tipton que, por cierto, quiere pasar este fin de semana por Plumcake Castle para saludarte.

Me ha sugerido que vayamos juntas a tomar el té con tía Raspa y así salvarte del abismal aburrimiento que te espera a su lado.

Querido, le veo muy interesada en ti.
Ya te lo sugerí la última vez que me manejó para acercarse a ti y tú, como siempre, lejos de evitarla, fomentas el disparate que pasa por su cabeza de chorlito.



Desde que Tipton se volvió sufragista (siempre dije que esta mujer estaba muy lejos de ser intelignte), decidí que con ella, ni a la toilette

Resumiendo, querido Eugène, nada me complacería más que acompañarte a Plumcake Castle este fin de semana (tenía que explicarte el drama de los dugongos que llegaron ayer a Parsons Manor) pero esta vez me temo que Mary Tipton se me ha adelantado.

Cuídate de ella querido Eugène, que, aunque no lo parezca, es otro dugongo.

11:56 AM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, my dear:
¡Qué tobillo tan providencial!

El accidente de S.A.R., el Duque de Edimburgo, ha venido a sacarme de mi letargo en Plumcake Castle.

La noticia nos sorprendió mientras empujaba la silla de ruedas de Lady Raspa por la rosaleda. (Ya sabes cuánto le gusta disparar sus revólveres sobre las flores a última hora de la tarde)

"Eugène, muchacho... -dijo Tia Raspa- Como gentilhombre de Cámara de Su Majestad, debes partir de inmediato hacia Windsor:
Llévale, de mi parte, un tarro de cataplasma de tuétano. A mí me ha ido fenomenal.
Ah... Y recuérdale amablemente a la Reina que, si sus reales ovejas siguen colándose a pastar en mis tierras galesas, las dispersaré respetuosamente a tiros".


En fin, querida... ¡Me voy para Windsor, cuna la mejor cerveza oscura de Inglaterra!.

(Y Mary Tipton, camino de Plumcake Castle...
A veces, Dios escucha nuestras oraciones incluso antes de pronunciarlas. Alabado sea Su Santo Nombre).

1:37 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
POSTDATA:

LOU, querida:
¿Es cierto que McGrog ha cedido a Bucéfalo a las Caballerizas Reales?
Siempre he sospechado que había un siniestro lobbie escocés entre los cocheros.

Seguro que el viejo McGrog ha hecho un buen negocio, pero... ¡Bucéfalo!

(Menos mal que la cosa ha quedado en un tobillo. Si Scotland Yard investiga, podrían acusarle de connivencia con el terrorismo islámico).

1:50 PM

viernes, 23 de abril de 2010

Ebenezer McGrog dijo...
El sentido de la responsabilidad, unido a la condición austera que acompaña al carácter de los McGrog, me obligan a intervenir ante lo que cabría calificar ya como un notorio desorden contable (lucho denodadamente por evitar el término “despendole”).

No ha podido ocultarse a tu natural perspicacia, Rose, que la venturosa relación de Milady con su prometido tiene como contrapartida el haber embarcado a esta casa en una desquiciada carrera de gastos suntuarios rayana en la prodigalidad y que sólo augura calamidades. Ahí está, como aviso a navegantes, el ejemplo del conde de Finchhatton, quien ha tenido que subastar su colección de manatíes disecados para hacer frente al socavón financiero ocasionado por los dislates de su joven esposa.

Lo más grave es que llueve sobre mojado: mi bisabuelo Alvin ya advirtió en su día a la tercera marquesa que un exceso de eventos festivos podía erosionar letalmente el patrimonio familiar. Su consejo no fue atendido y, desde luego, tampoco parece ahora que sea Lady Louella la llamada a poner coto a semejante despropósito (menos aún cuando su teutónico partenaire no se muestra muy dotado para el trabajo y sólo piensa en la onerosa holganza).

Así pues, las arcas de Parsons Manor se desangran, y el mal va a empeorar en los próximos meses si el Gobierno de Su Majestad insiste en emular a los bolcheviques y sube dos puntos las exorbitantes tasas que gravan la lana Cheviot, bastión asediado de nuestra menguante prosperidad.

La gravedad de esta amenaza fuerza mi designación como ministro de finanzas en la sombra con el propósito de acometer un drástico recorte de gastos superfluos. Tú, Rose, serás mi subsecretaria.

1:05 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querida:

Sé que andas liadísima en Londres, comprando tus modelitos para Ascott y los bailes de Primavera.

Ayer recalé en Parsons Manor y hubo dos cosas que llamaron mi atención. Las dos cosas estaban siendo desempaquetadas, y tenían todo el aspecto de dos ENORMES dugongos disecados que, por lo visto, tu Rainer le ha comprado al bueno de Teddy Finch Hatton...

No estoy seguro de que coleccionar dugongos sea de buen tono... pero reconozco que estoy un poco fuera de onda últimamente.

En otro orden de cosas, te diré que, al pedir mi desayuno esta mañana, en lugar de los deliciosos brioches de costumbre, McGrog me ha traído un huevo duro y una bolsita de té que se ha sacado del bolsillo. Una bolsita que tenía todo el aspecto de no ser primeriza en el oficio...

Me ha parecido raro, pero soy del parecer de que es mejor no contradecir a McGrog. Con Porridge sigo la misma política desde hace años. Ahorra tiempo y problemas.

En fin, querida... este weekend estaré en Plumcake Castle: Lady Raspa se ha roto un tobillo. Evoluciona favorablemente, pero pueden surgir complicaciones...
(y si ello sucede, quiero estar cerca de sus 60.000 libras anuales).

Yours, faithful &c.

2:24 PM

lunes, 19 de abril de 2010

CONTINENTALES...



Louella Parsons dijo...
El conde se ha ido sin despedirse.
Te lo advertí querido SANS-FOY: no nos conviene relacionarnos con esta suerte de aristócratas vanidosos y sin modales, cuyos orígenes desconocemos completamente. No se puede esperar nada bueno de ellos.
Hay dos clases de aristócratas: los nuestros y los demás. Tú verás si prefieres Bentleys o globos aerostáticos.

¿Cómo pude imaginar anoche que me podía interesar, aunque fuera remotamente, alguien que viaja en globo?

Eugène, tu macferlán está aquí. Cepillado y planchado. Si vienes tú mismo a recogerlo, no traigas a ningún conde. No te abriré la puerta.

8:03 PM

domingo, 18 de abril de 2010

HASTA LA VISTA, CONDE



Wilbur Porridge dijo...
Informe nº 3 de seguimiento del conde B.D.

Después de tres horas de guardia tras los cortinajes del corredor azul que conduce a los aposentos del conde, un ruido proveniente de la escalera me despierta. Apartando levemente las cortinas me asomo y veo una luz que asciende las escaleras y avanza por el pasillo. Nervioso por los últimos acontecimientos, agarro con fuerza el atizador del que me había provisto al comenzar la guardia, pero cuando la luz se acerca compruebo que su portadora no es otra que Rose, que lleva una bandeja y un sucinto camisón. Repuesta del susto que le ha provocado mi súbita irrupción desde las cortinas, e Interrogada sobre su presencia en ese lugar a esas horas Rose responde, de forma desabrida, muy ajena a su afabilidad natural, que viene a traer “un resopón para el conde” pues, afirma, “es una costumbre que se sigue desde tiempo inmemorial en Valaquia”. Observo, sin embargo, que el mencionado resopón no consiste, como cabría esperar, en un vaso de leche y un trozo de plum-cake, sino en una botella de la Veuve Clicquot y un bol conteniendo lo que parece ser caviar, todo lo cual contribuye a reforzar mis recelos.

10:44 AM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...

To Mr. Percival Lacoste
Foreign & Commonwealth Office
Whitehall, London


Querido Perry:

Nuestro conde se ha esfumado.
Así, sin avisar.
Cuando me he levantado esta mañana, no quedaba rastro de él ni del globo aerostático.
La verdad es que no me sorprende demasiado, después de una noche como la de ayer:

Hubo baile, vino y zíngaros hasta altas horas, con gran entusiasmo por parte de todo el mundo, incluído el servicio.
Sólo mamá Parsons, que cayó como un leño a la segunda copa, y un servidor, que hubo de ser arrastrado a sus aposentos a la segunda botella, abandonamos la velada a una hora razonable. Lo cierto es que durante toda la noche no he parado de oír puertas que se cerraban, risas y carreras por los pasillos.
El conde ha sido victima, en mi opinión, de su éxito con el bello sexo: no puedes despertar la fiera dormida que habita en toda mujer inglesa, y esperar librarte luego con reverencias y besamanos.
Rose Downstairs capitaneaba una auténtica horda de admiradoras con cofia, incluyendo a la señora Muffwater, la cocinera, y seis pinches de cocina, (entre las que hay una, “Mildred, la esfera”, que pesa ella sola 220 libras).

La misma Lady Parsons tampoco fue del todo ajena a los encantos del conde, aunque se limitó a mostrar un tolerable arrobo pánfilo, como corresponde a su cuna y condición.

En fin... Esperaré a que Porridge me cuente los detalles, pero veo poco probable que el conde Dubrovnik os permita construir una base aérea en sus tierras, salvo que le aseguréis que no hay mujeres en la RAF.

Se hizo lo que se pudo, pero los continentales siempre se meten en problemas.

Saludos a los muchachos,
Eugène

11:47 AM
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Ebenezer McGrog dijo...
Bien sabes, Rose, que no pertenezco a esa clase de hombres que se amilanan ante las adversidades. Pero sé por experiencia que, cuando una situación escapa a nuestro control, la probabilidad de que derive en catástrofe es elevada. La de hoy, desgraciadamente, no ha sido una excepción. El día tuvo un arranque fugazmente prometedor. El barón y yo, después de ingerir un excelente desayuno y tocados con unas peculiares boinas propias del lugar por cortesía del Príncipe Leopoldo, nos plantamos en el muelle a las once esperando ver amarrada nuestra esbelta embarcación de banco móvil para dos sin timonel. El sol brillaba, la moral era alta y ardíamos en deseos de dar una lección deportiva a ciertos individuos jactanciosos que deambulaban por las inmediaciones. Es entonces cuando los acontecimientos comenzaron a tomar un rumbo insospechado. Según parece, el barón no había entendido bien las normas de la competición, y, cuando la confusión quedó laboriosamente aclarada, nos encontramos asidos a un pesado remo y sentados como marineros vikingos en una especie de lancha ballenera llamada “Manuelita” junto con otros once sujetos más bien fornidos que nos observaban con curiosidad. Superado el desconcierto inicial, pudimos observar que otras siete naves semejantes se alineaban en el agua, prestas a iniciar la competición mientras que una muchedumbre se agolpaba en riberas y puentes en medio de un gran jolgorio. El barón y yo cruzamos una mirada de muda resignación disponiéndonos a dar lo mejor de nosotros mismos, y he de decir modestamente que nuestra contribución al esfuerzo colectivo fue aceptable, como lo probaron las miradas de admiración que comenzaron a detectarse entre los otros tripulantes mientras que nuestra trainera -así llaman en la zona a esos haces de troncos- cobraba una ostensible ventaja respecto al resto de embarcaciones.

Y, entonces, sucedió: tocábamos la victoria con los remos enfilando velozmente el último largo, para lo cual debíamos pasar bajo un puente atestado de público, cuando llamó nuestra atención algo que caía al agua interponiéndose entre la trayectoria de la “Manuelita” y la ansiada línea de llegada. La alarma se incrementó notablemente cuando vimos que ese algo tenía el aspecto inconfundible del pequeño Arnold, y que el Príncipe Leopoldo surcaba igualmente el aire en auxilio de nuestro demonio pelirrojo seguido de varias decenas de lugareños. Como es lógico, aquella copiosa lluvia de personas sobre el itinerario establecido motivó la suspensión inmediata de la competición y Arnold, que no cesaba de protestar y dar patadas, fue extraído de las aguas con ayuda de un bichero. El Príncipe Leopoldo, por su parte, consiguió alcanzar la orilla a nado y fue llevado a hombros hasta el Ayuntamiento en medio de grandes muestras de simpatía popular.

Qué agradable resulta encontrarse de nuevo en Parsons Manor, Rose... ¿Han tenido un estancia placentera los invitados de Milady? Aguardo tu informe con impaciencia.

1:03 PM
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Rose Downstairs dijo...
Querido diario…¡cuán equivocada estaba con Wilbur Porrigde! Yo que he visto cosas increíbles, leños de madera ardiendo en la chimenea de los Anazugasti-Arana de Apatamonasterio más allá de San Juán, he visto el Ferrari plateado de Cromwell Photoshop resplandecer cerca del portón de Tan Hause puedo decirte, querido diario, que todos esos momentos palidecerán -y si no, al tiempo- ante lo que hoy voy a relatarte. Es hora de contarlo.

Ayer noche estaba limpiando la escarola cuando de improviso comencé a sentir una extraña sensación en mi interior. Era como si de algún lejano lugar una arrebatadora fuerza se apoderase de mi mente. Poco a poco la temperatura de mi cuerpo se iba incrementando. Decidí ir al botiquín para buscar el termómetro para ver si tenía fiebre. Pero en vez de eso lo que hice es bajar a la bodega y coger una botella de Cliquot Laporta cuveé 09 y encaminarme hacia el aposento de il belo Conde. No me preguntes por qué. Y tampoco "cómo", que te conozco. El caso es que a partir de aquí mis recuerdos se vuelven imprecisos y desordenados. Recuerdo que me encontré con Porridge en el pasillo, que más tarde entré en el aposento del Conde pero allí no había nadie…No, espera. Sí, había algo que se movía incesantemente por el techo. Intenté…intenté levantar la mirada para ver qué era pero súbitamente apareció el Conde a mi lado…sentí su olor a Varón Dandy (curioso que todo un Conde se ponga en manos de otro aristócrata en las distancias cortas, que donde un hombre se la juega) cegando mi pituitaria lo que me produjo un fuerte mareo que el Conde aprovechó para iniciar un estudiado magreo…no podía rechazarle, era presa de una desatada sensación de placer…sus manos, su boca acercándose a mi cuello…yo no quería, ¿eh?, pero ¿qué puede hacer una humilde gobernanta ante los encantos de un hombre así? Estaba resignada a mi suerte cuando ocurrió algo realmente extraordinaro. La contraventana se abrió de par en par dejando ver la plenitud de la acerada luna del cielo de Parsonsville y de repente por la puerta del aposento del Conde apareció la silueta de un ser mitad valette, mitad lobo que se abalanzó sobre el Conde con aviesas intenciones. No puedo contar más, ya que caí al suelo en el embite de la sobrenatural bestia. Al despertar la habitación estaba manga por hombro, el Conde lloraba desconsolado y Porridge me asía con especial ternura mientras me preguntaba si me encontraba bien.

No se, querido diario, si lo que recuerdo sucedió o no. Pero la verdad es que de la botella de Cliquot no quedaba más que el casco.

8:50 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querida:

Cuando McGrog regrese, te agradecería que le encomiendes la búsqueda de mi macferlán de paño. Ya sabes: el de los cuellos de piel de lobo.
No lo encuentro por ninguna parte.

Eugène de Sans-Foy

8:57 PM
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Arnold Fitzwilliams dijo...
- Verás, Tía Lou: la culpa fue de ese puente. Yo sólo quería ver al tío Rainer y al viejo McGrog. Se supone que habíamos hecho un viaje de miles de millas sólo para eso, pero al llegar me encontré con unas barandillas enormes que no me dejaban ver nada. Yo no tengo la culpa de que allí construyan los puentes de esa forma tan rara, con barandillas altísimas que no dejan ver a los niños o a la gente baja. Debería haber alguna ley que lo prohibiese. Por eso tuve que subirme tan arriba, y no habría sucedido nada si aquella señora gorda no se hubiera puesto a hacer la ola justo cuando yo me asomaba. No comprendo por qué se formó luego todo ese alboroto. Puedo nadar perfectamente, pero estuve a punto de morir ahogado cuando se me echaron encima todas esas personas. Si no llego a saber nadar tan bien podría haber muerto ahogado o afisiado...

11:37 PM

sábado, 17 de abril de 2010

ARDORES NOCTURNOS




Ebenezer McGrog dijo...
Vísperas de competición y no consigo apartar la cabeza de....mis obligaciones. Quizás no hice bien en ocultar a Rose lo que se dice por ahí acerca del Conde Dubrovnik. Pero me resisto a difundir habladurías, más aún cuando afectan a un invitado de Milady. Si exceptuamos algunas zonas de Valaquia, donde según Mordecai la gente se santigua y atranca los postigos cuando sale el tema a relucir, la mayoría considera que sólo se trata de chismorreos asustaviejas. Pero también está lo de ese maldito moscón irlandés... hace más horas en Parsons Manor que las armaduras del salón de batallas. Y yo, mientras, aquí, planchando estas ridículas camisetas sin mangas.

9:38 AM
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Rose Downstairs dijo...
Querido diario, esta noche ha sido una noche movidita. La extraña orden del Conde para que dejásemos abiertas las puertas de los ventanales de su aposento no nos hadejado pegar ojo. Nada más anunciar la medioanoche el viejo carrillón del pasillo del ala de invitados se desató un fuerte vendaval y las contraventanas de su habitación no han dejado de aporrear durante toda la noche. Afortunadamente puedo presumir de tener un sueño bastante profundo, lo que es una ventaja en estas situaciones. Aún así me ha parecido estar oyendo pasos y golpeteos toda la noche y también como si alguien pronunciara mi nombre repetida y desesperadamente. Serán imaginaciones, seguro. Voy a mandar limpiar las extrañas marcas en el suelo que van desde mi habitación a la de Porridge. Si hay algo que a Lady Parsons desagrade es un suelo manchado. Como Milady siempre me dice: "Rose, un suelo inmaculado es el mejor reflejo de nuestro impoluto caminar por la vida". ¡Cuánta razón tiene Milady siempre!

10:40 AM
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Wilbur Porridge dijo...
Informe nº 1 de vigilancia del conde B.D.

La visita del conde Bèla Dubrovnik está siendo acompañada por una sucesión de acontecimientos extraordinarios, de los que no es el menor su desconcertante costumbre de aparecer de repente en cualquier lugar, de una forma que se diría incompatible con las naturales limitaciones de las personas al desplazarse.

Pero lo más notable es el diabólico magnetismo que el Conde B.D. ejerce sobre el bello sexo, al que temo que Rose, por lo general tan distante, no sea inmune. Es éste un influjo de tal intensidad que, aún reconociendo el porte apolíneo del conde, sus exquisitos modales, la impecable factura de sus trajes, y su inmensa fortuna, sólo puede tener origen en un pacto sobrenatural con el Maligno. Me propongo, por consiguiente, realizar una continua labor de vigilancia durante la estancia de B.D. y registrar detalladamente las observaciones efectuadas. Fin del comunicado.

12:03 PM
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Arnold Fitzwilliams dijo...
Hamigos estoi en Hespania. es vastante grande al benir e conduzido un poco sin querer el rols royzer resiste vastante vien los choques. francia tnvien es vastante grande y ablan parecido al viejo Sansfoi. Aora boy con el biejo leopold es mallor haunque no le himporta jugar a piratas. nos bamos a dar un paseo a la plalla y el tio rainer y el biejo McGrog tienen maniana una especie de carrera de varcos nosotros la beremos desde un puente y luego una merienda suculenta

Arnold

sant georges

12:12 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...

To Mr. Percival Lacoste
Foreign & Commonwealth Office
Whitehall, London.


Querido Perry:

Disculpa las manchas de café. Te escribo mientras disfruto de los famosos brioches de Parsons Manor.
Béla y yo aterrizamos aquí anoche -literalmente-
La idea de venir en globo aerostático me pareció una excentricidad, pero este hombre es un prodigio controlando las corrientes de aire, (lo que no está nada mal, al precio que tiene el carburante)
También es impactante su visión nocturna: encontró muy pintoresca la Catedral de Lincoln, y te juro que yo no conseguí ver ni un maldito arbotante.

Por alguna razón, siendo pálido e insulso como un arenque en salmuera, nuestro conde es uno de esos tipos que cautivan al bello sexo: las chicas del Electroshock Trio se lo querían llevar de gira... y hasta esa sosa de Samantha Poppins coqueteó con él con la desenvoltura acuática de un dugongo.
Cierto que baila el tango como un maldito acróbata, y que su voz está a medio camino entre Frank Sinatra y Dietrich Fischer-Dieskau... pero aún así: no sé qué ven en él.
Così fan tutte! Lo extranjero las vuelve locas. Y cuanto más moreno, mejor.

En fin... Espero que todo esto le haga receptivo a vuestros malévolos propósitos.
¿Queréis construír un aeropuerto secreto, o algo así? ¿Por qué siempre le dejáis a uno a medias?. Espero, malditos burócratas, que vuestra vida sexual no esté cortada por el mismo patrón: San Remilgo.

Saludos

Eugène de Sans-Foy

1:21 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Estoy con usted, querido conde:

La democracia es una de esas cosas sobrevaloradas, como el fútbol y los actores norteamericanos.
No es que abogue por la vuelta a los castigos corporales y el encadenamiento de los obreros a sus puestos de trabajo... pero es evidente que cada uno debe saber cuál es su sitio, y mantenerse en él, sin andar zascandileando por ahí ni llenando de pasquines la vía pública.
En tiempos de nuestros bisabuelos, cuando sólo votaban los cincuenta mayores contribuyentes de cada condado, la democracia era fresca y pujante como la brisa primaveral. Hoy, en cambio...

Cuando veo esas manifestaciones sindicales, echo en falta la concisión dialéctica de nuestros granaderos.

2:22 PM
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Rose Downstairs dijo...
No se que me pasa hoy…siento como una fuerza arrebatadora que se apodera de mi voluntad…una invitación a la vida que no puedo rechazar…cada vez que veo al Conde…tan guapo…tan seductor…perderse entre sus poderosos brazos…sentir el pálpito de su corazón de su atlético torso…¡Dios mío, qué calor hace hoy!

9:05 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Fogata campestre,
goulash,
vino de Tokaji,
fuegos artificiales,
baile a la luz de la luna...
¡Estos condes continentales no hacen las cosas a medias!

(¿De dónde diantres habrá sacado la orquesta de zíngaros?
Me ha parecido reconocer entre ellos a varios miembros de la Coral Anglicana de Parsonsville)

9:36 PM



Louella Parsons dijo...
Qué hombre tan encantador, el conde...
Su mirada y su voz me han cautivado de tal manera que no acierto a pronunciar una palabra a su lado. Sería una catástrofe que mi conversación le pareciera absurda o peor aún, aburrida.

¿Y si bailo con los zíngaros para atraer su atención?
-No.
¿Y si canto?
-Menos.
¿Me quito el chal?
-Sí, empezaré por ahí. Y beberé otra copa de ese vino Tokaji que ha traído Béla.

Béla…..
Cuánto misterio hay dentro de esas cuatro preciosas letras… B é l a…

viernes, 16 de abril de 2010

MOONLIGHT SERENADE



Wilbur Porridge dijo...
Querida Rose.

Te supongo enterada de la visita que mi señor y yo vamos a realizar a Parsons Manor acompañados de un conde extranjero. Es éste una persona de gran espiritualidad, como atestiguan su palidez y la profundidad de su mirada, y que parece ser proclive a intensos arrebatos religiosos, como demuestran sus reacciones ante la cercanía de crucifijos.

Para mi, como habrás adivinado, la visita representa un motivo de inmensa satisfacción, únicamente enturbiada por la ausencia del admirable McGrog. Y, como conozco la riqueza de matices de tu alma y tu permanente anhelo de belleza literaria, me he permitido tomar prestado de la biblioteca del señor (concretamente de la parte a la que se accede mediante la manipulación de un falso panel de madera), un libro del egregio autor Donatien Alphonse Françoise, pura poesía cuyas intrincadas descripciones y el fervor que emana de sus ilustraciones son capaces de conmover incluso a las personas más insensibles. Tuyo afectísimo.

W.

10:46 AM
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Rose Downstairs dijo...
Querido diario, no puedo esperar un minuto más para contarte que hoy he visto en una de esas revistas ilustradas de la peluquería de Tracy Hair al hombre más guapo del mundo, con permiso de nuestro mister de Parsonsville, Cronwell Photoshop. Como te digo es una pocholada. Por sacarle algún defecto tiene la boca siempre muy cerrada, como si quisiera esconder algo. He querido ver de quién se trataba, pero la torpe de Tracy ha derramado el tinte rubio platino nº5 en la parte del texto y me he quedado con las ganas. Tenía un porte señorial, como un aristócrata centroeuropeo de rancio abolengo, con una capa de terciopelo azul haciendo juego con sus zapatos de gamuza del mismo color que le quedaban de muerte. Y esa pajarita de raso verde esmeralda tan conjuntada con el color de sus ojos…No sabría qué hacer si un hombre así se cruzara en mi camino, querido diario, pero es posible que hasta estrenara las enaguas de seda china que mi difunta madre me regaló como ajuar cuando casi me caso con el jardinero de los Anazugasti-Arana de Apatamonasterio. Tengo que dejarte, querido diario. La llegada del conde Béla Dubrovnik es inminente. Y la de Porrigde también.

5:06 PM
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Rose Downstairs dijo...
Querido diario, il belo que he visto en la revista de la peluquería es…es…es…¡¡¡¡el Conde Béla Dubrovnik!!! ¡El mismo que nos va a visitar este week-end! Me lo ha dicho la cocinera Kitty-Chen y casi me caigo de la impresión. Debe de ser un hombre muy vanidoso porque ha mandado traer dos docenas de espejos serigrafiados con su retrato de cuerpo entero para que los coloquemos en lugar de los que hay colgados en Parsons Manor. No es de extrañar. Un espejo debería rehusar a que nadie más se pusiera delante de él después de que lo haya hecho un hombre tan apuesto como el Conde.

6:21 PM
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Louella Parsons dijo...
SANS-FOY dear,

¿te has vuelto loco?.

Hace un año lady Cadbury llegó acompañada de un tal Vladimir que había conocido en un cóctel en Londres.
Enseguida me pareció un hombre odioso. Hablaba tan alto que el pequinés de mamá permaneció escondido dos días durante los cuales perdió parte del pelo.
Sus malos modales acompañados de una intolerable vehemencia nos aniquilaron a todos incluidas varias piezas de la exquisita porcelana azul que tanto te gusta.

¿Otro ruso en Parsons Manor?

Definitely not!!

7:18 PM
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Ebenezer McGrog dijo...
He de decir que Saint George –algunos prefieren llamarlo Santurtzi por alguna razón difícil de entender- es un lugar, cuando menos, pintoresco y no exento de un primitivo encanto. Los indígenas parecen laboriosos y afables, e incluso hay momentos en que la franca rudeza de sus modales me trae ecos de otras tierras más familiares. El viaje hasta aquí podría ser descrito como dantesco por un carácter menos curtido en el trato con el pequeño Arnold, cuyo paso por Francia no será fácil de olvidar. Lo cierto es que, al fin, nos encontramos cómodamente instalados en una casa señorial perteneciente al Príncipe Lothar von Metternich-Manzarbeitia, tío del prometido de Milady, que pasa aquí unos días con la Princesa Federica Brunilda, su augusta esposa. La construcción se alza en un bonito paraje situado a las afueras de la villa; escribo estas líneas mientras el barón hace flexiones en la terraza y del jardín llegan los gritos del Príncipe y de Arnold, enfrascados en un pasatiempo relacionado con tigres y leones. La tarde se acuesta plácidamente, y desde mi ventana puedo divisar un mar azul plomo surcado de estelas. Me pregunto cómo andarán las cosas en Parsons Manor.

8:50 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querida.

Algunos interpretarían tu "Definitely not" como una negativa.
Pero quien conoce tu natural generoso y bonancible no podrá menos que entenderlo como un Sí con objeciones.

Te sugiero que permanezcas atenta al firmamento esta noche a partir de las doce.

Postdata: el conde Dubrovnik no es ruso. Puedes estar tranquila a ese respecto: nadie arrojará a la chimenea tu cristalería de Bohemia.

Yours faithful

Eugène de Sans-Foy

9:10 PM
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Rose Downstairs dijo...
¡Qué elegancia! ¡Qué porte de grande de Europa! ¡Qué modales tan refinados! ¡Qué mirada tan penetrante y misteriosa! Y esa monada de broche de "batman" que prende su capa…

Realmente el Conde es un hombre extraordinario.

10:18 PM
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Louella Parsons dijo...
SANS-FOY (9:10)
¿natural generoso y bonancible?

Querido, la adulación no es tu estilo,
¿qué te traes entre manos?

Desde que colaboras con el Foreign Office he advertido en ti una repentina afición detectivesca y misteriosa.

12:23 AM

jueves, 15 de abril de 2010

VIDA NOCTURNA


(Béla Dubrovnik, the sweetest smile of Valaquia)


Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querida:

Aunque no lo creas, se pude decir que ando ocupado en asuntos serios.
Perry Lacoste me ha reclutado como acompañante de un diplomático extranjero: el conde Béla Dubrovnik.
Se trata de un caballero balcánico acostumbrado al trato de la buena sociedad, (aunque de naturaleza más bien melancólica, por lo que he podido ver)
Perry me lo encasquetó –si se puede usar la expresión- para que lo paseara por Londres y lo macerase un poco en la Gran Ciudad. (Ya sabes... Se supone que un conde balcánico es algo así como un granjero de Wisconsin, pero de frac).

Por lo visto, los muchachos del Foreign Office tienen mucho empeño en meter la nariz en un sitio llamado Grozaquia, o Zagroquia... o algo parecido. No tengo ni idea de qué se nos ha perdido allí... pero ya sabes cómo son los de Asuntos Exteriores cuando les acomete una idea fija.
El caso es que el conde es la clave del maldito asunto: Hay que camelárselo.
¿Y a quién le encomiendan el trabajo delicado? Pues al bueno de Eugène de Sans-Foy. "No es ninguna lumbrera, pero le sobra el tiempo. Y además, le conocen en todos los garitos".

En fin... De momento no puedo decir que el asunto vaya viento en popa. El tipo sólo sale de noche, así que nada de hipódromo ni de almorzar en Reggie’s.
La otra noche estuvimos en Zaphire Gardens y tambien en Brisby’s, pero se limitó a beber champaña lánguidamente.
Esta noche nos acompañarán las concertistas Nadia, Irina y Ekaterina, conocidas en ambientes profesionales como The Electroshock Trio. Si eso no le anima, le diré a Perry que prueben a interesarse de nuevo por Malta. (Al menos habrá buen whisky, creo yo).

9:41 AM
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Louella Parsons dijo...
Mi querido y perdido SANS-FOY,

Sé que no ha sido fácil para ti perder en el Cam pero ¿no crees que fue una exageración irte a un retiro a la abadía de Nottingham para recuperar tu autoestima?

Y ahora me cuentas que te has ido con ese Perry Lacoste a acompañar a unos rusos.

¿Y yo qué, Eugène?

Sabes que cuando desapareces me entra la panique, sobre todo, desde que a los clubes asisten personas completamente desconocidas, caballeros con aspecto de agricultores a quienes yo no aceptaría ni como conocidos.

En muchos aspectos eres bastante insensato, querido, pero he de reconocer que te mueves como pez en el agua entre esta burda humanidad que nos invade cada vez que sube la Bolsa.
Les muestras tu absoluta indiferencia con tanta educación que terminan comprándote los cuadros de esos amigos tuyos con pelo largo que viven enateliers y que tú llamas artistas.

Los agricultores te esperan con los bolsillos llenos, querido. Te recomiendo que abandones ese estrafalario encargo del Foreign Office y empieces a hacer algo de provecho y propio de tu condición y estatus.

10:22 AM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querida:

No me regañes precisamente ahora, cuando estoy prestando un servicio a John Bull.

Supongo que tendrás en perspectiva un fin de semana más bien tedioso, todo bridge y rododendros, ahora que ese enloquecido de Rainer se marcha a las regatas de Sant Urce, o como se escriba, llevándose a McGrog con él...

¡Un fin de semana sin McGrog!. ¿Podrá Parsons Manor sobrevivir a tan dura prueba?
Supongo que sí, por pura inercia McGroguil.

Sé que te apetecerá como un cocktail de polvos matapulgas, pero... ¿te importa si me presento ahí este weekend con el conde Béla Dubrovnick?
No quiero engañarte: no es muy divertido. Pero tampoco molesta.

Chica... No sé dónde llevarlo ya. Quizá los aires del campo le animen.
Hazlo por Inglaterra.

Yours faithful

Eugène de Sans-Foy

10:37 AM
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Ebenezer McGrog dijo...
Como sabes, Rose, debo ausentarme unos días de Parsons Manor. El prometido de Milady, aquejado de un llamativo frenesí por los deportes acuáticos, me ha embarcado –literalmente- en una aventura en el sur del continente cuyo desenlace se presenta incierto, sobre todo si tenemos en cuenta que viajaremos acompañados por el pequeño Arnold.

Otro asunto ocupa ahora mi atención: Milady me acaba de comunicar que se espera este fin de semana la visita de Monsieur de Sans-Foy, acompañado esta vez por el Conde Bela Dubrovnik y...Porridge. ¿Puedes creer que mi hermano Mordecai, con ocasión de un viaje de trabajo a los Cárpatos, entabló cierta amistad con el Conde? Te prevengo de que procede de una antigua familia centroeuropea y, pese a sus exquisitos modales, guarda ciertas costumbres que pueden chocar inicialmente con los hábitos de la aristocracia británica. Recuerda a la Sra. Muffwater que el invitado tolera mal los ajos debido a la gastritis, y ten en cuenta que sus frecuentes accesos de migraña aconsejan que los cortinajes de su habitación permanezcan cerrados durante las horas de sol. Ah, se me olvidaba: cuando den las doce de la noche, procura encerrarte en tu habitación y... descansar bien. Te espera bastante ajetreo en estos días, Rose: cuídate mucho.

1:44 PM
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Rose Downstairs dijo...
Humm… el Conde Bela Dubrovnik, ese excentrico personaje del que dicen que no puede ingerir más que líquidos debido a los braquets metálicos tamaño king-size que le ha colocado su odontólogo para intentar que sus dientes queden dentro de su párvula boca y Porrigde, que seguro que viene con ganas de jarana. Voy a ver cómo están las existencias de orfidal en el botiquín. Y las de tanagel también que a Porrigde la ansiedad sexual al único sitio al que le conduce es al retrete y con una reiteración exasperante.

3:48 PM

miércoles, 14 de abril de 2010

LA LLAMADA DEL SOMORMUJO



Ebenezer McGrog dijo...
De vez en cuando, el sol se abre paso entre las veloces nubes y arranca jirones de luz a las faldas de los montes. La tierra parece despertar, y los pardos y grises ceden su lugar por un instante al resplandor verde de la grama y al brillo dorado de las aulagas. El viento llegado del mar barre las laderas y va sacudiendo los brezales, cuyo susurro se mezcla con el rumor de los riachuelos que descienden a los valles. Y así transcurre la tarde, mientras las águilas dibujan lentos círculos en el cielo, muy a lo alto, sobre los lagos oscuros, sobre los bosques y las colinas entreveradas de antiguas piedras. Escocia, Rose. Escocia. Quizás... Vaya, más de las doce y aún no he inspeccionado las cocheras.

12:08 PM

domingo, 11 de abril de 2010

ST. CRISPIN'S DAY





Ebenezer McGrog dijo...
Oh, Señor, ilumina mis pasos en este amanecer de zozobra. Presagios funestos asedian mi ánimo: he soñado que unos diablos con las caras pintadas de azul y púrpura devoraban las entrañas de un ángel blanco. Pugnan en mí fuerzas contrarias: la lealtad y el orgullo frente a... ¿Frente a qué, Ebenezer?

Si hemos de morir, ya somos bastantes
Para causar una pérdida a nuestro país; y si hemos de vivir,
Cuantos menos hombres seamos, mayor será nuestra porción de honor.
¡Dios lo quiera! te lo ruego, no desees un solo hombre más.
Por Júpiter, no codicio el oro,
Ni me importa quién se alimente a mi costa;
No me angustia si los hombres visten mis ropas;
Esos asuntos externos no ocupan mis deseos:
Pero si es pecado codiciar el honor,
Soy la más pecadora de las almas vivientes.
No, creeme, primo, no desees un solo hombre de Inglaterra:
¡Paz de Dios! no perdería un honor tan grande
Como el que un solo hombre creo que me arrebataría
por lo que más deseo. ¡Oh, no pidas uno solo más!
Proclama, en cambio, Westmoreland, por mi ejército,
Que el que no tenga estómago para esta pelea,
Que parta; se redactará su pasaporte
Y se pondrán coronas para el viático en su bolsa:
No quisiéramos morir en compañía de un hombre
Que teme morir en nuestra compañía.
Este día es la fiesta de Crispiniano:
El que sobreviva a este día y vuelva sano a casa,
Se pondrá de puntillas cuando se nombre este día,
Y se enorgullecerá ante el nombre de Crispiniano.
El que sobreviva a este día, y llegue a una edad avanzada,
Agasajará a sus vecinos en la víspera de la fiesta,
Y dirá: ´Mañana es San Crispiniano´.
Entonces se alzará la manga y mostrará sus cicatrices
Y dirá, ´Esta heridas recibí el día de Crispín´.
Los viejos olvidan: y todo se olvidará,
Pero élrecordará con ventaja
Qué hazañas realizó en ese día: entonces recordará nuestros nombres.
Familares en sus labios como palabras cotidianas
Harry el rey, Bedford y Exeter,
Warwick y Talbot, Salisbury y Gloucester,
Se recordarán como si fuera ayer entre sus jarras llenas.
El buen hombre contará esta historia a su hijo;
Y nunca pasará Crispín Crispiniano,
Desde este día hasta el fin del mundo,
Sin que nosotros seamos recordados con él;
Nosotros pocos, nosotros felizmente pocos, nosotros, una banda de hermanos;
Porque el que hoy derrame su sangre conmigo
Será mi hermano; por vil que sea,
Este día ennoblecerá su condición:
Y los gentileshombres que están ahora en la cama en Inglaterra
Se considerarán malditos por no haber estado aquí,
Y tendrán su virilidad en poco cuando hable alguno
Que luchara con nosotros el día de San Crispín.

9:07 AM
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Rose Downstairs dijo...
Milady Louella, no es por preocuparla pero he de decirle que durante toda la noche he estado oyendo extraños sonidos en la habitación del Sr. McGrog. Bien parecía que toda la plantilla de los "all-blacks" estuviera dentro. Y por si tuviera algo que ver le advierto que faltan "Gladiator" "Amanecer Zulú" y la colección de la serie de dibujos animados "Autos Locos" de nuestra colección de vídeos.

9:55 AM
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Ebenezer McGrog dijo...
Señor, me permito indicar que la presencia del criado de Monsieur de Sans-Foy a bordo de una de las embarcaciones hubiese hecho aconsejable el envío de observadores internacionales.
¿Cómo prefiere Su Excelencia que estibemos el codillo y las botellas de Schnaps? Una correcta distribución de pesos puede ser factor decisivo.

10:31 AM
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Wilbur Porridge dijo...
Ahí está el viejo McGrog más tieso aún de lo acostumbrado, el diablo lo confunda. Tan erguido que si se le atara una vela podría servir de mástil y hacer inútiles los remos. Observo que los bordes de nuestra embarcación están llamativamente cerca del agua, y de hecho amenaza con hundirse cuando el señor y yo embarquemos. Espero que ese pícaro de Neddy no se haya pasado con la cantidad de plomo que le encargué acoplar a la quilla.

11:36 AM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LA REGATA (I)


Lou, darling:

La de hoy ha sido la carrera más extraña que he visto (a excepción quizá de mi paso por Cambridge)

Había bastante espectación a orillas del río, incluído el camión de los helados y una oficina flotante de la casa de apuestas Earthwin&Fire.

Tras saludarnos caballerosamente, tomamos posiciones en nuestros botes, y nos disponíamos a partir cuando Porridge observó que el bote de Rainer tenía un cablecito enganchado al timón.
Echamos un vistazo y, en efecto, el tal cablecito estaba sujeto a un yunque de herrero de 200 libras.
Subsanado el problema, volvimos a nuestras posiciones, pero esta vez fue McGrog quien observó que nuestro bote estaba escorado a popa: en efecto, un análisis minucioso reveló un agujero de media pulgada en el casco, por donde embarcábamos agua a gran velocidad.
Un corcho de Champagne dio la medida exacta del problema, al tiempo que nos daba la ocasión de brindar por la honestidad de nuestras tripulaciones.
(Ese diablo de Arnod Fitzwilliam tiene mucho que explicar).

Lady Raspa –única entre los presentes que lleva revólver- dio al fin la salida, y nuestras proas surcaron las aguas como la tijera del sastre corta la finísima seda. Osea: chapuceramente y a trompicones.

(SIGUE)

12:09 PM
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Ebenezer McGrog dijo...
Tratando de ser imparcial, Milady, el hecho de que Porridge suministrara a Monsieur una carta de navegación correspondiente a la Gran Barrera de Arrecifes quizás haya podido ejercer cierta influencia en los desconcertantes cambios de rumbo de la embarcación contraria. Si a ello añadimos la misteriosa desaparición de la mayoría de sus remos y el homérico despliegue de facultades del barón von Drahthaar-Schnauzer, que en algunos momentos parecía dispuesto a invadir Rusia, nadie puede extrañarse del resultado final.

12:58 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LA REGATA (y II)

Habíamos avanzado un buen trecho cuando observé que el equipo contrario estaba tomándonos la delantera.
Me volví para dar aliento a Porridge y lo ví lidiando con un sedal que lo ataba por la cintura a un árbol de la orilla. (Ese pequeño monstruo de Arnold Fitzwilliams me las pagará todas juntas)
Afortunadamente, nunca salgo sin mi excelente navaja Nowill & Sons, que liberó a Porridge de sus ataduras terrenales.
Pronto alcanzamos la popa enemiga. Tu prometido, con su ridículo sombrerito tirolés, remaba con el frenesí de un fogonero teutón, y el rostro de escarlata de McGrog era visible a varias millas.

Aquí es cuando sucedió:

Estaríamos a una milla de la meta, y la bruma cubría por completo las aguas del Cam. Habíamos dejado atrás a nuestros rivales cuando, de pronto, sentí que los remos cortaban sólo aire.
Siendo, como soy, poco propicio a creer en hadas madrinas y canoas voladoras, miré a mi alrededor y vi que estábamos varados sobre algo, y que ese algo nos sostenía pacificamente a una yarda del agua.

La niebla se hacía más y más densa, pero no tanto como para no ver que McGrog, Rainer y su sombrerito habían vuelto a rebasarnos.
(Por algún extraño efecto óptico, McGrog daba la impresión de ir remando en sentido opuesto a su amo… cosa de todo punto imposible, pues la embarcación avanzaba al ritmo de los frenéticos bufidos del barón)

¿Y qué diantres sucedía con nosotros?
Nuestros remos no tocaban el agua. Estábamos suspendidos sobre una cosa negra y dura como el lomo de una maldita ballena fluvial.
Y allí seguíamos cuando Rainer entonó sus Mugidos Victoriosos. (Hace falta ser muy teutón para llevar una trompa de caza en un bote de remos)

En fin, querida…
Sigo sin saber qué diantres ocurrió... pero la Victoria -esa golfa voluble- es toda suya.

Cuando se disipó la niebla, flotábamos pacíficamente sobre el río como una maldita boya. Ni rastro del cachalote fluvial que nos secuestró.

Porridge –qué muchacho éste- daba tales vítores a los ganadores, que a punto estuvimos de volcar.
Me complace ver cómo el fair play ha arraigado en sus costumbres plebeyas. Decididamente, querida, y digan lo que digan… creo que somos una buena influencia para el servicio.

1:26 PM
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Arnold Fitzwilliams dijo...
Te aseguro, tía Lou, que yo no sé nada de una regata Es cierto que quizás haya podido comerme todo el pastel de arándanos sin darme cuenta, ahora no lo recuerdo bien pero es cierto que ha podido suceder. Siempre estáis diciendo que los niños deben comer mucho para estar fuertes, y puede ser que no me acuerde de si comí el pastel a causa de la debilidad que me impide pensar. Una vez el Sr. Lomax nos dijo en clase algo sobre la falta de manesio y el celebro, es posible que mi cuerpo no tuviese mucho manesio y me obligara a coger ese pastel. Y también el helado de limón, sí. Y algunas galletas de jengibre. Pero vuelvo a asegurarte que no tengo nada que ver con lo de la regata.

2:47 PM
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Louella Parsons dijo...
Mi querido SANS-FOY, cuánto lamento que no lo hayas logrado.
¿Qué ha ocurrido? Estaba convencida de tu victoria.

Nunca imaginé que Rainer pudiera defenderse en un asunto deportivo y mucho menos que supiera lo que era un remo.

Según me cuentan, remó y luchó con vehemencia, algo que se me antoja casi remoto en mi Rainer, pero ahora todo me cuadra.
Ayer su entusiasmo por la competición era tal que llevó el asunto a la categoría de acontecimiento, algo perfectamente exagerado, corriendo detrás de McGrog por todos los pasillos de Parsons Manor embutido en los calzones del primo James dándole instrucciones sobre cómo debían diseñar la estrategia ganadora.

The day after está siendo algo distinto, querido.
El entusiasmo ha ido declinando a medida que los dolores y la insolación han ido apareciendo cruelmente en el maltrecho cuerpo de Rainer.

Querido, no sabes cómo me estoy riendo. Lo observo recostado en el chaise-longe, con la cara roja por el implacable sol inglés y con su sombrero verde tirolés (que aun no se ha quitado) y me recuerda a un rábano gigante. No se lo digas, el pobre necesita ahora nuestro apoyo.

7:57 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Lou, querida:

Quítale ese sombrero aunque sea con forceps. Probablemente el sol le ha hinchado la cabeza -ya de por sí magnífica- y el fieltro se ha encajado sobre ella como la caca de paloma sobre la cúpula de Saint Paul.
Libera su cerebro antes de que sea tarde.
Por cierto ¿Tienes idea de dónde será la prueba continental a la que asistirá con McGrog?
(Perry Lacoste dijo algo de un lugar llamado Sant Urce... no tengo ni idea de dónde cae).

8:15 PM
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Rose Downstairs dijo...
No, Sr. McGrog, no es que padezca el "mal del hombre lobo" de repente. Lo que tiene no es vello rebelde, sino decenas de sanguijuelas adheridas por toda la superficie corporal.

8:22 PM

sábado, 10 de abril de 2010

MAÑANA ES EL GRAN DÍA



Wilbur Porridge dijo...
Querida Rose.

Te supongo enterada de la carrera a la que el señor von Drahthaar-Schnauzer y mi señor se han desafiado, y en la que McGrog y yo nos hemos visto accesoriamente implicados. Será, como puedes suponer, una competición homérica y un hermoso ejemplo de las altas cotas que se pueden alcanzar cuando el esfuerzo humano es estimulado por el afán deportivo de superación. He sido informado, además, de que una vez que el señor von Drahthaar-Schnauzer y McGrog hayan ganado la liza (pues cualquier otro resultado es, desgraciadamente, impensable) serán invitados por el Foreign Office a una segunda eliminatoria que tendrá lugar en el continente. Y he pensado que podría aprovechar esta circunstancia para llevarte a conocer la hermosa posada de Yorkshire de la que te he hablado en alguna ocasión precedente. Es esta la temporada ideal para visitar la comarca, pues los árboles muestran orgullosos sus nuevos brotes tras haber conseguido superar el invierno y las flores se encargan de decorar los campos con sus vistosos colores, todo lo cual es delicioso de contemplar para almas delicadas como la tuya. Y por la noche, una vez satisfechos nuestros espíritus, podremos reconfortar nuestros cuerpos con las comodidades que ofrece la mencionada posada, tales como su excelente cocina y su bodega. Tuyo afectísimo.

W.

11:34 AM
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Louella Parsons dijo...
Mi querido SANS-FOY,

Je suis desolée
Lamento decirte que no podré asistir a vuestra emocionante competición de remo.

Sé que no me lo perdonarás nunca pero tengo una jaqueca terrible y apenas me tengo en pie.
Seguro que las agotadoras jornadas con los Forrester tienen que ver con mi penoso estado.
Rose me atiende con mucha devoción y ha mandado que me preparen alguna pócima reparadora para estas ocasiones tan desagradables.

Me alivia pensar que al menos Parsons Manor se quedará vacía y en silencio porque hasta mamá ha decidido acercarse a veros cuando se ha enterado de que asistirán lady Raspa y Camila.

Al fin Rainer ha consentido llevar los calzones adecuados que, en este caso, serán los de mi primo James aunque insiste en ponerse su gorro tirolés.
Es horrible su nulo sentido del ridículo -en nombre de la tradición de los Metternich, me dice con una insólita altivez-, es horrible, querido, lo sé, pero hoy me siento incapaz de persuadirle.

Pensándolo bien, quizás sea providencial mi penoso estado. ¿Cómo podría soportar las sonrisitas de Mary Tipton y sus patéticas y feísimas amigas cuando vean a Rainer de esa guisa?

McGrog se ha despedido de nosotras con una elocuente y muda súplica de ayuda mientras se dirigía resignado a las aguas heladas del Cam.

12:13 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Lou, my dear:

Tu jaqueca parece tener un sentido extraordinariamente diplomático de la oportunidad, pues te librará del incómodo papel de balsamo de las heridas y paño de las lágrimas del perdedor... que no seré yo.

Lo de nuestra regata va viento en popa. Ayer me pasé el día entero correteando por el jardín en paños menores y dándome vigorosas fricciones con linimento. Conducta ciertamente anómala, pero que he he visto repetir a menudo a nuestros amigos deportistas.
La sensación es gratificante, pero el olor, desagradable.

Por su parte, el bueno de Porridge irradia felicidad.


¡Qué muchacho, éste!
Reconforta, en estos tiempos de molicie y vicio, encontrar tan acabada muestra de lealtad entre el criado y el amo.
Acabo de oírle canturrear ¡Oh, Danny boy! por la cocina, mientras hace sus preparativos.
He echado un subrepticio vistazo a la cesta del picnic: Como es propio de él, no ha descuidado un detalle de nuestra intendencia, además de acarrear vajilla suficiente como para alimentar al 3º de Húsares del Rey.
(Curiosa me resultó la presencia en la cesta de adminículos tales como un gran berbiquí y varios escoplos... pero la técnica con la que Porridge fabrica sus deliciosos cócteles ha sido siempre un misterio para todo el mundo).

¿Sombrero tirolés, dices? (¡Dios Santo!... Estos boches no tienen remedio).
No le quites la ilusión a tu Rainer. Es un muchacho noble, aunque tosco.
Lo superará.

Eugène de Sans-Foy

12:37 PM
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Rose Downstairs dijo...
Estimado Wilbur:

por causas ajenas a mi voluntad me será imposible asistir a esa molicie de músculo y sudor que habéis preparado para este fin de semana. Mis obligaciones como persona de total confianza de Milady Parsons me lo impiden. Además, no voy a engañarte, no he ido a la peluquería desde mi transformación en aquella encarnación libidinosa de catwoman con plumero y como bien sabes la coquetería es uno de mis puntos débiles. Una gobernanta luxury class al servicio de la legendaria mansión de los Parsons no puede presentarse en público sin lavar y marcar como si fuera una de esas progres españolas con cargos de cuota que tan de moda están hoy en día. Y a propósito de marcar te advierto que he mandado cambiar la combinación de mi, digamos, cinturón de seguridad personal.

Rose Downstairs, gobernanta luxury-class cordon bleu de Parsons Manor en Parsonsville condado de Parsonshire.

4:05 PM
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Rose Downstairs dijo...
Sr. McGrog, ¿puede decirme exactamente para qué es ese motor fueraborda Suzuki DF40 de 4 tiempos, 3 cilindros y capaz de desarrollar hasta 36,8 kW de potencia máxima que está semioculto en el saloncito-biblioteca de bolsillo?

4:12 PM

viernes, 9 de abril de 2010

TIEMPOS MODERNOS



Ebenezer McGrog dijo...
Aprendí de mi abuela Angharad que el deporte es algo más que un simple juego, Rose: es un desafío. Dada la natural dejadez del barón von Drahthaar-Schnauzer debo ocuparme personalmente de su equipamiento para la importante cita del domingo. Ante todo, la indumentaria: no concibo la celebración de una regata en territorio británico si los contendientes no visten de manera apropiada, y en este caso, la presencia de caballeros a bordo exige un respeto aún mayor por las normas de etiqueta. Los calzones de remar de Lord Parsons andarán por algún lado. Ya sé que el prometido de Milady ocupa el espacio equivalente al de tres difuntos duques, pero no podemos consentir que la comodidad prevalezca sobre la compostura: la victoria sólo sonríe a los que saben sufrir. ¿El fin de semana se presenta caluroso a orillas del Cam, dices? No importa. Los privilegios de cuna deben rendir tributo al espíritu de sacrificio porque sólo así podrá cundir el ejemplo entre las clases inferiores. Quiero todos los botones de la camisa del barón debidamente repasados con especial refuerzo para el del cuello, que suele salir disparado a causa de la presión. Y la pechera, bien almidonada.

11:14 AM
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Rose Downstairs dijo...
¡Dios Santo! Qué mal se cosen estos nuevos tejidos con los que fabrican ahora las prendas acuáticas. El hilo no hace otra cosa que enredarse entre las escamas. Y esta etiqueta por fuera…¡dónde se habrá visto! Nada, nada, el "Speedo" este va hacia dentro.

6:10 PM

jueves, 8 de abril de 2010

¡DUELO DE TITANES!




Monsieur de Sans-Foy dijo...
Querida, ¡es la guerra!

Por si aún no te lo ha contado ese gentil pasmarote que tienes por prometido, tu Rainer y yo vamos a vernos las caras en el terreno del honor.

Estábamos trasegando unas pintas con los muchachos, cuando apareció Perry Lacoste, nuestro hombre en el Foreign Office. Venía acalorado y rozagante, como una langosta a medio cocer. Se plantó entre ambos y dijo que tenía que hacernos una proposición. Eso, generalmente, implica varias rondas extra, así que todos le escuchamos con atención.

Por lo visto, los de Asuntos Exteriores, siempre ocupadísimos, están organizando un concurso internacional de remo en no sé qué lugar del Continente.
Y conociendo nuestro brillante, aunque remoto palmarés deportivo, Perry nos proponía a Rainer y a mí para representar a la Gloriosa Albión en la modalidad de “dobles”.

Yo, que llevaba tres pintas de ventaja, iba a comenzar los hurras de rigor, cuando ese demi-allemand que tienes por novio me pasa el brazote por los hombros y, echándome un aliento espeso como el choucroute, me dice que “espera que esté a su altura”. ¿A su altura, yo?, ¿un Sans-Foy de la Tour de Sans-Foy?
Que me saque tres pulgadas y cincuenta libras de peso no le da derecho a semejantes confianzas.

-¿Y quién está a tu altura, según tu opinión, ogro de la Selva Negra?

-Alguien que tenga hombros. McGrog, por ejemplo.

-¿Ah, sí?

-Ah, sí.

(Las pintas comenzaban a rebelarse en mi interior)
-¿Pues sabes lo que te digo? Que Porridge y yo podemos daros una buena tunda a tí y a tu McGrog, con una mano atada a la espalda.

-Te dispenso de lo de la mano. Por lo demás, trato hecho: el Domingo en el Cam.

-Hecho. Y con cincuenta guineas de por medio. (aquí tragó saliva, el muy tacaño)

En fin, querida, eso es lo que hay. No tengo dudas sobre el resultado: en cuanto se lo comuniqué a Porridge, ví ese brillo de emoción en sus ojos que significa “ganaremos”.
No hagas planes de baile para la semana que viene. No te admitirán en ninguna parte con un fulano que huele a linimento.

10:27 AM
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Wilbur Porridge dijo...
¡Una competición de remo! ¡Y nada menos que contra el prometido de Miss Parsons! De todas las ideas descabelladas que tanto atraen al señor esta es sin duda la más absurda. La afición del señor por el ejercicio físico es perfectamente descriptible, y el señor Rainer parece capaz de ponerse a remar y no parar hasta Jutlandia.

Ahora que lo pienso, todo esto explica los pantalones ajustados, tan alarmantes, que ayer el señor escondía precipitadamente en el cajón superior de la cómoda. Personalmente no tengo nada contra el agua entendida como elemento estético del paisaje, pero me inquieta su proximidad.

11:14 AM
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Arnold Fitzwilliams dijo...
Hamigos, la casa esta vastante bien. Ay mayores por todas partes no son muy interesantes pero ay muchos arboles y sitios para cabañas y lugares parecidos. Tanvien ay un lago y un rio vosques, cabayos uno es salbaje cavras y mas animales tanvien por todas partes. Todo es vastante grande y tiene escondites y sitios misteriosos, alomejor puedo inbitaros. El biejo McGrog tiene una gaita berdadera, el otro dia la cogi solo queria soplar un poco pero todo el mundo empezo a dar gritos. creo que puede que el biejo McGrog me llebe a pescar truchas cuando se le pase el malumor. Mi tia me a castigado sin postre por morder al gato, es un animal ravioso que me hiba a morder tanvien y yo solo me defendido.

Arnold

parsons Manor

2:27 PM
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Rose Downstairs dijo...
A Mister Jeffrey Betman, agente acreditado de la casa de apuestas, autorizada por su Graciosa Majestad, Earthwin&Fire

Distinguido Mr. Betman. STOP. Enterada envite remero por parejas Sans Foy-Porridge vs von Drahthaar-McGrog. STOP. Ruego acepte 50 guineas por victoria francoirlandesa. STOP. Otras 50 guineas por victoria germanoescocesa. STOP. Y 50 más por empate. STOP. Saludos a mi hermana Anna y sobrinitos Claire, Stuart, Dexter y Julen. STOP. Rose Downstairs.

(Nunca entendí por qué mi sobrino pequeño se llama como el señorito de la casa de los Anazugasti-Arana de Apatamonasterio donde serví y tantas veces me visitaba mi hermana Anna. Un capricho, sin duda).

7:00 PM

miércoles, 7 de abril de 2010

ADIÓS, ADIÓS... HASTA PRONTO



Louella Parsons dijo...
Mi querido SANS-FOY, cuánto te he echado de menos estos interminables días en los que la desgracia se adueñó de Parsons Manor.
Me he sentido terriblemente desdichada y tú, una vez más, me has abandonado como a un perrito indefenso para irte a ese horrible Club de caballeros que emplean su tiempo en la agotadora tarea de no hacer nada.
La única que ha salido indemne de la insufrible estancia de los Forrester entre nosotros ha sido mamá, que lejos de sentir alivio, volvió a invitarlos con insistencia, presa de una inusitada admiración hacia todo lo que provenga de América desde que leyó en Vanity Fair que en Boston celebran la fiesta del rododendro para recibir la primavera.
McGrog y papá palidecían mientras oían a mamá planificando el verano con Endora con una elocuencia y soltura hasta ahora desconocida en ella.
Querido, si supieras con qué insultante lentitud empacaron sus baúles.

10:56 AM
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LOU, dear. Me preocupa lo de Mamá Parsons.
La demencia senil no es rara en la familia: acuérdate de la tía abuela Guillermina, que empezó a mascar tabaco a los ochenta. O el primo Clarence, que, al poco de jubilarse, se afilió al Partido Laborista...
(Bueno, lo del primo Clarence era un caso crónico: hasta que ingresó en el ejército no hubo forma de convencerle de que los pantalones deben llevarse SIEMPRE con la bragueta por delante).

En fin, espero que Lady Parsons no recaiga. De otro modo, y descartadas las compotas medicinales, te sugiero que la envíes una temporada a tomar las aguas a uno de esos balnearios caros del Continente.
(Qué diantres... Para algo tiene que servirle el dinero a Rainer)

Por lo demás, puedes estar tranquila:
Perry Lacoste, nuestro hombre en el Foreign Office, ha colocado las fotografías de los Forrester entre las de los ladrones del tren de Glasgow.
Si vuelven, no pasarán de Portsmouth.

viernes, 2 de abril de 2010

MARY TIPTON RONDA EL FUERTE


(Miss Mary Tipton -en un día bueno-)

Wilbur Porridge dijo...
Hoy ha vuelto a aparecer, y es la tercera vez esta semana, Mrs. Mary Tipton en casa, y el señor ha empleado el protocolo habitual en estos casos que ha funcionado con la exactitud de un reloj suizo. De este modo Mrs. Tipton ha sido conducida al gabinete verde, donde se le ha proporcionado un té con una generosa dotación de pastas, mientras el señor se marchaba discretamente por la puerta de servicio. Mrs. Tipton parece funcionar, si se me permite la comparación, como una caldera que con cierta regularidad requiere aliviar su carga de vapor para evitar un estallido repentino, y de modo similar Mrs. Tipton necesita periódicamente aligerar su amplísimo repertorio de información. Esta información no sólo incluye las más sorprendentes noticias de la sociedad, sino también avanzadas teorías políticas, pues Mrs. Tipton es una persistente defensora del acceso de las mujeres al sufragio, algo que, en su opinión, acabará con todas las guerras que afligen al mundo al ser éstas una expresión del carácter de los hombres que no dejan de ser, también en su opinión, unos niños grandes.

En general el señor comprende y simpatiza con esta necesidad perentoria por parte de Mrs. Tipton, pero prefiere delegar en otros la tarea. Hoy Mrs. Tipton, compatibilizando con destreza la difusión de noticias con la ingestión de pastas, me ha puesto al día sobre los avances del movimiento sufragista, y me ha proporcionado unas octavillas en las que de un modo vehemente y no exento de faltas de ortografía se anunciaba el advenimiento de una revolución que llevará al poder al proletariado oprimido, que se encargará de instaurar un reino de justicia y felicidad en la tierra. Y a mi me resulta difícil imaginar al proletariado oprimido de, digamos, Whitechapel instaurando un reino de justicia y felicidad en la tierra, pero me he abstenido de manifestar mis dudas a Mrs Tipton, porque sé por experiencia que esto no habría hecho más que prolongar su estancia hasta horas avanzadas de la noche.

10:07 AM
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Ebenezer McGrog dijo...
Milady, una vez efectuadas algunas comprobaciones discretas acerca del incidente acontecido durante la cena de ayer, cúmpleme informarle de los siguientes extremos:

Primero.- A resultas del incidente, Lady Hornimans sufrió la pérdida de un molar superior por impacto de la pieza contra un objeto sólido, cuya naturaleza no pudo ser verificada en unos primeros instantes presididos por la confusión.

Segundo.- La colisión se produjo mientras Lady Hornimans masticaba su ración de faisán relleno. Como dato anecdótico, cabe añadir que el molar en cuestión era el último de los de su clase subsistente en la mandíbula superior de la dama, tal como pudo verificar in situ Sir Wilcock Pumpkins.

Tercero.- El objeto causante del percance fue extraído por Sir Wilcock de la encía de la afectada con el tenedor de trinchar, no sin alguna dificultad, tras lo cual fue identificado de modo fehaciente como un fragmento de plomo.

Cuarto.- Dicho fragmento, en contra de lo inicialmente conjeturado, no procede de la munición empleada por el prometido de Milady para cazar al ave. Una vez despojado el objeto de los restos de faisán y encía, y efectuado un segundo y minucioso examen, podemos afirmar con un margen de error despreciable que se corresponde con la pierna izquierda de un soldado del 42nd Black Watch y pertenece a una serie fabricada en Londres por Plowdey&Sons hacia 1890.

Quinto.- Esta mañana, una inspección detenida del parque del lago ha permitido localizar una cabaña, recientemente construida a media altura en uno de los cedros del Líbano, a la cual se accede por medio de una escala de cuerda de tacto pegajoso y en deficiente estado de conservación. Tras un laborioso acceso el recinto, se han hallado en el interior de un hueco del tronco varios objetos de variada condición y procedencia, aún pendientes de inventario, entre los cuales figura, por lo que ahora interesa a esta investigación, un soldado cojo de su pierna izquierda que corresponde a la indicada unidad de infantería y casa fabricante.

Sexto.-Efectuada una inspección en las colecciones de soldados de plomo de la biblioteca se observa un hueco en la sexta fila del segundo batallón del Black Watch. Los numerosos indicios acumulados permiten afirmar categóricamente: a) que dicho hueco estaba ocupado hasta fechas muy recientes por la figura coja encontrada en el árbol; b) que, por su tamaño, las huellas de manos presentes en la vitrina donde se guarda la colección pertenecen a un niño, y tienen el mismo tacto pringoso que el que está presente en la cuerda de acceso a la cabaña.

Todo lo cual pongo en conocimiento de Su Excelencia por si pudiera servir de fundamento a las medidas que, en su caso, proceda adoptar.


Ebenezer McGrog
Mayordomo de Parsons Manor

11:39 AM
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Rose Downstairs dijo...
Querido diario:



como te iba diciendo, la causa de mi súbita transformación en mujer-objeto parece que está en una reacción hormonal incontrolada producida por la ingesta del forraje-muesli hiposulfatadito, que Sir Wilcock Pumpkins produce en su laboratorio secreto clandestino, con el mastocarpus metabolizado a través de los poros dérmicos de mi piel. Adivinar cómo fue a parar el forraje-muesli a mi estómago es muy sencillo si tenemos en cuenta que esa criatura llamada Arnold Fitzwilliam andaba cerca de mi desayuno esa mañana. El caso es que aunque le encontré un fuerte sabor a heno me lo tomé todo. Y entonces fue cuando pasó. La verdad es que apenas logro recordar borrosos pasajes. Recuerdo que cuando me dirigí hacia un espejo para ver qué me ocurría me topé con la mirada fija del Sr. McGrog, quien no cesaba de musitar unas palabras apenas audibles que parecían una antigua plegaria. "Tienes una misión, Ebenezer, muchacho. Inglaterra espera." creo que repetía una y otra vez como poseído ante una visión arrebatadora. Luego apareció mi señorita Lady Parsons quien a la vista de lo que pasaba corrió deprisa a alertar a Monsieur de Sans-Foy, que en ese momento se encontraba de visita en Parsons Manor. Fue Monsieur, luego me enteré, quien decidió que había que apelar a la ciencia y a la religión a partes iguales., porque no tenía claro si era un caso de posesión diabólica o una reacción alérgica. El caso es que avisó a Sir Wilcock Pumpkins y al reverendo Padre McNamara, quienes llegaron casi a la par. Sir Wilcock lo tuvo claro desde el primer momento, seguramente porque ya se había percatado de la sustracción del forraje-muesli hiposulfatadito llevada a cabo por el pequeño diablillo Fitzwilliam. Pero entonces fue cuando el Padre McNamara, dándose cuenta de que se le escapaba una preciosa oprtunidad de hacer una "rave-session" de exorcismo, sacó su hisopo cromoniquelado de percusión sónica y se dispuso a aplicarme una sacudida con el potente artilugio. Yo gritaba mientras intentaba zafarme del poderoso abrazo paralizador del atlético Monieur, pero nada podía hacer sino extenuarme cada vez más. Fue el Sr. McGrog el que logró contener el ataque del Padre McNamara a la espera del retorno de Sir Wilcock, quien había ido en busca de una jeringuilla hipodérmica para inocularme un vial de solución salinosa baja en colesterol que solía llevar encima en su riñonera de primeros auxilios. La situación parecía estar controlada, pero entonces se oyó a la cocinera Kiti-Chen reprochar airada a la mujer del mozo de cuadras alguna zalagardada de su niña al grito de "mira lo que hace la guarra de tu hija". ¡Dios santo! Esas palabras espolearon de manera extraordinaria al Padre McNamara. "¡Dejadme solo con el anticristo! ¡A mi las legiones del Señor!" comenzó a gritar como un poseso mientras balbuceaba unos latinajos ininteligibles. Monsieur intentó placarle infructuosamente y yo sólo podía repetir "¡Por favor, con el hisopo en la cabeza no!" Suerte que en ese momento apareció Sir Wilcock y logró clavarme la jeringuilla con el antídoto justo en el brazo. Afortunadamente ya pasó todo, aunque todavía hay un ligero riesgo de vuelta a la transformación. Quién sabe si tendré que llevar esta fiera desatada dentro de mi el resto de mis días, querido diario. Quién sabe si podré volver a ver el deseo incendiando cuerpo de varón. ¡Quién lo sabe! ¡Quién!

4:36 PM