"Querida, nunca entendí para qué servían los castillos... hasta que nos volvimos todos tan demócratas".

miércoles, 31 de marzo de 2010

AH, L'AMOUR...



Rose Downstairs dijo...
Querido diario:

No me preguntes el por qué, pero hoy me siento una mujer nueva. No se si será por la crema de baba de caracol con veneno de serpiente, trocitos de pepino y germen de trigo emulsionados en una mezcla de aceite de argán y té rojo con ligeros toques de bayas del Tibet y camomila en finísimas laminillas de mastocarpus con spirulina y esencia de tomate al hamamelis que me unté anoche en todo mi cuerpo o por las pastillas de brécol mentolado y maracuyá de la pasión desatadamente desenfrenadita que me he tomado esta mañana con el delicioso "desayuno Parsonsville" que nos prepara la nueva cocinera china Miss Kiti-Chen, pero he de confesar que me he levantado como rejuvenecida, no sé.

Ahora tengo que dejarte, que he de incorporarme a mis labores diarias. ¿Por qué me mira el Sr. Mcgrog de esa manera tan extraña? nunca antes me había mirado con tanta "intensidad". Voy a mirarame al espejo…

10:31 AM
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Ebenezer McGrog dijo...
"Ante todo, mucha sangre fría, Ebenezer. Mírate, ya no tienes edad para tonterías. Tu puesto demanda plena dedicación y responsabilidad, no olvides que eres heredero de una gloriosa saga de fieles montañeses que siempre dio ejemplo de lealtad y cordura. ¿Acaso quieres poner en peligro tan honroso precedente? ¿Pretendes acabar como el tío Alistair, esa bala perdida que sacrificó nombre y hacienda para amartelarse con una india cayuga? Sí, sí, al final siempre son ellas. Pero tú eres fuerte, Ebenezer, debes resistir. El Imperio se sustenta sobre corazones de hierro como el tuyo, almas valientes que han hecho del deber y la renuncia los ejes de su existencia. Tienes una misión, muchacho, así que ahuyenta de una vez esas ideas raras y marcha adelante, siempre adelante: Inglaterra espera".

9:00 PM

martes, 30 de marzo de 2010

¡ARNOLD FITZWILLIAMS!



Monsieur de Sans-Foy dijo...
Lou, querida...
¿Has visto al pequeño Arnold últimamente?
Me refiero al hijo menor de tu prima Adelaida... Ese querubín pecoso y rubicundo que nos encandilaba a todos con su cautivador encanto.

Veras... parece que, desde que le quité la vista de encima, ha perdido un poquito de cautivador encanto, aunque ha ganado bastante en capacidad de ataque y velocidad de huída.

Concretamente, el Domingo pasado, mientras me encaminaba distraídamente hacia la rosaleda, me pareció oír mi nombre desde las vidrieras del gabinete manchú.
Me acerqué, por si alguien estaba llamando discretamente mi atención -que para eso, a fin de cuentas, se hicieron las rosaledas- Y en efecto: me esperaba un claro, aunque inamistoso mensaje en forma de dos galones de agua de fregar, con la adición –o la redundancia, si se me permite- de un cubo de fregar de la capacidad antedicha.

Dirás, y dirás bien, querida, que dos galones da agua sucia no son cosa que pueda sacar a un caballero de sus casillas... Pero yo estoy entrenado para mantenerme en mis casillas y correr como un gamo escaleras arriba al mismo tiempo. Esta particularidad de mi carácter pareció desconcertar al emisario del mensaje, con el que no llegué intercambiar impresiones, porque, pese a que la escalera estaba oscura como la boca del lobo, se deslizó barandilla abajo como el tranvía de Brighton en una noche sin Luna.
No llegué a verle la cara, pero puedo señalar al culpable con dedo acusador, pues adjunto a estas letras va un pedazo de excelente paño inglés marcado con la etiqueta “Fitzwilliams, Arnld.”. Paño que formó parte de los pantalones del suprascrito hasta quedar enganchado entre mis vindicativos dedos.

Te ruego no tomes medidas correctivas contra él: Se trata de un inocente pasatiempo que resolveremos entre caballeros.
Símplemente, deja el pedazo de pantalón sobre su cama, junto con esta nota:

El tío Eugène te devuelve lo que es tuyo, y te promete mucho más para la misma zona en cuanto regrese.

Eso mantendrá su mente ocupada.

9:20 AM
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Ebenezer McGrog dijo...
Habrás notado, Rose, que el entusiasmo que siento por los franceses es muy parecido al que me producen las amebas. No es nada personal, se trata más bien de un sentimiento enraizado en la historia y, a ese respecto, no voy a avergonzarme ahora de que los McGrog hayamos contribuido en ocasiones a disminuir el censo de esa nación.

Sin embargo, dispuesto como estoy a hacer una excepción, admito que profeso gran simpatía hacia el caballero Sans-Foy, cuyo lugar de nacimiento se ve parcialmente redimido por el hecho de poseer algunos ancestros Plantagenet que acercan ambas orillas del Canal. El caso es que gusto de leer sus inteligentes composiciones poéticas, e incluso puedo llegar a olvidar en algunas ocasiones el intolerable trato que dispensa a las erres.

Pero si me preguntas por el criado de Monsieur, Rose, mi juicio ha de ser necesariamente severo: le conozco muy bien, -a mí no me la pega ningún condenado irlandés- y debo decirte que Porridge es astuto como una garduña. Podría contarte muchas de sus hazañas, pero baste ahora con señalar que tiene la mano tan larga como escaso el decoro. Así que te prevengo: harás bien en cuidarte muy mucho de sus zalemas.

12:20 PM
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Rose Downstairs dijo...
¿La mano larga, dice? Ese hombre es un auténtico sátiro, Sr. McGrog, un erotómano de manual. Me alegro que se haya dado ud cuenta de la catadura del tal Porrigde. Aún recuerdo los malabarismos manuales que el citado "pollo" intentaba por todo el contorno de YokiKi, la exótica asiática ama de cría del amanerado Sir Archibald Stewart-Litton durante la última Gala de Sirvientes de las Navidades pasadas. La pobre YokiKi, tan carnosa ella, no hacía más que intentar zafarse de las extremidades superiores de Porrigde, pero la velocidad que imprimía el irlandés a sus evoluciones manuales hacían estéril cualquier maniobra evasiva. ¡Qué tío! Aunque si he de serle sincera, Sr. McGrog, pienso que tal vez el esforzado Porridge se viera espoleado por el natural gesto de YokiKi, que al tener los ojos rasgados y boquita de piñón bien parece con una complaciente sonrisa continua. Sea como fuere, los originales movimientos de la pareja fueron premiados con el primer puesto en la modalidad de "break-dance por parejas a lo agarrado" con el consiguiente pase directo a las previas del concurso televisivo "Look who's dancing tonight" en el "BBC Silly's Channel". No se si a YokiKi le gustará Porridge, pero Sr. McGrog, la verdad es que nadie les quita lo bailao…

8:06 PM
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Ebenezer McGrog dijo...
No tan natural el gesto de la tal Yokiki, Rose, no tan natural. Y no es que quiera salir en defensa de Porridge, bien sabe componérselas él solo, pero he podido averiguar que el verdadero nombre de la susodicha es Mirami Mapita y, cuando fue descubierta por Sir Archibald, trabajaba como actriz en un teatro de variedades de Montevideo.

8:41 PM
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Rose Downstairs dijo...
¡No! ¡Cómo está el servicio, Sr. McGrog! Ya me parecía a mi que tanto aspaviento no podía ocultar la evidente complacencia con el magreo a tutiplén de Porridge. Mirami Mapita, Mirami Mapita…¿no fue también supervedette de la Mauri Emile Company?

9:15 PM

domingo, 28 de marzo de 2010

SOPA DE GANSO



Rose Downstairs dijo...
Sr. Porridge:

Desolada asunto Barrabás. STOP. Hablado Mary Sheelling-Dron experta avícola. STOP. Próxima vez eludir Granja Little Sunday-Bose. STOP. Mejor tienda judío sefardí Vidal Ignatius Siementhal.STOP. Eficacia asegurada excepto sábados. STOP. Aprovechar animal para fiambre o en sopa. STOP. Hasta la vista. STOP.

Rose Downstairs. STOP. Gobernanta luxury-class en Parsons Manor de Parsonville en Parsonshire. STOP final.

1:27 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querida:

Si aún no se ha hecho cargo de él la cocinera, Sir Wilcock Pumpkins, VMD, del Real Colegio Veterinario de Kensington, ha mostrado interés por que se le envíe ese raro ejemplar de ganso austral.

(A cambio, promete mandarme dos pulardas bien cebadas.
Así rentabilizaría al menos las veinte guineas que me sacaron entre Porridge y su astuto tío Seamus)

2:17 PM
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Louella Parsons dijo...
Mi querido SANS-FOY, el ganso austral ya ha sido enviado a Sir Wilcock.

El desesperado animal ha despertado a todo Parsons Manor mientras lo introducían en una caja que Mcgroc había preparado cuidadosamente para el traslado.

Mr Forrester, alarmado ante semejantes alaridos, bajó corriendo, escopeta en mano y en pijama (gracias a Dios sin sus horribles sandalias) creyendo que había ocurrido una tragedia en la casa.
Al ver al ganso, una sensación de alivio inundó su cara dejándose como un fardo sobre un montón de estiércol que debió confundir con un apacible chester de piel de borrego negro.

Querido, ¿es que no hay gansos en América?

3:12 PM
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Rose Downstairs dijo...
Sr. McGrog, a propósito del desgraciado episodio del ganso con astenia sexual me gustaría preguntarle si sabe por qué razón está Parsons Manor lleno de huellas y excrementos de palmípedo y sobre todo si sabe dónde diantres está Katia, la preciosa gatita afgana de Lady Louella…

4:25 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Lou, querida:

Sir Wilcock Pumpkins se ha quedado duro como la mojama de puro rigor científico, ante la contemplación del Ganso Australis.


Está empeñado en averiguar de dónde lo ha sacado el tío Seamus, pero mi conocimiento superficial del personaje me anima a disuadirle de toda pesquisa:
Le habrá sacado veinte libras antes de que pueda decir "Darwin", (ofreciéndose a dejarle decir también "Lamarck" por un suplemento de veinte chelines).

La familia Porridge es, desde luego, admirable en muchos sentidos, y muy principalmente en el de las finanzas, que habría hecho palidecer de envidia al mismísimo señor Disraeli.

Te envío las pulardas en el tren de las siete.

4:43 PM
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Rose Downstairs dijo...
¡Sr. McGrog! ¡Sr. McGrog! ¡Hay que mandar a buscar inmediatamente al veterinario Edward Doclittle! Acabo de encontrar a la gatita de Lady Parsons escondida en las caballerizas emitiendo unos extraños sonidos mientras no deja de saltar incorporada sobre sus cuartos traseros. Parece poseída por el mismísimo Belcebú…

7:00 PM
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Ebenezer McGrog dijo...
Me ausento unas horas de Parsons Manor y a mi regreso lo encuentro convertido en algo a medio camino entre un zoológico y el manicomio de Bedlam. Hay días en los que me encuentro tan cansado...

Rose, te comunico que, al ir a colocarme la levita, he encontrado clavado en su parte posterior un papel roñoso con el siguiente contenido:
"Pongan los enparedaos en el agujero del muro junto al roble seco o nos bengaremos.
Firmado: La Mano Sangrienta".

Te ruego que extremes la vigilancia de los preparativos para la rifa benéfica en favor de los huérfanos de Abisinia, porque es evidente que ese tunante pecoso y sus secuaces vuelven a la carga.

9:22 PM

sábado, 27 de marzo de 2010

ZAPATOS


(El animoso y hasta ahora desconocido semblante de
Monsieur de Sans-Foy)

Rose Downstairs dijo...
Realmente los zapatos del apolíneo Monsieur de Sans-Foy siempre me han llamado la atención, Mr. McGrog.¡Cómo se nota que es un hombre que se viste por los piés! No me negará que es uno de los caballeros mejor calzados de todo el imperio. Nada que ver con el resto de los que pisan por Parsons Manor. Como le digo, los zapatos de Monsieur son de ensueño. Españoles, me da la sensación. Es que los españoles tienen una gracia especial para el calzado. No me extrañaría que el exigente Monsieur se los hiciera traer de algún exclusivo maestro zapatero hispano. Confeccionados a medida, por eso le quedan como un guante. Y los botines…¡esos botines, Mr McGrog, de tafilete xtra-slim que dejan entrever todas y cada una de las voluptuosas curvas del delicado, pero robusto, tobillo! En fin, vamos a dejar el tema que empiezo a sentir algún que otro sofoco, y no es cuestión de tener una repentina indisposición con todo el ajetreo intrínseco a un loco week-end de Parsons Manor en Parsonville…
11:57 AM
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Si quieres saber mi opinión sobre los zapatos de Monsieur, Rose, te diré que no parecen muy mal confeccionados, siempre que uno tenga en cuenta su procedencia y no caiga en el error suicida de compararlos con la calidad excelsa de nuestros productos. Al margen de ello, estimo que la única noticia interesante que ha producido España en su historia reciente es la de haber servido como escenario a varias victorias del Duque de Wellington.
12:14 PM
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Lou, querida:
Mientras Porridge y yo escapábamos subrepticiamente de Parsons Manor, me pareció ver a Fred Forrester paseando por la rosaleda EN SANDALIAS.
¿Preparáis algún tipo de representación bíblica para el weekend?
No me lo cuentes. Creo que pensar en los Forrester es letal para tu jaqueca.
Ciao, my dear. Desfallezco de hambre, (pero no puedo presentarme en el Club a estas horas sin mis zapatos amarillos).
12:15 PM
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¡Diantres!
El último tren de la mañana ya habrá pasado por Parsonsville.
Si McGrog no me envía en él los zapatos, tendré que ir al Club con los botines de charol... y para eso, tendré que vestir de etiqueta... y eso no puedo hacerlo antes de las siete de la tarde...
¡Qué hambre, Dios Santo!
(Si no llegan en ese maldito tren, creo que empezaré a mordisquear la tapicería del sofá).
12:35 PM
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Oh, por supuesto que no hay como los productos británicos, Mr. McGrog. Pero no me diga ud. que la cultura mediterránea no ha producido hallazgos memorables. Fíjese en esos alocados italianos que convirtieron las vulgares alcachofas en el delicioso Cynar, que tanto gusta con ginebra y angostura a Lady Raspa. Por cierto, ¿queda Cynar en la bodega, Mr. McGrog? No me gustaría tener que volver a rellenar la botella con aquella asquerosa mezcla de Cerol y Pernod ante una inesperada visita de la insoportable anciana.
12:37 PM
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Rose, creo que te confundes con la Black Mirinda. Según el libro registro de la bodega, la última botella de Cynar consumida en esta casa sirvió para celebrar el octogésimo cumpleaños de la Reina Victoria, y Lady Raspa todavía era menor de edad.
1:59 PM
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Lou, querida, ¡no vas a creértelo!
Esta semana, le monde elegant no se ocupará de otra cosa que de este humilde gusano.
Con un hambre de lobo y harto de esperar el regreso de los zapatos pródigos, me eché escaleras arriba y aporreé la puerta de mi vecino, que no es otro que ese diablo de Archibald Stinging-Nettle.

-Archie, tú eres de mi talla. NECESITO unos zapatos. Los que sean.

Apareció de inmediato con unos zapatos de un tafilete que él llamo rouge passion. Cuando me los probé, Archie palmoteaba y daba saltitos como un marsupial en celo. Escapé escaleras abajo mientras él corría en busca de un smoking morado que me iba a quedar divino-divino.

Al llegar al Club, mis jugos gástricos entonaban el Miserere de Allegri a nueve voces, así que no presté demasiada atención a la concurrencia. Pero, apenas entré en el salón del bouffet, me sentí placado por una batería de miradas tan densa como una alfombra turca. Allí estaba yo, aturdido en medio del silencio general, cuando el mismísimo Lord Mountbatten, calándose el monóculo, se acercó y me dijo:

-Sans-Foy, muchacho, ¡qué zapatos tan fantásticos! ¿Te importa si te mando a mi zapatero para que los copie?.

Fue el acabose.
Todos admiraron mis malditos zapatos. Hasta ese orangután de Cornelius Sweaty-Paddle quiere hacerse unos iguales, (aunque será necesario despellejar y teñir de rojo un hipopótamo entero para calzar tan mastodónticos pies).
Sólo caminando muy despacio y sin hacer movimientos bruscos, conseguí que me dejaran acercarme al bouffet, donde pude atacar muy satisfactoriamente varias bandejas de oeufs Richelieu, riñones al Jerez y lengua en salsa. Eso sí: de pie siempre y vuelto hacia la concurrencia, pues los muchachos seguían rodeando mis zapatos como musulmanes procesionando en la Kaaba.

2:49 PM
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(Wilbur Fineas McCaulin Porridge)

Wilbur Porridge dijo...
Querida Rose
Como sabrás, un año más había obtenido licencia del señor para acudir al Torneo Anual de Apareamiento de Gansos en Pudding Point, en Tipperary, que, como cada año, pensaba aprovechar para acudir a la celebración de la fiesta de la primavera en la destilería clandestina de mi buen amigo Seamus. Es este, como sabes, uno de los acontecimientos más relevantes de la comarca donde tuve la dicha de nacer, de modo que, a pesar de la clandestinidad del establecimiento de Seamus, del secreto con que se maneja la fecha de la celebración, y de que Seamus emplea en la elaboración de sus bebidas ingredientes que algunos consideran incompatibles con la salud humana, todos los años reúne, no sólo a todos sus inmediatos vecinos, sino también al magistrado y al sheriff. Es por eso que se trata de una jornada de alegre confraternización, al menos hasta que los brebajes de Seamus comienzan a producir sus efectos.
El caso es que, a última hora, el señor manifestó unos extemporáneos deseos de acompañarme a la fiesta del apareamiento de gansos. Es ésta, debo reconocerlo, una actividad que, aún reconociendo la nobleza de los esfuerzos de la aves por perpetuar su especie, no despierta en mi el menor interés. Comprenderás, pues, la turbación que experimenté, pues yo había asegurado al señor que mi ganso Barrabás (sólo a ti puedo confesar que tal animal no existe) era uno de los que más admiración provocaba entre las aves del bello sexo, si es que tal expresión puede aplicarse a los gansos. Resumiendo: acudí a Eddington, compre un ave que reunía lo que consideré unas características idóneas para ser un ganso, y acudí con el espécimen y el señor a Tipperary. Allí pude comprobar que nuestro campeón presentaba notables diferencias con el resto de los participantes, y quizás esto explique el escaso éxito que obtuvo en la competición. Afortunadamente el señor, ocupado en la contemplación de las generosas formas de la hija del posadero, no pareció advertir el triste papel desempeñado por Barrabás.
Más tarde te comentaré el desagradable incidente ocurrido con el automóvil del señor, cuya destreza al volante es equiparable a la destreza amatoria de mi candidato.
3:44 PM
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Mon dieu, SANS-FOY!!,
¿En qué lío has metido al Bentley esta vez?¿Cómo se te ocurre enfrentarte a las Hereford de Irving?
Papá siempre dice que un Bentley es una de las necesidades básicas de la vida pero que sólo debe ser conducido por aristócratas nacidos en el condado de Mornington¿Es quizás tu caso, querido?
Cuídate de tus contusiones y ordenaré que te sea enviada una cesta con crudités variadas y la confiture de cerises noires que tanto te gusta. Pero prométeme que te comportarás como una persona mayor de ahora en adelante, querido.
Tus zapatos salieron temprano esta mañana en el tren. Como siempre, Mcgrog camina veinte pasos por delante de nuestros deseos. Confío en que sabrás agradecérselo cuando visites Parsons Manor.
Querido, sólo he visto calzar zapatos rojos a nuestro entrañable Archibald Stinging-Nettle y a los saltimbanquis. ¿Estás seguro de que te admiraban en el club?Posiblemente, cher ami, después de tanto años entre nosotros, aún no comprendes bien el humor británico.
7:33 PM
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LOU, my dear.
Desafortunadamente, mis viejos y accidentados zapatos llegaron tarde. Era de esperar: McGrog jamás se hubiera permitido enviarlos sin un lustrado a espejo.
¡Qué hombre, este!
¡Un mayordomo entre mil!
Me contaron que, durante la guerra, cuando su Compañía atacó valerosamente el puesto de mando de Von Kartofenstein, McGrog avanzaba derribando oficiales enemigos con un palo de cricket, mientras decía:

-Perdón, señor... Con su permiso, señor...

Decididamente es un tesoro. Mi Porridge es otra cosa, pero no sabría vivir sin él.
En cuanto a los zapatos rojos, juzgarás tú misma en Ascott la semana que viene.
¡Hasta el reverendo Foxtrott va a encargarse unos! (Y me dicen que han puesto mi foto en el escaparate de LOBB, en St. James Street).
9:15 PM

GANARON ELLAS




Lou, my dear:

¡Cuánta razón tenía Mamá Parsons al prevenirnos contra los extranjeros, los alimentos en lata y los vehículos a motor…!

Ese maldito Bentley ha demostrado no albergar hacia mí mejores sentimientos que hacia su anterior propietario, el difunto tío Aurelius:
No hice caso a Porridge cuando me aseguró que, no contento con arrojar por los aires a un Par del Reino, el maldito Bentley había dado marcha atrás para poder atropellarlo con una obstinación nada británica.
Uno podría creer tal cosa de un Daimler, o de cualquiera de esos chismes continentales... pero, ¿qué será del Imperio Británico si no podemos confiar ya en un Bentley? Me estremezco al pensarlo.

Y no creas que mis padecimientos son sólo de naturaleza moral:
Apenas habíamos dejado atrás Parsonsville para enfilar la alegre campiña inglesa, cuando, de manera alevosa y premeditada, una horda de bóvidos bolcheviques, capitaneados por un gañán no menos bóvido y seguramente instruído en los sótanos del Kremlin, se apoderó por sorpresa de la carretera.
Afronté la situación con el temple que me caracteriza:
Tasqué el freno, toqué el claxon, hice gestos conminatorios y, finalmente, giré el volante con brusquedad. Todo en vano: el Bentley se precipitó sobre los cornúpetas con salvaje alegría.
Sus guardabarros resultaron victoriosos frente a la primera línea enemiga, si bien Porridge (en una actitud que me pareció muy poco leal) abandonó la nave por via aérea para incorporarse a las filas contrarias.
Sabia elección: la segunda línea vacuna -aprestada para la defensa por el sicario de Stalin- repelió nuestra embestida con la solidez del Telón de Acero.
A partir de ahí, sólo recuerdo una gran paz y una extraña sensación de ingravidez, de la que fui rescatado sin contemplaciones por el boyero bolchevique: un individuo realmente odioso.

Del resto, tienes noticias por los periódicos.
En orden de importancia, nuestras bajas afectaron:
-al Bentley, que Dios confunda,
-a Porridge, que se rompió en la refriega dos costillas y ese reloj que le regalaste cuando rescató tu sortija de compromiso del interior de Bucéfalo,
-a un servidor, algo magullado por el efecto masajeador de la vara de fresno que blandía el agitador soviético.

Los bóvidos apenas sufrieron contusiones menores. Probablemente estarán ya planeando el próximo golpe en algún koljost de los alrededores.
En cuanto al Molotov de la vara de fresno -y dado que una institución tan preciosa como el Gulag no ha sido aún implantada en los dominios de Su Graciosa Majestad- me ví en la necesidad de dar rienda suelta a todo mi carácter... y a un billete nuevo de diez libras, que me arrancó de las manos con la avidez del recién converso al capitalismo.

Es todo, querida. Envíame unas lechugas: creo que jamás volveré a probar el roastbeef.

Post Scriptum: Pídele a McGrog que mande a alguien por mis zapatos. (El izquierdo se lo llevaba en el cuerno una vaca color pudding de moras)


viernes, 26 de marzo de 2010

SIR CEDRIC THE SAXON



Ebenezer McGrog dijo...

La tormenta de anoche no ha causado ningún daño de consideración, Rose, si exceptuamos la contemplación de la bata de la Sra. Forrester mientras su dueña brincaba despavorida por la galería de armas.


Durante el despacho matinal, Milady y yo hemos convenido en que la invitada padece cierta clase de rara afección nerviosa, y que lo más adecuado para ella es partir sin demora hacia algún punto alejado de los Alpes con el fin de que aquellos agrestes parajes ejerzan un efecto sedante sobre su ánimo.


Así pues, Rose, no te sorprendas si escuchas esta madrugada ruidos de cadenas y ahogados gemidos procedentes del ala oeste: el fantasma de Sir Cedric the Saxon abandonará momentáneamente su retiro y, si todo marcha conforme a las previsiones, Parsons Manor recuperará mañana un poco de sosiego. Te ruego que me disculpes ante la Sra. Muffwater a la hora de la cena, me encuentro algo fatigado y hoy me acostaré un poco antes que de costumbre.

Rose Downstairs dijo...

¡Oh , Mr McGrog, estoy realmente extremecida de alborozo!


Siguiendo su sabio consejo aposté por esa rutilante figura de los Central State Kings de la Frog League que sobre la que ud me aleccionó. Ese apolíneo deportista que atiende al nombre de Chris Ronald, sí. Como le digo, aposté porque hacía una tanda de dos chapa-cueros y así fue. ¡Qué emoción, Mr McGrog! Una sensación difícil de concretar en palabras. Y cuándo al conseguirlo se desprendió de su pull-over blanco de ochos para dejar visible la pegatina que se había puesto sobre su camisa escocesa y en la que podía leerse "I love you, my little Cinderella"…realmente indescriptible. Todos los presentes en la trasera de la bolera de John Deere nos quedamos asombrados de la sensibilidad mostrada por aquel hombre tan rudo aparentemente. La mujer que había a mi lado me explicó las habladurías que circulan acerca de la que él llama "su Cenicienta", de quien se dice que se trata de una dama de la alta sociedad londinense ávida de fuertes emociones y entregada a los más mundanos placeres de la vida. Ya se que la maledicencia y los pensamientos oscuros son cosas de las que toda mujer temerosa del Señor han de huir como del mismísimo diablo, pero no me diga, Mr McGrog, que no está interesado en conocer la identidad de la licenciosa mujer…

3:46 PM

Ebenezer McGrog dijo...

Ejem, Rose... me pregunto si ese lugar, esa... bolera que al parecer frecuentas, es el lugar más indicado para disfrutar de un bien ganado esparcimiento. En estas semanas he podido constatar que, a pesar de tu juventud, atesoras suficientes virtudes morales y buen juicio como para merecer mi confianza. No obstante, la inexperiencia es un terreno abonado para las asechanzas del Maligno, y considero un deber advertirte de que esa clase de establecimientos atraen el peligro como la miel de Parsons Manor a las abejas. ¿Cindererella, dices? No hagas caso de las habladurías, Rose, o terminarás pareciéndote a Mrs. Tipton. Uno sólo puede confiar, y con mesura, en sus propios sentidos y raciocinio. Tenerlos siempre bien alerta: ése es el camino que te ayudará a conocer los recovecos del alma humana. Ah, lo olvidaba: he conseguido eliminar la costra de barniz-cola de los zapatos de Monsieur de Sans-Foy, por lo que te ruego que los coloques en el armario de su habitación.

7:33 PM

martes, 23 de marzo de 2010

RULE, BRITANNIA!



Louella Parsons dijo...
Mi querido SANS-FOY, ya han llegado los Forrester, impuntuales y ruidosos, comme d`habitude.

El hall de Parsons Manor se ha convertido por un momento en una taberna siciliana.
Oh, querido, no estoy acostumbrada a estas expresiones de cariño tan histriónicas. No sé cómo comportarme.
Mr Forrester me ha espachurrado como a un almohadón, dejándome sin respiración unos segundos, y Endora nos ha besado a todos, ¡hasta a Rose Downstairs! (cuya cofia salió disparada cayendo sobre el morro de Ulises, el caniche de mamá).
¿Qué reglas de sociedad tiene esta gente?
Mcgrog, con buen criterio, los ha instalado en el ala oeste, lejos de nuestras estancias.

No sé cuánto tiempo permanecerán con nosotros, querido, supongo que dependerá de los negocios de papá. Sólo espero que su pretensión no sea sobrepasar su estancia más de lo estrictamente necesario. Sería una catástrofe para la armonía de Parsons Manor.

10:37 AM

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Monsieur de Sans-Foy dijo...

No desfallezcas, my dear.
No se quedarán más de lo estricninamente necesario.
¿Tu compote de cerises noires sigue tan deliciosa como siempre?

domingo, 21 de marzo de 2010

¡HORROR! ¡LOS FORRESTER!




Louella Parsons dijo...
MONSIEUR (3:34)

LOU, dear.

No quisiera alarmarte, pero en Parsons Manor ocurren cosas bastante raras.....

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Mi querido SANS-FOY, confundir el sonido de la gaita escocesa de mi leal Mcgrog con los aullidos de una fiera encerrada me confirma que tu sensibilidad musical se acerca a la de las chillonas ocas de la granja de Irving, ya sabes, ésas que gritan sin parar cuando replican las campanas de la iglesia.

Te comunico que he despedido a la odiosa Mrs Sponge.
Te lo contaré con detalle pero te adelanto que su olor a ginebra era ya imposible de disimular.
Hasta su cofia, lavada y almidonada con esmero quedó impregnada de esos efluvios rancios que posee el alcohol viejo.


Mamá se niega a aceptar semejante decisión porque Mrs Sponge prepara el maravillosamente el meat pie y el impresionante black bun, ese típico postre escocés que a mamá tanto le gusta y que ésta siempre creyó que Mrs Sponge se lo preparaba como muestra de agradecimiento y lealtad a su señora .

Mamá nunca podría llegar a imaginar que Mrs Sponge preparaba el dichoso black bun para Mcgrog, su eterno e imposible amor.
Sí, si, querido, como te lo cuento.
Mrs Sponge siempre estuvo enamorada del fiel Mcgrog. Le entregó día a día y silenciosamente su corazón a base de pasteles, panecillos y exquisitos tés que nadie sabe dónde conseguía nuestra doncella. Pero todo fue inútil, querido.

Mrs Sponge nunca logró conmover el corazón de nuestro flemático mayordomo.
La pobre quiso ahogar su amargura en la Plymouth Gin que robaba a papá y se aficionó demasiado.
Pero creo honestamente, querido, que su destrucción total llegó el día en que apareció una luminosa y dulce criatura llamada Rose Dowstairs.
Todos, incluso la pobre Mrs Sponge que salió a recibir a la nueva doncella, advertimos asombrados cómo el marmóreo rostro de Mcgrog se empezó a resquebrajar de lado a lado adquiriendo un tono rojizo del que el mayordomo no pudo escapar ni respirando hondamente intentando recomponer su estoica y habitual compostura.

11:01 AM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Lou, querida:

Perry Lacoste, nuestro hombre en el Foreigh Office me avisó de que los Forrester han desembarcado de nuevo en nuestra pequeña isla.
¡Fred y Endora Forrester, querida!
Tus sedicentes primitos yankees, retornan de nuevo para darse un infructuoso baño de civilización a costa de vuestra salud mental.
Perdona que no me incluya, my dear, pero esta vez, la presencia de los Forrester en Parsons Manor coincide con el Torneo Anual de Apareamiento de Gansos en Pudding Point, Tipperary.
Wilbur Porridge, mi valet, natural de tan distinguido enclave de la geografía irlandesa, es copropietario de Barrabás, uno de los gansos favoritos de este año.
Te ahorraré los detalles técnicos del evento, pero Porridge sentiría agraviada su devoción feudal por mi persona si no asisto al momento cumbre de su vida social.
Tampoco te negaré que hay quinientas guineas en juego, sin contar las apuestas ilegales.
(Estos malditos separatistas irlandeses saben hacer las cosas a lo grande)

Espero que la estancia de los Forrester en tus dominios resulte tan breve como una sonrisa en la cara del Duque de Edimburgo.
Si aceptas una sugerencia, cuando los canturreos nasales de Fred Forester te hayan llevado al límite de tus fuerzas, pídele a McGrog que se lo lleve a confraternizar con los nativos en “Las Armas del Rey Jorge”.
Unos tragos del destilado local pondrán su voz en “off” durante una semana.

En el caso de Endora… nada como unas clases de equitación: ponle delante a Bucéfalo con una silla de amazona.
Si es tan estúpida de no reconocer a un asesino cuando lo tiene delante, dará un paseo verdaderamente inolvidable.
¡Es la guerra, querida!
Te dejo. Tengo que memorizar un montón de expresiones soeces en gaélico para el concurso.
Bye, bye, darling!

1:29 PM
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Ebenezer McGrog dijo...
Rose, he decidido aprovechar los escasos momento de respiro que nos concede la frenética actividad social de Milady para mejorar tu instrucción y ponerte al día en algunos asuntos que atañen a la historia de la familia.

Quizás te hayas preguntado por qué Bucéfalo relincha de alegría cuando me ve e incluso permite que me acerque a menos de treinta pasos sin morderme. El relato es antiguo, se remonta a la entrada de los McGrog al servicio de esta casa. Situémonos en la funesta jornada de Culloden, allá por 1746: mi antepasado Wallace McGrog era sargento mayor en el ejército de Bonnie Prince Charlie –Dios guarde su memoria-, y Lord Parsons mandaba un regimiento de dragones en las fuerzas de Su Graciosa Majestad. Quiso la suerte que, apenas iniciada la batalla, Wallace observara como Lord Parsons era en primer lugar descabalgado y, después, repetidamente coceado por Alaricus, su propio caballo (ascendiente directo de Bucéfalo, lo habrás adivinado ya). En un gesto de discutible eficacia militar pero magnífico fair play, Wallace, que tenía mucha mano para las bestias, ofreció un manojo de cebolletas a Alaricus, logrando así aplacar su ira antes de que el escaño de Lord Parsons quedase definitivamente vacante.

El caso es que ni el Lord ni su corcel olvidaron el detalle: al final del día, rotas las filas jacobitas, Alaricus descubrió a Wallace, quien yacía malherido bajo una pila de enemigos, y comenzó a darle lametones. Lord Parsons, conmovido, se dirigió al valeroso highlander diciéndole: - Me gusta su estilo, joven, voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar-, a lo cual Wallace, hombre práctico a fin de cuentas, contestó: - Se lo agradezco, Excelencia, pero preferiría discutir los detalles una vez me extraigan estas lanzas del abdomen-.
Y así comenzó todo, Rose: nunca dejará de sorprenderme cómo interviene el juego del azar en nuestro destino .

2:08 PM
__________

Monsieur de Sans-Foy dijo...
Lou, querida:

Las efusiones que atribuyes a McGrog no armonizan en absoluto con mi propia percepción del fenómeno.
Durante mi estancia en el Nilo, vi cocodrilos sesteando al sol cuyo rostro era mucho más expresivo que el de Ebenezer McGrog.

Como dijo una vez el propio Fred Forrester:
"Vaya careto el de ese McGrog... Se diría que acaba de bajar del Monte Rushmore"

Ese sorprendente tono rojizo de su faz procedía, con toda probabilidad, de esa petaca de plata a la que acude con sabia moderación.

2:45 PM

viernes, 19 de marzo de 2010

RUMORES SIN FUNDAMENTO





Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, dear.

No quisiera alarmarte, pero en Parsons Manor ocurren cosas bastante raras.

Anoche, mientras metabolizaba apaciblemente los escargots à la Bourguignonne entre las sábanas, me despertaron unos lejanos estertores. Era algo así como el maullido de un gato encerrado en un globo aerostático. Y venía del jardín.
¿Le ha dado al viejo Lord Parsons por la cría de grandes felinos africanos?
Creo que, en adelante, no saldré a tomar el aire entre los parterres sin la grata compañía de Horace Smith y Daniel B. Wesson.

Como dijo Sir Winston Churchill: “la desconfianza y el caldo de gallina nunca le hicieron mal a nadie”.

3:34 PM
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Ebenezer McGrog dijo...
Rose, observo con perplejo desagrado que ya es la tercera vez en que Polly, la nueva ayudante de cocina, regresa de la despensa con la cofia ladeada y un penetrante olor a caballo.

Pasaré de puntillas sobre el hecho de que tan asombrosa circunstancia haya coincidido siempre con el momento en que el prometido de Milady aparece silbando por el portón de las cuadras, pero como máximo responsable del buen funcionamiento de esta casa he de advertirte que no toleraré ni un solo desliz que pueda comprometer el desempeño de nuestra abnegada misión. Confío en que sabrás adoptar las medidas precisas en el ámbito de tus competencias: avisada quedas.

En otro orden de cosas, Milady me ha comunicado la próxima llegada de Mr. Forrester y su esposa, quienes se aprestan a desembarcar en Southampton. Hemos de tener muy presente que dichos invitados provienen de nuestras antiguas colonias de Norteamérica y conservan algunos hábitos similares a los de los pieles rojas, pese a lo cual nuestra obligación es la de procurar que se sientan como en su propia casa.

Dispón para ellos uno de los dormitorios del ala oeste y pregunta a la señora Muffwater si queda algún tarro de esa repugnante manteca de cacahuete.

5:44 PM

jueves, 18 de marzo de 2010

PIPING EARLY IN THE MORNING



Ebenezer McGrog dijo...
Reconozco que hay algunos días en los que me siento un poco abatido, Rose. La lectura del Times, en los últimos tiempos, no ayuda: ¡cuán grande puede ser la torpeza de los hombres! Sólo encuentro verdadero consuelo en el sonido de la gaita con el que recibo el amanecer y recorro Parsons Manor envuelto en los sones de las Tierras Altas.

1:09 PM

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Rose Downstairs dijo...
Eso le pasa por leer cosas de señoritos, Mr. McGrog. Más le valdría estar al tanto de la liga Midland de rana con chapa-cuero. Según afirma Mary Sheelling-Dron, pollera-dealer autorizada para la casquería de Parson Manor, se pueden obtener pingües beneficios sabiendo apostar bien en esa liga. Ella, sin ir más lejos, ganó 236 libras libres de impuestos por apostar que Leonard Mess sería capaz de introducir tres chapas seguidas por la boquita de la rana desde la línea de 6,25 en la partida del pasado sábado. Yo ya he pedido un adelanto a Lady Parson para suscribirme al "Frog sports" especial nuevos talentos.

1:31 PM

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Ebenezer McGrog dijo...
Las gentes temerosas de Dios no deben participar en esos pasatiempos, Rose. El único dinero honrado es el que se gana con el sudor de la propia frente, no con el de unos mozalbetes en calzoncillos.

Así que 236 libras, ¿eh? No es que me importe, pero...¿sabes si Chris Ronald estará listo para la próxima partida?

1:50 PM

domingo, 14 de marzo de 2010

HOLA, ROSE. ADIÓS, MRS. SPONGE




Louella Parsons dijo...
My dear SANS-FOY, estoy arrebatada con mi nueva doncella Rose Downstairs.
Es un eficaz mirlo blanco que me recomendó lady Cadbury durante la subasta para el orfanato de Saint-Paul.

Me cautivó enseguida la expresión de bondad en su rostro y el tono dulce de su voz. Su forma de hablar no es precipitada lo cual demuestra que carece de ese incómodo temor reverencial que muestran algunos sirvientes hacia sus señores y que les vuelve torpes e inútiles.

Tiene mi Rose, además, ese gusto natural con el que nacen algunas personas que, sin recibir educación alguna, saben combinar exquisitamente unas flores en un jarrón o colocar unos emparedados en una fuente.

Querido, es tan cansado pensar todo el día qué tenue debería ponerme o si convendría tomar el té en el saloncito azul o en el invernadero…
Me temo que Rose, conociendo mi propensión a buscar en quién confiar, dada la inutilidad de mamá para todos los aspectos de la vida, salvo para el cuidado de sus rododendros, me temo, como te decía, que Rose Downstairs terminará decidiendo por mi no sólo en el burdo quehacer diario sino en los aspectos decisivos de mi vida.

11:58 AM

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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, darling:

Ese pícaro Bentley que heredé del tío Aurelius consideró ayer tarde que el viaje entre Plumcake Castle y Londres era ignominiosamente largo, así que tuve que hacer escala en Parsons Manor.

Lamentablemente, McGrog me informó de que Rainer y la pandilla te habían llevado a remar al Cam. Algo imprudente, en esta época del año: las aguas están atestadas de ramas hundidas y turistas norteamericanos, cosas ambas muy desagradables para una jornada campestre.

Sabes que nunca he sido muy deportista.
En mi época de Cambridge, la vulgaridad se había adueñado ya de nuestros sportsmen.
En tiempos del abuelo Cornelius, no había caballero que no formase parte de algún equipo de remo. Pero a nadie se le habría ocurrido pedirle a un baronet que remase.
Es cierto que un four que llevase tres aristócratas a bordo (cosa infrecuente, pero no imposible) debía de hacerse fatigoso para algún saludable y sencillo muchacho sine nobilitate, que no podría conducir aquello demasiado deprisa...
Pero ¿quién habría osado adelantar a un bote en el que viajaba el Duque de Kent?
Ah, querida... En los buenos y viejos tiempos del abuelo Cornelius, la gente sabía mantenerse en su sitio.

Sí que me pareció ver una doncella nueva...

¿Has jubilado por fin a esa vieja arpía de Mrs. Sponge? Eso provocará un sorprendente superavit en las reservas de Jerez de Parsons Manor, querida. Procuraré visitaros más a menudo.

12:07 PM


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Ebenezer McGrog dijo...
Rose, veo en tus palabras un asomo de ironía. Como podrás suponer, el sentido de la decencia y la recia arquitectura de las gentes de mi clan son incompatibles con esa clase de amanerados artefactos. El Power Maxx es absolutamente innecesario si uno se dedica a cortar troncos con moderada constancia en sus ratos libres. Por otra parte, los McGrog somos de natural bastante pilosos –casi tanto los hombres como las mujeres-y jamás se nos pasaría por la imaginación la absurda idea de rasurarnos como bayaderas. Si eres capaz de guardar un secreto, te confesaré que fue Sir Archibald Stewart-Litton quien me pidió esos instrumentos indecentes para obsequiarlos a Leslie Gay-Lussac, su nuevo pupilo (no me obligues a entrar en más detalles).

12:35 PM

sábado, 13 de marzo de 2010

LAS AFELANDRAS DEL GABINETE MANCHÚ




Rose Downstairs dijo...
Querido diario:

hoy es uno de esos días grandes en mi vida. Hoy se cumple un mes desde que entré al servicio de Lady Louella Parsons, de los Parsons de Parsonville del condado de Parsonshire de toda la vida. Una señorita refinadísima, no como esas pretenciosas damas provincianas que acumulan los vales del Carrefour donde he servido hasta ahora. Sí señor, refinada y llena de glamour. Se que esta mansión colmará todas mis aspiraciones como gobernanta luxury-class y que como me juré a mi misma al salir de Anazugasti-Etxea jamás volvería a servir a unos paletos con pretensiones. Afortunadamente en Parsons Manor no hay molestos jovenzuelos a los que estar reprendiendo continuamente por sus estúpidas bromas y abominables modales de criaturas consentidas. Aquí todo es paz y sosiego alrededor de la elegante, a la par que distinguida, Lady Louella.

Ardo en deseos de conocer más detalles de su prometido, Rainer María von Drahthaar-Schnauzer, de quien solo se que es un señoritingo venido a menos por sus reiterados fracasos financieros en esa oscura empresa en que malogra su tiempo, Murchison, Murchison & Slotkins, a la espera de que su tía Eleanor renuncie al fideicomiso que de la parte de la hacienda de los Metternich-Manzarbeitia le corresponde por herencia. De él se dice que bajo sus carísimos botines combinados de charol y vaca lleva unos horrorosos calcetines de tenis de color blanco. Espero que no sea más que una insidia y que el tal Rainer María esté a la altura de lo que una señorita de la clase de Lady Parsons necesita. Te confiare que me da la impresión de que el apolíneo Monsieur de Sans-Foy, adinerado caballero a quien he de agradecer sus sabios consejos de abandonar a los Anazugasti-Arana de Apatamonasterio y recomendarme en Parsons Manor, tiene la firme intención de aprovechar la más mínima ocasión para cortejar a mi bellísima señorita.

Te iré contando poco a poco, diario querido. Ahora tengo que ir a preparar unos canapés de pepino con roast-beef de alce y gelatina de mortadela en salsa de aspitos. Esta gente tendrá mucho estatus, pero con las porquerías que comen no me extraña que tengan esas caras de relamidos.

Rose Downstairs, gobernanta luxury-class cordon bleu de Parsons Manor en Parsonsville, condado de Parsonshire.

1:27 PM

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Ebenezer McGrog dijo...
Rose, el irrigador de ozonopino ha resultado ser un rotundo fracaso. La última rociada aniquiló ayer las afelandras del gabinete manchú, por lo que sugiero que permitamos de nuevo al tonificante aire de Hertfordshire ventilar las estancias de Parsons Manor.

2:23 PM

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Rose Downstairs dijo...
Mr McGrog, ya le advertí que comprar el irrigador de ozonopino de la teletienda no era buena idea por mucho que la escultural azafata embutida en esa bata blanca dos tallas menor que la suya lo calificara de "maravilloso y espectacular". Eso sí, tendrá que dar ud cuenta de lo que ha hecho con el "Power Maxx Vibrations" (luzca unos abdominales como los de Chuck Norris) y el "Epil Smooth" (no más vello en las orejas, nariz y espalda) que regalaban junto con el maldito irrigador.

1:07 AM

viernes, 12 de marzo de 2010

COSAS DEL PUNJAB



Ebenezer McGrog dijo...
Rose, la partida de catetos afronta un destino incierto por dos motivos: en primer lugar, la baraja está incompleta desde que Bucéfalo devoró a la abuela esquimal con ocasión del último picnic celebrado en honor de Monsieur de Sans-Foy, y considero discutible sustituirla por el rey de tréboles. En segundo lugar, Milady acaba de informarme del inoportuno percance sufrido por su sobrino segundo el teniente Granville-Cheddar, que se encontraba destacado con su regimiento en el Punjab y ha sido decapitado por error durante una cacería de leopardos. Recordarás al teniente, ese joven tan animoso que solía atravesar las cercas con su caballo en lugar de sortearlas por la parte superior. Es una gran pérdida para la familia y Parsons Manor guardará luto riguroso por plazo de tres días. Si su gota se lo permite, el reverendo Foxtrott oficiará un servicio fúnebre en la capilla. Prepara crespones y brazaletes.

1:13 PM

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Rose Downstairs dijo...
¡Oh, Mr. McGrog, qué contratiempo más inoportuno! No lo va a creer, pero casualmente Patty Sheridan, dueña de la única mercería cercana a Parsons Manor, cerró la tienda la pasada semana al aceptar una sustanciosa oferta económica de los Chong-Shé para abrir un "Fast-Wok". Tendré que acercarme personalmente a Coventry porque no me fío un pelo de esa inútil calamidad de Dora O'Flaherty, la doncella de Lady Parsons. Recuerde que la última vez que salió a hacer un recado vino asustadísima proclamando a voz en grito que había visto al mismísimo Belcebú al pasar por la tienda de discos de Paul Harrison que tenía en el escaparate un póster del cantante de Marilyn Manson. Aunque ahora que lo pienso todavía queda en la fresquera un sobrecito de tinta de calamar que sobró de la última vez que hicimos chipirones para su cumpleaños. Quizá aprovechando aquellos viejos calzoncillos que Sir Cornelius Sweaty-Paddle se dejó olvidados en la última visita podamos salir del paso…

1:58 PM

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Ebenezer McGrog dijo...
No nos queda más remedio que ser pacientes con Dora, Rose. Entró en la casa por recomendación de Lady Raspa, su anterior señora -comienzo a sospechar que para quitársela de encima- y su despido, aunque merecido, podría causar alguna incomodidad arriba. Dejemos que sea Milady la que abra los ojos ante semejante despliegue de incompetencia.

Y, ahora que lo mencionas, recuerdo haber visto los calzoncillos de Sir Cornelius convertidos en bandera pirata por ese desagradable rapaz de los Brown, que parece haber convertido el parque japonés en centro de operaciones.

2:21 PM

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Rose Downstairs dijo...
¡Qué cabeza la mía! Ahora que lo dice recuerdo el día en que el pequeño Brown se llevó los calzonzillos pensando que el slip de Sir Cornelius, tan lleno de cascarrias debido a esa incontinencia que le quedó tras su dolorosísisma intervención de almorranas, era uno de esos grandes pañuelos que los palestinos llevan anudados en el cuello. Ese pequeño diablillo tiene que ponerse en manos de un oftalmólogo sin demora. Voy a ir retirando la mantelería de canutillo, no vaya a ser que piense que es pana y pretenda llevársela también para hacerse una de esas vulgares blazier tan de moda entre la chusma laborista.

4:03 PM

jueves, 11 de marzo de 2010

CÓMO ESTÁ EL SERVICIO



Ebenezer McGrog dijo...
Rose, los anteojos de Lord Stilton han aparecido finalmente en el interior de una sopera. Te ruego que avises a Stilton House para que envíen un criado a recogerlos.

12:50 PM

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Rose Downstairs dijo...
¡Cielo santo! ¡Pero eso es terrible, Mr. Ebenezer! Todo el mundo sabe que Lord Stilton sin sus anteojos es incapaz de distinguir entre un bigote y unas ingles por muy inglesas que estas sean. ¡¡¡Y hoy iba en coche a visitar a los Anazugasti-Arana!!!

12:59 PM

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Ebenezer McGrog dijo...
En tal caso es muy posible que confunda a la señora de la casa con Roscoe, su entrometido schnauzer. No sería la primera vez. He de ausentarme ahora, Rose. Recuérdame que el sábado te haga algunas indicaciones.

1:07 PM

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Rose Downstairs dijo...
Solo espero por su bien que no sea la sopera de la Vichyssoise, Mr. Ebezener. Ya sabe lo mucho que aborrece el viejo gruñón lo que denomina "ese provinciano potingue de puerros con patatas".

Por otra parte, Mr. McGrog, permítame comunicarle que el próximo sábado recibiremos la vista del Coronel Lord Paddington, y ese afeminado Baronet con lengua viperina de Archie Stinging-Nettle para jugar la tradicional partida de catetos con nuestra pareja de tortolitos, Lady Parsons y Rainer María von Drahthaar-Schnauzer, así que vaya ud preparando la baraja de las familias que tenemos marcada. Recuerde ud. que entre el mal perder del señorito Rainer-María y el tramposo del Baronet que no hacía más que decir "picaste, picaste" sin admitir que tenía el padre tirolés y la madre zulú, la última partida tuvo hasta el alba a todo el servicio en pie pendientes de dirimir con su testimonio quien había sido el ganador del envite.

4:10 PM

domingo, 7 de marzo de 2010




Monsieur de Sans-Foy dijo...
¡Qué éxito, LOU, querida!
Estoy bastante impresionado...

Tu entrada al baile sale en la portada del Vanity Fair...

Me tranquiliza ver que hiciste desistir a Rainer de presentarse con pantalón tirolés.
Esa idea de que todos debemos honrar nuestros orígenes me parece sencillamente abominable. (Sobre todo, cuando los orígenes de uno son abominables. Y no lo digo por tu Rainer... que a fin de cuentas sale en el Gotha, aunque sea en el país de los Hunos).

Pero, suponte que Monseñor Doria-Pepperoni se presentase vestido de gondolero. ¿Y el conde y la condesa Van de Guais? ¿Tendrían que asistir en zuecos y con un queso de bola bajo el brazo?
En modo alguno debemos dejarnos llevar por el provincianismo, querida. No es más que la vanidad de los paletos.

Por cierto... Excelente la cola de carpintero que me mandaste ayer: las suelas de mis zapatos siguen sobre el parquet del vestíbulo.
No te preocupes. Evitaré los charcos.

Yours faithful

Monsieur

10:47 AM

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Louella Parsons dijo...
Querido SANS-FOY, regreso agotada tras pasear largo rato a Berenice. Montar a caballo temprano por el bosque de Parsons Manor después de una velada rodeada de cotorras y loros es una de las razones por las que agradezco ser rica. Mi yegua no habla, lo cual se agradece en estas circunstancias.

El baile fue un éxito pero no sabes cuántas insulsas y superficiales conversaciones tuve que soportar. No entiendo esa manía de los invitados de querer charlar con la anfitriona ¿No sería mejor que me sonrieran a distancia?

Todos te echamos de menos, empezando por Mary Tipton, que sigue empeñada en conquistarte y al enterarse de tu ausencia, se marchitó de golpe transformándose en una rosa apachurrada.
Querido, últimamente abusas mucho de su compañía y la pobre desgraciada se ha hecho sus pequeñas ilusiones.
Y hablando de flores, el que no faltó fue Archie Stinging-Nettle que apareció con un smoking morado de terciopelo sensacional rompiendo todo el protocolo, as usual. Estaba encantador. Sólo él se lo puede permitir.
Mamá dice que es el único hombre que admira sus rododendros y que si hubiera sido más joven, se habría casado con él. Bendita ingenuidad.
Las gemelas Elsa y Samantha Poppins y su legendaria sosería pasaron desapercibidas, como era de esperar y Charles y Camila se retiraron pronto porque ella tenía jaqueca (parece ser que es algo normal, no sé).

10:52 AM

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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Oh, LOU, querida:

Ese Stinging-Nettle no tiene remedio...
¿Un Smoking MORADO de terciopelo?
¿El arzobispo de Canterbury no viste algo parecido?

Tranquila: me guardaré como de mearme en la cama de criticar a Archie... Al menos en público. Su lengua fue considerada armamento estrategico en las conversaciones con el Pacto de Varsovia. Me lo dijo Perry Lacoste, nuesto hombre en el Foreign Office.
Mamá Parsons hace bien en congraciarse con él. Comparten muchas aficiones, además de los rododendros: la murmuración, el punto de cruz, los anillos de diamantes y los chicos guapos.
Sí... decididamente harían buena pareja.

¿De veras crees que Mary Tipton me mira con buenos ojos?
Querida... eso es difícil. Para empezar, tendría que lograr que ambos ojos mirasen en la misma dirección... y parece que la ciencia oftalmológica está en mantillas al respecto.
Mary es una compañía divertida, pero, antes de concebir una intimidad mayor, me plantearía seriamente la vida monacal.
No sería el primero de la familia: acuérdate del tío abuelo Murdock, que pasó veinte años en un monasterio italiano. (Es verdad que fue tapiado allí por orden de Pío IX, tras aquél feo asunto de las novicias irlandesas... Pero fue algo muy espiritual, de todos modos.
Tú eres más joven y no le conociste. A mí me llevaron a verle de niño. ¡Ni en mis tiempos de guardiamarina he conocido a alguien que blasfemase tanto!)

En fin... Que me alegro infinito de que tu baile fuese un éxito.
No maltrates demasiado a Berenice. Y sobre todo: Mantenla ALEJADA de Bucéfalo, ese pony psicótico. He visto la lujuria en sus ojos.

Ciao, darling.

11:21 AM

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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, my dear.
No condesciendas tanto con la plebe. No le hará bien a tu cutis.

Si hay algo verdaderamente democrático en este mundo es la gramática, pues nos obliga a todos por igual. Los prejuicios, en cambio, sólo rigen pour les petites bourgeoises: tenderos, abogados y gente así.

Un aristócrata no necesita decir "pompis". Nosotros tenemos culo, y aludimos sin complejo a nuestras funciones corporales, aunque lo hagamos en francés.

No sé por qué pierdo el tiempo con ellos, querida. Tengo alma de filántropo, pero, es tan fatigoso repetirse...

Besos a Mamá Parsons.

12:22 PM

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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Sé, LOU, que te inquieta mi afición historiográfica.
Pero ya ves cómo, hasta un apellido con el abolengo de los PARSONS, necesita que se difunda la verdad y se entierre la mentira y la mixtificación.

Unas palabras, hoy, sobre
Los PARSONS y la religión

Siendo la familia PARSONS tan antigua y arraigada en el Viejo Reino, superó la quiebra de la cristiandad de la única manera posible: partiéndose en dos.
Así, hay una rama católica romana, apelada cariñosamente “los SP” (sucios papistas) y una rama anglicana, conocida como “los PL”, (protestantes lameculos)
La relación entre ambas ha sido casi siempre cordial, llegando a coincidir un primo Parsons en el Colegio Cardenalicio, con otro en el Arzobispado de Canterbury.
Eran los buenos y viejos tiempos del Rey Eduardo VII y, según cuenta Lady Raspa, en las reuniones privadas, ambos divertían a la familia intercambiándose los hábitos.

Los Parsons han sido siempre más proclives a adquirir hábitos nuevos que a abandonar los viejos... Pero esa es otra historia.
Dejémoslo aquí.

1:24 PM

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Louella Parsons dijo...
SANS-FOY (12:22)

Querido, quizás tengas razón, eres tan inteligente y aprendo tanto contigo.....pero comprende que no estoy acostumbrada a ese lenguaje tan real.
¡Si te oyera tu madre, Madame la Comtesse!.
Si al menos lo dijeras en francés... Mamá, por ejemplo, habla con toda naturalidad de la “poitrine” y papá del “derriere” y respecto a Rainer, prefiero no conocer estos términos en alemán.
Es un idioma tan poco favorecedor, ¿no crees, mon cheri?

6:42 PM

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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querida:

Creo que por hoy hemos hablado bastante. Insistes en dar fiestas en el jardín en pleno marzo, y en lucir tu nacarado cuello con ese parole d'honneur que tanto te favorece...
Y claro, luego tienes la misma voz que Edward G. Robinson en Cayo largo.

Si oigo a Mamá Parsons hablar de “la poitrine” y Lord Parsons mencionar “la derriere”, puedo ser presa de un ataque de risa convulsa de lo más inconveniente.

En mi entorno, las únicas que utilizan el francés para referirse a ciertas intimidades, son mis pequeñas Katia, Nadia y Shashenka... (Aunque el suyo es un francés de Nijny-Novgorod)

Por lo que sé, el alemán describe las funciones más delicadas de la naturaleza humana con la sensibilidad poética de un proctólogo.
Mejor lo dejamos.

Cojo el tren para Londres.
Mañana tengo que estar en Murchison, Murchison & Slotkins a las nueve en punto.
(Hasta las aves del campo tienen un sentido del tiempo más piadoso que esos chupatintas londinenses)

Ciao, dear. Nos vemos.

7:43 PM

sábado, 6 de marzo de 2010




Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, darling:

¡Desfallezco de aburrimiento!

Te escribo desde Plumcake Castle, ese HORRIBLE lugar que nuestros antepasados -por alguna razón perversa que no alcanzo a explicarme- edificaron en mitad de estos marjales insalubres.
Nuestra querida y común parienta, Lady Raspa, afectuosa como un calamar gigante, llevaba meses insistiéndome en que no faltase a su Cumpleaños.
Ciertamente, alguien que apenas cubre su osamenta con sesenta libras de carne no debería tener un gran poder de convocatoria... pero Lady Raspa cuenta, como recubrimiento suplementario, con sesenta mil libras anuales de renta.
Y eso, querida, no es moco de pavo, si me permites la desagradable expresión campestre.

No es que tenga interés en heredarla,
es que MATARÍA por hacerme con esa bicoca.
(Que, en buen derecho, me pertenece: a fin de cuentas, fui yo quien se cargó a su marido).
Bueno... fue un accidente. Qué estúpido por su parte, apostar a que era capaz de parar una bala de mi 375 Holland & Holland con la guía de teléfonos de Dorset sobre el pecho...
(¡Dorset! ¿Quién quiere vivir en Dorset, hoy en día?)

Tú también la quieres mucho, lo sé...
No te preocupes: te lo compensaré con un modelito de Dior por temporada. No quiero tener problemas con tus compotas.

Lo malo es que, morirse, dista mucho de figurar en los planes de Lady Raspa.
Al menos, en un futuro inmediato.
¡Cielos! El afectuoso calamar me llama al jardín...
¿Alguna idea para acortar su siniestra existencia?
¿Podrías preguntarle al viejo McGrog dónde compra esa cera tan brillante y tan resbaladiza?
Contesta pronto, o me daré al brandy y al House & Garden.

10:31 AM

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Louella Parsons dijo...
MI querido SANS-FOY, tu desmesurada ambición te llevó a acudir a Plumcake Castle y ahora, preso del abismal aburrimiento y del pringoso afecto de tía Raspa, te lamentas como un gorrioncillo.

Cómo me haces reír, cher ami, sin embargo, compruebo horrorizada que has perdido definitivamente el juicio por un puñado de libras y eso me preocupa mucho.

¿No te dejó tu tío Phillipe Languedoc-Foy una buena suma el año pasado?
¿Pretendes a alguna dama en secreto que te obligue a engordar tu renta anual?

Tus siniestros pensamientos no son los de un caballero y deberías sofocarlos de inmediato. Eres un perfecto insensato.

Por otro lado, querido, no creo que lord Raspa muriera de un accidente.
Creo, sinceramente, que tío Raspa sabía lo que hacía cuando se colocó el distrito de Dorset en el pecho.
Los calamares son muy asfixiantes y, la verdad, ¿qué diferencia hay entre morir asfixiado lentamente por un cefalópodo o accidentalmente de un disparo?
Al fin y al cabo, uno termina muriendo igualmente. Pobre tío Raspa.

En fin, querido mío, confío en tus ingeniosos y saludables recursos para ganarte el testamento de tía Raspa.
Da rienda suelta a tu extraordinaria ternura, digna de un Chevalier, y el calamar se rendirá a tus encantos. Y olvídate de la cera y de otros métodos engorrosos.

11:30 AM

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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, dear...

No tienes corazón.
Un caballero no debe preocuparse por el dinero, lo sé... Pero, es que para eso, hace falta tenerlo en cantidades industriales.
¿Te haces una idea de lo que cuesta, hoy en día, ser un mecenas del arte?
Y que sería de las pobres bailarinas del Bolshoi, si las dejara de mi mano... angelitos míos.
Tú tienes a tu Rainer, y a todos esos Metternich-Manzarbeitia, que viven sumergidos en un mar de billetes de banco (eso sí... sin gastar un penique. Buenos son...)

¡Para tí es todo tan fácil...!
Si vieras a mi Nadia, a mi Anuska y a mi Sashenka, sin una cucharadita de caviar que llevarse a sus adorables boquitas, me entenderías.

Te haré caso y tendré paciencia.
(De todas formas, envíame la cera)

P.D.: Espero que me lo cuentes TODO sobre el baile... excepto los detalles no escabrosos.

12:14 PM

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Louella Parsons dijo...
Dear SANS-FOY, perdóname.
He sido exageradamente cruel contigo dejándome llevar por mi injustificable egoísmo al verme privada de tu compañía en el baile de esta noche.
Para compensarte querido, prometo ofrecerte una detallada y despiadada crónica del evento.

1:05 PM

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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, my dear:

Recibí el tarro con la cera. Todo un detalle...

En cuanto esparcí el contenido sobre el parquet, y noté el olor a cola de carpintero... supe que era víctima de una de tus gracias.
Permanecí pegado al vestíbulo, junto a Sir Archibald Stewart-Litton, durante cerca de dos horas.
Afortunadamente, no fue tiempo perdido:
¡Tu gozo en un pozo!
He conseguido que me financie una representación de “El Lago de Los Cisnes” en el Covent Garden para abril.
Él es más partidario de los bailarines... así que, nuestros mecenazgos resultan satisfactoriamente complementarios.

Gracias por todo. Eres un Cupido con mala puntería.
Espero con fruición tu crónica del baile.

1:07 PM

miércoles, 3 de marzo de 2010




Louella Parsons dijo...
Estoy liadísima y apenas puedo pararme a escribir algo.

12:00 PM

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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Estoy liadísima y apenas puedo pararme a escribir algo

LOU, darling:
Relájate, a fin de cuentas, es sólo un baile.
Por mucho que vaya a venir el Príncipe de Gales, a las doce se habrán marchado todos, dejando tus salones como un bebedero de patos, con ese tufillo a pistachos que deja la gente bien.

Postdata: (Espero que no se traiga a Camilla ¡Qué horror!)

3:29 PM

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Louella Parsons dijo...
Dear SANS-FOY, estoy exhausta y desbordada por el dichoso baile.
Mi doncella tiene gripe y la pobre mamá, definitivamente inútil hasta para organizar dónde se coloca un paragüero, sólo suspira por los salones con sus sales en la mano.

Mi mademoiselle Antoniette siempre me decía que la educación comienza por el dominio de uno mismo pero, querido, me siento como en un naufragio y tengo ganas de gritar.

Al menos, la mesa ya está organizada. No hay mucha complicación. El reverendo Foxtrott siempre se coloca a la derecha de mamá aunque acuda el príncipe de Gales.
¿Te parece bien que le siente a Lady Cheddar a tu lado o prefieres la insufrible sosería de las gemelas Elsa y Samantha Poppins?

Monsieur, confío en que acudas pronto para ayudarme a recibir. Es tan fatigoso sonreír tanto tiempo…

10:05 PM

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Monsieur de Sans-Foy dijo...
¡Oh, LOU, querida!

Veo que no te ha llegado mi mensaje. Estoy consternado, my dear, pero NO PUEDO IR.
Sí, sí... Sé que la muerte por crucifixión es demasiado poco para quien te deja tirado cuando das una cena con baile. Pero tengo excusa con nombre propio:
Lady Raspa.
Mañana, a la hora del te, he de estar ineludiblemente en Plumcake Castle, rodeado de las compañeras de clase de la Reina Victoria.

Sabes que no te haría esto si no hubiera una buena razón. Y esa razón se fabrica en el Banco de Inglaterra.

Lo siento horriblemente, pero prometo contártelo todo.
Tú, en Londres con lo más granado del Gotha... y yo en esos pútridos pantanos, rodeado de vejestorios con gota.
¡La vida es así!
El fin de semana promete jugosas crónicas.

P.D.: Espero que Rainer renuncie a su idea de los pantalones de cuero con smoking.
Nunca se lo perdonarían.

10:18 PM

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Louella Parsons dijo...
My goodness, querido SANS-FOY!! qué inesperada noticia la de tu ausencia al baile.
Tendré que cambiar la distribución de la mesa Qué contrariedad, my dear.
En fin, lo asumiré con educada y resignada indiferencia y encargaré un segundo par de guantes italianos perfumados de Trussardi para cambiármelos tras los recibimientos. Comprenderás que no puedo entrar en el comedor con unos guantes manoseados.

Ya no se da la mano como antes, querido, cuando sólo el roce de los dedos bastaba para que un caballero demostrara su afecto y disposición con exquisita educación.

11:19 PM

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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Valor, LOU.

Y sobre todo: en la mesa, evita mencionar la palabra "orejas".
Su Alteza es muy sensible a ese tema.

Espero que intercambiemos noticias el fin de semana. De otro modo, creo que optaré por ahogarme en los pantanos. Cualquier cosa antes que otra tarde jugando al bridge con Lady Raspa y su troup geriátrica.

11:34 PM