"Querida, nunca entendí para qué servían los castillos... hasta que nos volvimos todos tan demócratas".

lunes, 21 de diciembre de 2009



Louella Parsons dijo...
SANS-FOY, dear, tú sabes cuánto me apetecía acudir al baile de los Cumberland-Manzarbeitia y estrenar mi último sombrero de Philip Treacy pero, como sabrás, papá se cayó del caballo ese día y quedó tan dolorido que el doctor le aconsejó reposo absoluto y mamá, desbordada por la situación e incapaz de hacer nada útil, se recostó en su chester favorito tapizado con capitoné debiendo ser atendida igual que papá. Qué contrariedad.

Pero no renunciaré al placer malicioso de tu crónica social, empezando por el muermo de Dean Stilton cuyas intenciones hacia Mary Tipton no parece que desemboquen en nada que no sea su aburrida compañía. Y espero que mi primo Ambrose sofoque esos impulsos alocados hacia Rose Cumberland, esa criatura caprichosa que se sienta como un batracio y alza la voz como una tabernera.

Sans-Foy, querido, no me resulta difícil imaginar cómo disfrutaste con el espectáculo. Espero ardientemente todos los detalles mañana en la mesa de bridge.

8:57 PM

No hay comentarios: