"Querida, nunca entendí para qué servían los castillos... hasta que nos volvimos todos tan demócratas".

domingo, 2 de mayo de 2010

¿QUIÉN LE PONE EL CASCABEL A LA COCINERA?


(La señora Muffwater)

Louella Parsons dijo...
Mi fiel McGROG,

Como siempre, eternamente agradecida.
Tu implacable y personal batalla de Bannockbum trasladada a la cocina de Parsons Manor por la defensa de nuestro honor ha terminado con los traidores camino de la cárcel.
Sabes que detesto los escándalos pero no puedo consentir que se nos hayan engañado de una forma tan humillante.

Lo único que me tranquiliza tras esta lamentable conspiración es tu incondicional apoyo y presencia en esta casa.
Tan sólo queda un problema por resolver, mi fiel McGrog, y me temo que, una vez más, debes ser tú quien lo resuelva.

Se trata de ese monstruo de ingratitud llamado Muffwatter.

Confío en tu sabio criterio y dilatada experiencia para recordarle a la cocinera dónde están situados los límites de sus derechos en esta casa.

12:18 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querida...
Tu Rainer me tiene preocupado.
No soy de los que lloriquean por cachorros abandonados, canarios perdidos y cosas así. Pero, ver a todo un hombretón languideciendo como un hipopótamo con dispepsia, sin mirar siquiera las bandejas de lengua en salsa... es algo que me parte el corazón.

No se ha portado bien y lo sabe.
Ha sido egoísta, marrullero y desleal. Pero, tal vez hemos sido demasiado duros con él:
Lo que más le dolió fue que le dijeras que nunca te gustaron los manatíes disecados que te regala en tus cumpleaños. Se ve que le ponía mucha ilusión.

En fin, querida: no me queda sino aguardar a que tu magnanimidad se imponga sobre tu sentido de la Justicia.
Seguiré capeando el temporal de lágrimas, (aunque te advierto que, como siga confundiendo la servilleta con el pañuelo... me pasaré al bando de los irreconciliables)


Yours faithful

Eugène de Sans-Foy

5:07 PM
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Rose Downstairs dijo...
Querido diario:

vengo de visitar a mi tío John Harry Horace George Walter Arthur Marcus Edward Bryan Charles Frederik Reginald Tomas Paul Randolph Albert Percibal Anthony Christopher Elliott Kenneth Jeremy Lawrence Charlesworth-Knighton, al que todo el mundo llama "Syd". Es un viejo depravado, y simpatizante de ese maldito cáncer laborista que asola nuestra patria, que pasó sus años mozos en el maloliente Londres del estallido generacional punk. Un vicioso del alcohol, el juego y las mujeres más jóvenes que él. Dicen las malas lenguas que tuvo un amigo que fascinado por su petulante degeneración, tomó de él su apodo. Dicho amigo fundó un grupo musical que se dedicaba a agredir cualquier tipo de sensibilidad melómana, gozó de un insospechado éxito entre la juventud de la época y terminó muriendo víctima de un éxito acelerado en una mente de corto recorrido. El tío "Syd" fue más listo. Se largó a Benidorm con un dinerillo que sustrajo a sus amigos músicos una noche loca y allí conoció a una jovencita -María Jesús creo que se llamaba- que entonces empezaba en el negocio del espectáculo e iba dando la paliza de acá para allá con su acordeón cantando una canción que se titulaba "Los pajaritos". El tío "Syd" le hizo creer que era un experimentado mánager, ya que había conocido en Londres los diversos tejemanejes del mundillo musical para encumbrar a cualquier palurdo en lo más alto de los hit-parades, y comenzó así su fructífera relación con aquella jóven de quien parece que hasta se llegó a enamorar de él. El caso es que consiguió hacerse con el control de sus cuentas bancarias que por aquel entonces se hallaban repletas de pingües beneficios y como la jovencita era una máquina de hacer dinero el tío "Syd" se dedicó a darse la gran vida a costa del acordeón y "los Pajaritos" de la tal María Jesús. De cómo pasó a hacerse proxeneta en un club de alterne de las afueras de Almoradí no hay noticias en la familia. y mucho menos de su aparición en un banco del parque de Loughborough ataviado con las ropas de los Hare-Krishna en una gélida noche de invierno británico, que a la postre parece que es la causa de su estado catatónico actual. El caso es que hay sospechas de que aunque se encuentre absolutamente alelado, el tío "Syd" sea poseedor de una gran fortuna en Gibraltar y claro, querido diario, eso es motivo más que suficiente para aguantar una vez al mes sus groserías acerca de la aristocracia inglesa, que es la única gente decente que queda en este bendito país…

6:27 PM

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