"Querida, nunca entendí para qué servían los castillos... hasta que nos volvimos todos tan demócratas".

miércoles, 30 de junio de 2010

Perry Lacoste dijo...
eugene querido.stop.recibo mañana alta médica.stop.repuesto totalmente bolazo en cabeza.stop.enterado concurres próximas elecciones.stop.cuenta con mi apoyo material y espiritual.stop.te vas a merendar.stop.como pastelillo de ruibarbo.stop.al prusiano cara de col agria.stop.abrazos perry.stop.

9:44 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Perry, muchacho, stop
encantado poder contar contigo
elecciones distrito Fudgewood.stop

Rainer orador flojo, pero mucha pasta.stop
Le acompañan gemelas Mulligan, célebres coristas Liverpool.stop
Habil maniobra: Peligra voto obrero.stop

Toda ayuda bienvenida.Saludos. Eugènestop

9:57 PM

jueves, 24 de junio de 2010

Perry Lacoste dijo...
Apreciado Eugène:

Despierto hace unas horas, después de haber permanecido una semana en estado de sueño inducido artificialmente. Me encuentro en la mansión de mi hermana rodeado de sus cuidados y de atención médica ambulante.

Según relata Lucilla, y no lo debo poner en duda, ya que un cierto grado de alcohol en sangre no nubla la verdad, sino que, a veces, la hace aflorar espontáneamente, las atenciones que Porridge brindaba encantado a mi cuñado, continuaron durante todo la primera jornada del Torneo de Parsons Manor, hasta el punto de incitarle amablemente a tomar, bajo su dirección y consejo, sus primeras clases prácticas de cróquet.

Ya fuera el resultado de un plan diabólicamente urdido o fruto de las Leyes Físicas que explican las fuerzas de la Naturaleza, la tercera bola a la que Casper intentaba dar con el mazo, salió disparada directamente hacia mi sien derecha, en el momento exacto en que yo trataba de evitar, saltando, la bola que impulsada en este caso por Lady Parsons, se dirigía con gran velocidad y fuerza hacia mi espinilla izquierda (tengo que dedicar un tiempo a pensar sobre la posible relación existente entre mi observación atenta del movimiento corporal que Lady Parsons describe al realizar su espléndido swing y el bolazo que por su parte, sin duda un hecho fortuito, recibo invariablemente en una de mis espinillas) noté un fuerte golpe en la cabeza, mi jersey cayó de mis hombros al suelo, y se hizo la oscuridad y el silencio.

Comprenderás por todo ello, querido Eugène, que mi participación en el Torneo se vió bruscamente interrumpida. No me preguntes por tus 20 libras, les perdí la pista en el mismo instante de recibir el bolazo en mi dolorida sien. Supongo que ya te habrás acostumbrado, durante esta pasada semana, a vivir sin ellas.

Recibe mis sinceras disculpas,

Perry

11:12 AM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querida:

Parece que el viejo Perry se está recuperando bien de sus últimas hazañas deportivas.
Por lo visto, se produjo una lamentable convergencia planetaria de bolas de croquet sobre su persona, algunas de ellas totalmente accidentales.

Por lo demás está en forma. Gran muchacho, este Perry.

PS: No olvides enviarme las cien libras. Me vendrán muy bien. Harriet trasiega caviar y blinis con asombroso entusiasmo juvenil.

Yours,

Eugène

1:33 PM
__________

Louella Parsons dijo...
Mi querido SANS-FOY,

¿cómo puedes hablarme de esas cien libras cuando Perry Lacoste todavía está postrado en el lecho del dolor?
No tienes corazón y, honestamente querido, esa lady Bo, además de arruinarte, te ha idiotizado completamente.

¡Estoy tan preocupada por Perry!
¿Crees que sería conveniente que fuera yo sola a visitarle o sería mejor enviar un sirviente con una tarjeta cariñosa y una confitura?

No quisiera que mi reputación se viera dañada pero, por otro lado, siento que debo ser yo la que acuda a reconfortarle.

Estoy perdida en una nube de emociones y sentimientos confusos.
Te necesito, querido Eugène, pero tú sólo piensas en caviar y en tu lady Bo. Te odio.

8:44 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querdia:

Tu odio es una emoción pasajera.
Todo lo es en la naturaleza humana.
Cien libras, en cambio, dan de sí lo suyo...

He de ser severo con las especulaciones deportivas: No quisiera que emplearas mi parte en favor de Rainer en la próxima campaña electoral.

Créeme. Es caballo perdedor.

9:19 PM

domingo, 20 de junio de 2010

Ebenezer McGrog dijo...
Bueno, Rose, hemos de felicitarnos por el brillante papel desempeñado hasta ahora por los integrantes del equipo de Parsons Manor. Los resultados de la primera jornada apuntan hacia una nueva victoria, lo cual ha de ser motivo de orgullo para todos -a la vez que, todo hay que decirlo, un modesto estímulo para nuestros bolsillos.

A fuer de ser sinceros, esperaba algo más de Mr. Lacoste: con el fin de que la desmoralización no hiciera presa en él desde un principio había procurado dejarle algunas bolas francas durante el entrenamiento matinal, y lo cierto es que pareció responder con algunos envíos correctos. Por ello me sorprendió que su golpe más notable durante la competición sólo sirviese para destruir una ventana del invernadero. Creo que debe mejorar algo su técnica si quiere prosperar en este deporte: mirar fijamente a la bola, y no al talle de las oponentes, es condición indispensable para conseguir un impacto limpio.

Por cierto, hemos de reconocer que el aspecto radiante de Milady ha contribuido una vez más a realzar de forma extraordinaria el evento. ¿Observaste a Porridge? Parecía un tanto turbado ante las amables muestras de atención dispensadas por Miss Tipton, de lo contrario no se entendería su tembloroso pulso a la hora de llenar las copas.

10:11 AM
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Perry Lacoste dijo...
Admirado Eugène,

Una serie continuada de circunstancias desfavorables, ocurridas desde primera hora de la mañana, dificultaron que durante el día de ayer pudiera desarrollar mi mejor croquet.

En primer lugar fue imposible librarme de Phoebe Couzins, el formar equipo con ella, cuyo ánimo y maneras me recuerdan vivamente al sargento O´Malley de mis años de cadete en la Academia Militar de Caballería, me impidió alcanzar la relajación necesaria para enfrentar el juego con garantías (esa mujer me provoca un estado de ánimo muy cercano al miedo).

En segundo lugar, Lady Parsons, mientras yo observaba con interés renovado su admirable escorzo al impulsar el mazo, me atizó un bolazo en plena espinilla que provocó, a partir de ese doloroso instante, una patente dificultad ambulatoria.

En tercer lugar, percibí en Porridge una excesiva predisposición a reponer continuamente la ginebra (con unas pocas gotas de Martini) que mi hermana Lucilla ingería con delectación. Ya fuera casualidad o causalidad, al poco tiempo el cariño de mi hermana por mi persona había crecido de manera directamente proporcional a la ginebra ingerida, terminando por entrar al campo de juego con unos irreprimibles deseos de abrazarme. Teniendo que dedicar mi atención a desanimarla de sus cariñosos propósitos más que al Torneo en sí.

Con todo ello mi juego, que se había iniciado de manera brillante y fulgurante (atravesé de salida 7 aros con la bola azul) decayó ostensiblemente.

El resultado, mi querido Eugène, es que en este momento del Torneo, tus 20 libras se encuentran en serio peligro de pasar a incrementar el patrimonio de otras personas.

Espero que durante la jornada de hoy pueda concentrarme en el desarrollo natural del croquet sin que se sucedan nuevos accidentes.

Perry

11:43 AM
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Ebenezer McGrog dijo...
(Damn, Porridge no para de escanciar a Miss Lacoste... Adivino tu juego a mil leguas, viejo tunante, bien hizo Malamute en advertirme de su curiosa entrevista con Monsieur... Y Rose, cada día más hermosa, flotando de aquí para allá como un angel...)

- Eummm... Milady, si queremos aplazar la bancarrota de Parsons Manor por algún tiempo sugiero que relevemos a Mr. Porridge: la montaña de clicquots vacías se asemeja ya al Ben Nevis.

1:18 PM

sábado, 19 de junio de 2010

PELOTAS ( I I I )



Ebenezer McGrog dijo...
Mr. Porridge: como el día se anuncia bonancible voy a pasar por alto unas insinuaciones profundamente equivocadas que, debo admitir en su descargo, pierden relevancia al estar proferidas por un nativo de Irlanda. El más elemental sentido de la justicia me obliga a ofrecerle la posibilidad de una retirada decorosa antes de que rueden las bolas. No ha de preocuparse porque trascienda su notorio desánimo en estos momentos previos a la contienda: le aseguro que mis labios acostumbran a estar sellados en lo que atañe a las debilidades humanas, tan justificadas en su caso.

No obstante, si consigue reunir arrestos suficientes para mantener su temerario envite pese a las remotas expectativas de éxito que lo acompañan, le ruego que tome nota de que mi apuesta se eleva a una guinea y recae en la persona de Lady Parsons (indiscutible vencedora, no está de más recordar, en las seis últimas ediciones del torneo).

12:10 PM
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Louella Parsons dijo...
Mi querido SANS-FOY,

McGrog me ha anunciado durante el desayuno que nos privas de tu compañía esta tarde en Parsons Manor durante el campeonato de croquet.

Lo lamento, querido. Y más porque sé que no acudes por las múltiples obligaciones a las que debes atender por culpa tu compromiso con lady Bo
Pero me consuela pensar que al menos te has marcado un objetivo en esta vida.
Cuando McGrog se ha alejado, papá me ha dicho que los hombres de nuestra posición deben plantearse el matrimonio tarde o temprano, si no, se vuelven solitarios y excéntricos.

-¿Y nosotras?, le he preguntado.

-Mi querida Lou, no te cases con un hombre aburrido, nada envejece más a las mujeres, me ha contestado sin inmutarse, mientras leía The Daily Telegraph

Ya sé que viene tu amigo Perry Lacoste. Le invité yo misma. No pude evitar hacerlo cuando ayer apareció con su bolsa de palos por Parsons Manor.

¡Qué talento para la oportunidad tiene este mequetrefe!, gruñó Rainer.

¿Tú entiendes lo que quiso decir Rainer, querido Eugène?

Tuya,
Lou.

12:12 PM
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Ebenezer McGrog dijo...
Miss Tipton: me complace comunicarle que el señor Wilbur Porridge, ayuda de cámara de Monsieur de Sans-Foy y encargado circunstancial del mostrador de refrescos durante el torneo de croquet, también es un devoto seguidor de la ciencia del Tarot.

Aprovechando tan afortunada coincidencia, el señor Porridge me ha rogado que le haga saber lo muy halagado que se sentiría si Ud. aceptara compartir con él aquellos momentos de descanso que consienta la jornada, lo cual les permitiría departir extensamente sobre la materia que aúna su interés. Le prevengo de que la aparente reserva del señor Porridge no es sino la máscara de su natural timidez, y que tras ella se esconde un alma ardientemente entregada a las artes esotéricas.

12:14 PM
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Perry Lacoste dijo...
Realmente, un día soleado anima hasta el hombre más pusilánime.

Voy a poner en orden los palos, una buena capa de cera nutritiva nunca les viene mal.

Definitivamente me acompañan a Parsons Manor, Lucilla y Casper (quiera Dios que las apuestas no terminen girando alrededor de sus actividades).

12:25 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querida:

Refrena tus encantos.
Perry es un buen muchacho, pero se ha pasado los últimos seis meses como agregado deportivo en nuestra embajada en Malta. Allí, las jóvenes nativas se dejan bigote y las mujeres de la colonia británica tienen la misma edad que Lady Raspa.

Quiero decir que tal vez esté en un momento un tanto sensible.
Si aprecias que su mirada se torna en exceso bobalicona, aplícale un bolazo en la espinilla. Le harás un favor.

Tengo planes para ese muchacho, y me gustaría verle en forma.

Yours faithful

Eugène

12:48 PM
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(Murdock, Malamute & Mordecai McGrog)

Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querida:

En nuestra excursión por las Tierras Altas, Harriet y yo pasamos ayer por Glendhugledoo, localidad natal de McGrog, donde tuvimos ocasión de saludar a sus hermanos trillizos, Murdock, Malamute y Mordecai, que le envían afectuosos saludos.
También me pidieron que le trasmita su disposición a participar en cierta especulación deportiva de la que no entraron en detalles.
Gente adusta, estos McGrog.

Harriet te envía saludos.

Eugène

1:44 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Mr. Wilbur Porridge,
Parsons Manor, Parsonsville

¿Cómo va eso, Porridge?
Me inquieta el futuro de mi inversión.
Visité a los hermanos de McGrog en Escocia, y me parecieron gente solvente: el tipo de fulanos que esconde mil soberanos bajo una baldosa.
Creo que eso explica que en "Las Armas del Rey Jorge", de Parsonsville, se estén cubriendo todas nuestras apuestas.

Tu labor es difícil, lo comprendo, pues tu lealtad está con Mr. Lacoste, aunque tus intereses económicos estén en su contra.

No dudo que resolverás el dilema satisfactoriamente (recuerda que vamos a medias)

Eugène, Vicomte de Sans-Foy

7:01 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
POSTDATA:

Oye, Porridge...
la señorita Parsons está muy rara. Tengo la impresión de que, tras mi compromiso, algo se ha removido dentro de su hermosa aunque durísima cabeza.
Sospecho que sus relaciones con Rainer tienden a aflojarse, (pobre muchacho: lo mismo les pasa a sus corbatas).
Y con el bueno de Perry mosconeando por ahí... no sé. Podrían pasar cosas.

Les quiero mucho a los tres, pero creo que todo está bien como está.
No quisiera pasarme el verano consolando corazones afligidos.

Confío ciegamente en tu ingenio.

Tu señor.

7:12 PM
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Louella Parsons dijo...
Querido SANS-FOY,

Tu curiosidad por el torneo te impide olvidar Parsons Manor por muchas Tierras Altas que visites y me temo que estás desatendiendo a tu enamorada.
Ya sé que te preocupan tus apuestas pero Eugène querido, los que hemos nacido ricos no debemos mostrar tanto interés por unas cuantas guineas.

8:44 PM

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Wilbur Porridge dijo...
Mi señor Sans-Foy:

Desconociendo la reciente estancia del señor Lacoste en la escuela de croquet de alto rendimiento de Northumberland, Mr. McGrog ha apostado una guinea a favor de Miss Parsons. El señor Lacoste se muestra en plena forma, así que el desenlace del campeonato sería previsible si no fuera por lo que esta mañana he tenido ocasión de observar, con inquietud. El señor Lacoste estaba jugando una partida de entrenamiento con Mr. McGrog. Sus golpes eran tan audaces como precisos, y en dos ocasiones ha mandado la bola de McGrog más allá de los macizos de rododendros que rodean el campo de juego. De repente ha aparecido Miss Parsons, y la concentración de Mr.Lacoste en el juego ha parecido decaer bruscamente. En realidad, también, su dicción se ha visto afectada, pues ha empezado a hablar tartamudeando de forma ostensible. Ciertamente, aunque una dama como Miss Parsons jamás traspasaría la línea del más estricto decoro, hay quien podría calificar su atuendo de competición como innovador, e incluso atrevido. El caso es que temo que el súbito descenso en el rendimiento deportivo de Mr. Lacoste ante la presencia de Miss Parsons acabe produciendo un resultado desfavorable en la competición, y me atrevo a sugerir el diseño y aplicación de medidas correctoras.

Wilbur Porridge

p.d. Miss Tipton se me ha acercado durante un descanso en los entrenamientos, y, mirándome con una fijeza perturbadora, me ha preguntado si no estoy de acuerdo en que las auras de dos personas, aún siendo de orígenes distintos, pueden acabar vibrando en una sincronía cósmica, frase a la que no he conseguido encontrar un significado cabal.

1:23 AM

viernes, 18 de junio de 2010

PELOTAS ( I I )



Wilbur Porridge dijo...
Mr. James Collins Marinho
Posada del octópodo gesticulante
Portloe, Cornwall



Querido Jimmy

Te ruego tengas a bien devolverme, de forma temporal y a la mayor brevedad posible, los mazos que te alquilé el pasado otoño. Los necesito con urgencia para una competición que, según acabo de saber, se celebrará este fin de semana. Espero poder retornártelos a comienzos de la próxima. Entretanto te sugiero que vuelvas a ablandar el ingrediente principal de tu menú, aquél por el que tu posada ha alcanzado una fama internacional (que llega incluso a York), con el tradicional método de golpear los pulpos contra las rocas. Sigue con salud.

W.

12:29 PM
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Perry Lacoste dijo...
Ciertamente, como suponía, Miss Parsons, con su amabilidad siempre a flor de piel, no dudó ni un sólo segundo, en cuanto detectó mi presencia en atuendo deportivo, todavía el jersey a los hombros, y la bolsa de los palos, en invitarme cortesmente a su Torneo de Crocket.

Ocasión propicia además para saludar a todas las viejas amistades que pasarán el fin de semana disfrutando despreocupadamente en Parsons Manor.

Bien, realmente puede ser un largo, cálido y competitivo weekend.

Estoy pensando que tal vez fuera familiarmente conveniente hacerme acompañar por mi hermana Lucilla y su esposo Casper. Pero temo, que entre los tragos de ella y los despistes de él, el foco de atención de los espectadores se desvíe del campo de juego a la sombra que les procure el toldo en que se protejan del picante sol de finales de primavera.

7:26 PM
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Wilbur Porridge dijo...
Mr. Mc Grog

En contestación a su pregunta, le diré que no he encontrado ni un solo precepto de la iglesia presbiteriana que se pronuncie en contra de cruzar amistosas apuestas en el juego del croquet. Por otra parte, puesto en contacto con el representante de los McGrog en Londres, me ha asegurado que no ve ningún inconveniente en la realización de tales apuestas siempre que los boletos no reproduzcan los colores del tartán del clan, algo que, según dijo, considerarían incompatible con su dignidad. Todo parece indicar, por tanto, que sus anteriores objeciones no eran sino meros disfraces detrás de los que se ocultaba el temor a perder sus caudales en el lance. Por eso le reitero la proposición que le realicé ayer, que, le recuerdo, consiste en apostar diez chelines por la victoria del señor Lacoste en los torneos del sábado. Su seguro servidor.

Wilbur Porridge.

9:39 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Perry, muchacho:

Como camaradas que somos del Buzzy Bugs’ Club, y ante la inminencia del torneo de croquet en Parsons Manor, debo prevenirte contra Lady Parsons:

Seguramente, Rainer se la adjudicará como pareja, ofreciéndote por compañera a alguna beldad de aspecto varonil, tipo Phoebe Couzins, aparentemente más adecuada para manejar el mazo.
Craso error, compañero.

Lady Louella tiene un pat diabólico, y está especializada en impactar certeramente en la espinilla de cualquier competidor desprevenido que amenace su juego. Bajo ningún concepto le quites la vista de encima cuando juega “en corsario”.

En esto (y en todo) déjate aconsejar por Porridge, pues nadie como él para hacer compatible la condición de sportman con la de maldito tramposo.
Aguardo tus noticias.

P.S. Adjunto veinte libras a tu favor. Veré con gusto que me las devuelvas sustanciosamente aumentadas.

Eugène

9:56 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Lady Louella Isadora Parsons.
Parsons Manor, Parsonsville.


LOU, querida, stop
Perry irá acompañado hermana Lucilla. stop

Ingesta ginebra superior caudal Ganges. Por demás, divertida. stop

Marido Casper, gafe peligrosísimo. Evitar como peste, stop

Yours faithful, Eugène. stop

10:09 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Mr. Arnold Fitzwilliams, Jr.
Parsons Manor, Parsonsville


Querido Arnold:

No fue muy amable por tu parte atribuírme la propiedad de la carabina de aire comprimido que te requisó el sargento Plotter. Y menos, que no te tomases la molestia de advertirme que la habías reconvertido tan hábilmente al calibre 22 anular, (lo cual explica que hicieras sonar la campana de Parsonsville a media milla de distancia)
Reconozco, no obstante, que se trata de un trabajo fino, y lo aprecio en su justa medida.

Me ha costado serios disgustos y algunas guineas, pero me complace informarte de que está ya en mi poder.
¿Te interesaría recuperarla?

Tengo algunas sencillas ideas al respecto, que paso a exponerte...

10:21 PM
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Perry Lacoste dijo...
Eugène, compañero

Realmente, los camaradas del Buzzy Bugs’ Club lo son en todas las circunstancias, pero permíteme que ponga en duda tus personales impresiones sobre Lady Parsons.

Donde tú ves un pat diabólico, el resto de los mortales varones lo vemos angelical. Y en el caso de hacerse realidad tu advertencia, cuando impacte certeramente en la espinilla de sus competidores desprevenidos, siempre ocurrirá debido a un desgraciado azar, nunca a su intención. Y si existe un termino que no case bajo ningún concepto con la delicada Lady Parsons es el de corsario.

Aunque he de reconocer, que me será difícil quitarle la vista de encima.

Sobre la posibilidad de tener que jugar con Phoebe Couzins (a la que he conocido esta misma tarde) ¿se te ocurre alguna manera, no violenta, de librarme de ella?

Te agradezco y acepto muy gustosamente, durante tu ausencia, los inestimables servicios de Porridge.

No temas por tus veinte libras, si aún conservo una mínima parte de mi legendario swing las verás crecer como un yorkshire terrier bien alimentado.

Perry

10:23 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
Lady Louella Isadora Parsons.
Parsons Manor, Parsonsville.

LOU, querida, stop.

Perry víctima extraño proceso reblandecimiento mental. Probablemente enfermedad tropical. stop.

Médico recomienda estímulos fuertes, especialmente zona espinilla stop.

Si no suficiente, insinuar Couzins
él hombre sensible, afecto feminismo. stop.

Dios apiade él.
Envío con Porridge 50 guineas acordadas.
Tuyo affmo. Eugéne stop.

11:01 PM

jueves, 17 de junio de 2010

PELOTAS ( I )



Ebenezer McGrog dijo...
Todo a punto para el torneo de croquet, Milady. Teniendo en cuenta que la casa dispone de personal cualificado, me pregunto si es necesario confiar al señor Porridge el mostrador de refrescos a pesar de su amable ofrecimiento.

Aprovecho para informarle de que el conde Dubrovnik ha excusado su asistencia a causa de una insolación y que Miss Tipton, por razones no expresadas, rechaza categóricamente alojarse en el cottage del jardín y ha pedido una habitación sin ventanas en la parte opuesta al torreón del ala norte.

6:44 PM
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Perry Lacoste dijo...
Caramba, pasar una larga temporada en el Exterior te aleja irremediablemente de los círculos sofisticados (y o estás en ellos o estás muerto socialmente)...Un torneo de crocket en Parson Manors y no he sido invitado (yo, el mejor boleador promesa universitario de su tiempo). Tengo que remediar esta injusticia. Me pongo el jersey sobre los hombros, me coloco al volante de mi Aston Martin y me dirijo a presentar mis respetos (imperdonable, desde mi regreso no lo había hecho) a Miss Louella Parsons. Supongo que cuando me vea aparecer con mis palos de crocket entenderá mi sutil insinuación y me invitará al torneo. Sin duda.

9:46 PM
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Rose Downstairs dijo...
Querido diario:

¿Dónde estoy? ¿Cuánto he dormido? Lo último que recuerdo es a la señorita Lady Parsons dándome la noticia de la boda del apolíneo Monsieur de Sans-Foy. Fue un impacto terrible. Tanto tiempo anhelando que Monsieur ocupase el lugar del prometido de mi señorita Louella Parsons y ahora esa posibilidad se desvanece como la sal en una condenada sopa de hortalizas. Solo espero que este desafortunado suceso no de alas al nefando señorito Rainer para tratar de dar fin al noviazgo con Lady Parsons con el objeto de pasar a mayores. En fin, querido diario, voy a ponerme al frente de la gobernanza de Parsons Manor que parece que el fin de semana se presenta deportivo con la llegada del as del croquet, el mismísimo Perry Lacoste de quien se cuenta que posee un boyante negocio de impermeabilización y repujado de pieles de cocodrilo. Espero que se trate de todo un dandy amante del deporte y no uno de esos australianos dundee cazador de aligátores sin refinamiento ni maneras. Ya te contaré, diario querido.

1:08 AM

miércoles, 16 de junio de 2010

Perry Lacoste dijo...
Caramba, me ausento un tiempo reclamado por asuntos oficiales (el Extranjero es incontrolable) y a la vuelta encuentro revolucionado Parsons Manor. Y todo ello motivado por la próxima boda de Monsieur de Sans-Foy con la encantadora Lady Bo. ¡Eugène se ha comprometido!

Verdaderamente increible, no parece un hombre al que el matrimonio vaya a sentarle bien (siempre es mejor dejar ese asunto a los hombres casados).

Toda una sorpresa. En fin, necesito un trago. Y conozco un lugar donde nunca falta una botella abierta (y varias cerradas). Me voy a casa de mi hermana Lucilla.

7:28 PM
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Perry Lacoste dijo...
Cierto, Eugène, esas máquinas las carga el diablo, que parece querer escribir a través de nuestros dedos...

No descarto solicitarte los servicios de Wilbur cuando, por supuesto, a ti no te sean estrictamente necesarios.

Perry

7:38 PM

Ebenezer McGrog dijo...
Me preguntas por Mr. Lacoste, Rose. Es un joven brillante y de habla concisa. Ingresó en la carrera diplomática tras un breve paso por el ejército y, hasta donde la discreción lo permite, puedo decirte que desempeña con eficacia delicadas misiones al servicio de nuestra patria. Añadiré que pertenece a una honorable familia y que guardo muy buen recuerdo de su padre, el Coronel Sir Reginald Lacoste, a quien conocí en la frontera norte de Cafiristán. Excelente jinete y más que aceptable taxidermista, sin duda.

8:06 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
PERRY, muchacho:

Puedes disponer de Porridge a tu antojo durante el fin de semana.
Se supone que tengo que cortejar a mi amada cortando flores, canturreando madrigales y cosas por el estilo. Y no creo que Porridge se sintiese muy cómodo acompañándome al laud.
Así que, si quieres llevártelo al torneo de criquet de Parsons Manor, es todo tuyo. (Ya sabes que es un as con las apuestas)

Ah... Echa un vistazo a mi pequeña LOU. La encuentro un poco rara últimamente.

Eugène, el enamorado.

8:25 PM

martes, 15 de junio de 2010

SIN BODA, POR AHORA

Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querida...

En cuanto a la materialización de mi compromiso con Lady Bo... parece que no hay prisa en que elijas un juego de té y todo eso. El nuestro no va a ser un noviazgo relámpago.
Han surgido ciertas discrepancias entre nuestras familias a propósito de la ceremonia: los Bollington son anglicanos irredentos, mientras que la casa Sans-Foy permanece fiel a la vieja religión. Mi oferta de jugárnoslo a los chinos ni siquiera fue considerada por nuestros abogados, así que el asunto va a demorarse un poco.
Reconozco que la amenaza de Lady Raspa de no dejarme un maldito penique si se me ocurre “bajarme los pantalones en ese asunto” (un simil nupcial particularmente desafortunado) gravita amenazadora sobre mi espíritu.
Por otra parte, la oferta del padre McNamara al reverendo Foxtrott de resolver discretamente el asunto a puñetazos en el cobertizo... no fue un prodigio de diplomacia vaticana. El reverendo tuvo en buen juicio de no aceptar: las apuestas estaban cien a ocho en su contra, y eso que el irlandés consentía en presentarse con la mano derecha atada a la espalda.
En fin... Supongo que un noviazgo largo tiene sus ventajas. Así podremos conocernos un poco antes de la boda, (y no nos ocurrirá lo que a Sir Randolph Fitzparsons, que, según las crónicas, tardó años en descubrir que su esposa,Urganda la Pilosa, era un aventurero escocés).

Yours faithful, &c.

Eugène

10:02 AM
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Louella Parsons dijo...
Mi querido SANS-FOY,

Me complace comprobar que la cordura empieza a imperar en el asunto de tu absurdo compromiso y, al menos, ya contamos con algo de tiempo mientras vuestras familias resuelven sus discrepancias.

Sé que lady Bo es una criatura deliciosa y que tus emociones son verdaderas, querido Eugène, pero el amor a veces resulta un timo.
Lo que al principio parece un eterno jardincillo lleno de fuentes con nenúfares, transcurrido un tiempo, todos los lirios y lilas se marchitan definitivamente y los días con la persona amada se llenan de interminables y aburridos silencios.

Además, tú juegas magistralmente a las cartas y lady Bo sólo sabe tejer. Te encanta fumar aunque sea con esa pipa ridículamente larga que te compraste en aquel bazar parisino que tanto te gusta y lady Bo no soporta el tabaco…..Querido, ¿te has parado a pensar en lo que se convertiría tu existencia?

5:25 PM

domingo, 13 de junio de 2010

WHAT'S THE MATTER WITH LOU?




Louella Parsons dijo...
Mi querido SANS-FOY,

Lamento insistir en el asunto pero después de contarme cómo se desencadenó tu compromiso, sólo me queda concluir que eres un insensato y lamento decirte que este tipo de decisiones alocadas suelen fracasar irremediablemente.

Sé que detestas los escándalos y habladurías tanto como yo pero uno debe estar preparado para salir airoso cualquier eventualidad o contratiempo, querido Eugène, ya sea una pregunta embarazosa, un tropezón con la alfombra o salir del cuarto de lady Bo y encontrarte con el reverendo Foxtrott.

Querido, aún estás a tiempo de reconsiderar tu descabellada decisión, que sin duda fue tomada en un momento en el que tu vida se estaba volviendo algo anodina y aburridísima como tú mismo me lo confesaste, acuérdate, aquella tarde en el Royal Club, mientras jugábamos al brigde.

Te aseguro que es mejor permanecer ignorado que lamentar haber sido por un día protagonista del Vanity Fair.

5:17 PM
__________


Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, my dear:

Si buscase animación, me embarcaría hacia las islas griegas con Rainer y los muchachos del equipo de Rugby.
Simplemente, he escuchado la voz del destino.

Entiendo que no soportes a los Bollington: es una impertinencia aparecer doce páginas por delante de los Parsons en el almanaque Gotha. Pero no vamos a regañar a estas alturas por quién liquidó más sajones en la batalla de Hastings.

El matrimonio me horripila, y Harriet y yo somos perfectos desconocidos. Aún así, hay algo inquietantemente alentador en todo esto.
Supongo que Lord Cardigan, tu tio-abuelo, pensaba lo mismo aquella mañana, en Balaclava.

6:21 PM
__________

Seamus P.Porridge dijo...
Wilbur

Una vez leída la lista de vinos que tu señor Sans-Foy (nunca entendí por qué entraste a servir en casa de un francés, Dios los confunda) ha preparado para su boda, creo que puedo servirte unos vinos de la bodega del viejo O´Rourke, cuyas calidades son en todo similares pero sus precios mucho más razonables. Por ejemplo, el artículo número 1 de la lista, Château Lafite del 98, 70% cabernet sauvignon, 25% merlot, entiendo que puede ser perfectamente sustituido por La alegría de San Brandán, que está compuesto por cantidades variables de uvas de distintos tamaños. Por otra parte, para reemplazar el artículo número 3, Château Latour del 96, te propongo el afamado Destrozagargantas de Innisfree, qué según tengo entendido fue escogido como el mejor vino del año por los reclusos de Kilmainham Gaol. Te adjunto a continuación la lista de precios. Te ruego que te decidas cuanto antes porque, en caso afirmativo, tendremos que proceder inmediatamente a la elaboración de los caldos. Queda con Dios.

Seamus Padraig Porridge.

8:39 PM

sábado, 12 de junio de 2010

¡NOTICIA BOMBA!


Wilbur Porridge dijo...
Respetado tío Seamus.

El destino se ha desatado sobre nosotros y ahora navegamos indefensos a merced de los acontecimientos que, como olas en una tempestad, nos sacuden ferozmente y parecen encaminarnos directamente a las fauces de Leviatán. Resumiendo: el señor ha decidido casarse. Ahora recuerdo cuando abandonaba Tipperary y tú, poniendo una mano sobre mi hombro, me dijiste: no caigas nunca, Wilbur, en la trampa del matrimonio, esa maléfica institución que te encadena de por vida a alguien que ni siquiera es de tu familia. Debo decir, sin embargo, que el señor parece afrontar el inminente cambio de estado civil con alegría y pasea por la casa con una perenne sonrisa en el rostro que recuerda un poco al rictus que se le puso al viejo O’Mallory a los pocos días de pisar un clavo herrumbrado. Debo ahora continuar con los preparativos de la celebración, pero te mantendré puntualmente informado. Con afecto.

W.
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Ebenezer McGrog dijo...
- ¿Mi opinión, dices? Fui educado para no juzgar las decisiones personales de los demás, Rose, y menos aún las que afectan a la clase encargada de regir los destinos del Imperio. Me limitaré, por tanto, a desear una venturosa y larga vida conyugal a Monsieur y a su encantadora prometida, a quien tuve el honor de recoger en mis brazos el día de su bautizo cuando fue lanzada por los aires por Lady Cheddar, su madrina, como consecuencia de un inoportuno tropezón.

9:38 AM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querida...

Créeme: estoy tan sorprendido como tú.
Cuando llegué a Bollington Court, para la temporada del urogallo, la idea prometerme en matrimonio ocupaba en mi mente un lugar próximo a la de hacerme monje budista o pintarme de rosa las uñas de los pies.
Pero... ¡la vida toma sus propias decisiones!

Nunca ha habido secretos entre nosotros, darling (a excepción de aquél turbio asunto de la patente del descorchador de sidra...) Pero volvamos al tema.
Lo cierto es que habíamos pasado un Sábado estupendo, matando bichos y peleándonos por los cadáveres. ¡Nada como una masacre indiscriminada para fortalecer el ánimo y la autoestima!

Es el tipo de cosas que hizo de nuestros antepasados los grandes hombres que fueron. (Claro que, ellos no se limitaban a matar aves)
Lo cierto es que regresamos a casa pletóricos de energía animal.

Durante la cena, el clarete y el Jerez produjeron su salutífero efecto calmante, y todo el mundo se sentía estupendamente.
Todos. Incluída Mary Tipton, que parecía haber superado su etapa espiritista, sufragista y Hare-Krishna, para volver a la alegría mundana. Demasiado mundana, en realidad.


Cuando las señoras se retiraron de la mesa, creí haberme librado de sus atenciones, pero, a lo largo de la velada, percibí que su actitud hacia mí era, digamos, incómodamente amistosa.

Fue cuando me empujó dentro del cuarto de la plancha y empezó a forcejear con mis pantalones, cuando comprendí que el cariz de los acontecimientos acosejaba una retirada estratégica, así que salté por la ventana. Afortunadamente, era un primer piso, y justo debajo estaba el pequeño Morris del reverendo Foxtrott. Ya sabes, el azul. Es mejor que lo recuerdes como era.
No tuve tiempo de evaluar los daños: paralizado por el terror, pude ver cómo Mary Tipton se descolgaba velozmente por el canalón. En ese momento, supe cómo se sintieron los belgas cuando los alemanes atravesaron impunemente el Mosa.

Por segunda vez en tan breve tiempo se me presentaba la oportunidad perfecta para una retirada estratégica. Cojeando y con el frac algo maltrecho, me escabullí entre los parterres como un zorro acosado y gané las escaleras. Minutos después, desfallecido pero a salvo, cerraba la puerta de mi habitación.

¿Mi habitación? Sí, por supuesto... La tercera a la derecha. ¿O era a la izquierda?
Aquél sencillo camisón de gasa desplegado sobre la cama, me dio la respuesta.
Una delicada voz de mezzo cantando “O Danny Boy” desde la ducha, confirmó mis temores.
¡Diantres! Me había metido en la habitación de la pequeña Bollington.

-Tranquilidad y firmeza, Eugène - me dije- Aún no ha sucedido nada irreparable.

Conteniendo la respiración y con los zapatos en la mano, me deslicé por el parquet en dirección a la puerta. La abrí sin ruido y me ví de nuevo en el pasillo. ¡Era libre!

-Buenas noches... Monsieur.

¡Maldición!
De entre todas las criaturas con las que Dios, en su infinita sabiduría, ha poblado los continentes, los mares y los pasillos, ¿tenía que tropezarme precisamente con el reverendo Foxtrot?. Saludé con una reverencia y me encerré en mi habitación, a solas con mi conciencia.

-Eugène, muchacho... Después de esto, tendrás que casarte. Noblesse oblige -dijo mi conciencia, que es así de redicha-

Se lo comuniqué a la interesada en el desayuno, mientras finiquitaba sus huevos con bacon:

-Precioso vestido, querida. Por cierto, uh... ejem... Estamos prometidos.

Me miró con esos enormes ojos de gacela, color de avellana, y pensé: -Caramba... Quizá no haya sido una tragedia griega, después de todo.

-¿Ah, sí? Hum... ¿Y cómo ha sido eso? –replicó, mordisqueando una tostada-

Se lo expliqué en pocas palabras, y sólo añadió un -“Oh, vaya”.
Bien mirado, no se lo tomó tan mal, vistas las circunstancias y todo eso.

Tampoco hubo tiempo para más. En ese momento, el reverendo Foxtrott, que nos devoraba con la mirada, se dirigió a la duquesa y le dijo: “Creo que estos jovencitos tienen algo que anunciar”. ¡Y eso fue todo! ¡Estamos prometidos!
Mary Tipton se desmayó, y todos los demás parecían tan felices que nosotros también lo fuimos, y así hemos seguido desde entonces.

Ah, l'amour... l'amour est un oiseau rebelle!

12:01 PM

viernes, 11 de junio de 2010

Louella Parsons dijo...
-Roooose, Rooooose….tráeme las sales de mamá, rápido…..bueno, espera, antes de irte lee esta noticia en el Times

"SS. AA. Reales e Imperiales, Clarence y Eleanor, duques de Bollington, anuncian el feliz compromiso de su primogénita Lady Harriet de Bollington Court con Su Señoría el vizconde Eugène Maurice Guillaume de la Tour de Sans-Foy".

-ahora ve a por esas sales, bueno, mejor trae la botella de ginebra…….


Querido SANS-FOY,

-¿Cómo te atreves?
Y no me digas, te lo iba a contar, querida Lou porque no lo soportaría.
Tu falta de consideración y tu insoportable desdén al no avisarme de tus proyectos me han dejado estupefacta.

Comprendo que te hayas vuelto idiota, como cualquier enamorado, y entiendo que tu compromiso con Lady Bo no amenaza ni tu fortuna, ni tu educación, ni siquiera tu apellido, pero tu desprecio hacia mi demuestra una falta de distinción impropia de un gentleman.

Pero lo soportaré, Eugène, no creas que me quedaré encerrada en Parsons Manor lamentándome como un buho solitario.

Al menos, Lady Bo es P.L.U. (ya sabes, people like us) aunque a veces, y no te enfades, querido, me he preguntado dónde se educó tu feliz prometida, después de haberle visto devorar el caviar como si se tratara de un vulgar porridge.

3:46 PM
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Monsieur de Sans-Foy dijo...
LOU, querida:
No seas dura conmigo. Todo condenado a pena capital merece clemencia en sus últimas horas.
En este momento estoy ocupadísimo con el sastre, ese maldito embalsamador egipcio.
Mañana sin falta te contaré cómo ocurrió todo.
Créeme: la cosa tuvo su gracia.

P.S.: Si ves a Miss Tipton, NO le des recuerdos de mi parte.

Yours faithful, as usual

Eugène

4:27 PM