"Querida, nunca entendí para qué servían los castillos... hasta que nos volvimos todos tan demócratas".

sábado, 13 de marzo de 2010

LAS AFELANDRAS DEL GABINETE MANCHÚ




Rose Downstairs dijo...
Querido diario:

hoy es uno de esos días grandes en mi vida. Hoy se cumple un mes desde que entré al servicio de Lady Louella Parsons, de los Parsons de Parsonville del condado de Parsonshire de toda la vida. Una señorita refinadísima, no como esas pretenciosas damas provincianas que acumulan los vales del Carrefour donde he servido hasta ahora. Sí señor, refinada y llena de glamour. Se que esta mansión colmará todas mis aspiraciones como gobernanta luxury-class y que como me juré a mi misma al salir de Anazugasti-Etxea jamás volvería a servir a unos paletos con pretensiones. Afortunadamente en Parsons Manor no hay molestos jovenzuelos a los que estar reprendiendo continuamente por sus estúpidas bromas y abominables modales de criaturas consentidas. Aquí todo es paz y sosiego alrededor de la elegante, a la par que distinguida, Lady Louella.

Ardo en deseos de conocer más detalles de su prometido, Rainer María von Drahthaar-Schnauzer, de quien solo se que es un señoritingo venido a menos por sus reiterados fracasos financieros en esa oscura empresa en que malogra su tiempo, Murchison, Murchison & Slotkins, a la espera de que su tía Eleanor renuncie al fideicomiso que de la parte de la hacienda de los Metternich-Manzarbeitia le corresponde por herencia. De él se dice que bajo sus carísimos botines combinados de charol y vaca lleva unos horrorosos calcetines de tenis de color blanco. Espero que no sea más que una insidia y que el tal Rainer María esté a la altura de lo que una señorita de la clase de Lady Parsons necesita. Te confiare que me da la impresión de que el apolíneo Monsieur de Sans-Foy, adinerado caballero a quien he de agradecer sus sabios consejos de abandonar a los Anazugasti-Arana de Apatamonasterio y recomendarme en Parsons Manor, tiene la firme intención de aprovechar la más mínima ocasión para cortejar a mi bellísima señorita.

Te iré contando poco a poco, diario querido. Ahora tengo que ir a preparar unos canapés de pepino con roast-beef de alce y gelatina de mortadela en salsa de aspitos. Esta gente tendrá mucho estatus, pero con las porquerías que comen no me extraña que tengan esas caras de relamidos.

Rose Downstairs, gobernanta luxury-class cordon bleu de Parsons Manor en Parsonsville, condado de Parsonshire.

1:27 PM

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Ebenezer McGrog dijo...
Rose, el irrigador de ozonopino ha resultado ser un rotundo fracaso. La última rociada aniquiló ayer las afelandras del gabinete manchú, por lo que sugiero que permitamos de nuevo al tonificante aire de Hertfordshire ventilar las estancias de Parsons Manor.

2:23 PM

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Rose Downstairs dijo...
Mr McGrog, ya le advertí que comprar el irrigador de ozonopino de la teletienda no era buena idea por mucho que la escultural azafata embutida en esa bata blanca dos tallas menor que la suya lo calificara de "maravilloso y espectacular". Eso sí, tendrá que dar ud cuenta de lo que ha hecho con el "Power Maxx Vibrations" (luzca unos abdominales como los de Chuck Norris) y el "Epil Smooth" (no más vello en las orejas, nariz y espalda) que regalaban junto con el maldito irrigador.

1:07 AM

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